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jueves, 24 de septiembre de 2020

"Mata - desenfoque" Poemas de Francisco Leandro Costa




Litania 

Como era

Da existência 
A primogênita 
Da consciência 
Filha mais nova.

Ponta do fio
Ponto de corte
Hora do homem 
Ontologia
Sala de Janus
Som do silêncio
Vai na chegada 
Vem no partir
Casa ou relento
Pena e prêmio
Medo do ser
Depuração
Rosa do nada
Flor do princípio 
Dor singular 
Inevitável
Toque de espinho 

,agora e sempre

Nas volutas da solidão 
Encontra-se o homem consigo:

Guerra, paz ou armistício?


Letanía

Como era

De existencia
El primogénito
De conciencia
Hija menor.

Punta de alambre
Punto de corte
Hora hombre
Ontología
La habitación de Janus
Sonido de silencio
Ir a la llegada
Vamos dejar
Casa o al aire libre
Pluma y premio
Miedo a ser
depurar
Se levantó de la nada
Flor temprana
Dolor singular
Inevitable
Toque de espina

,ahora y siempre

En las volutas de la soledad
El hombre está contigo:

¿Guerra, paz o armisticio?

**

Mata – borrão

Um mato de fim de era
Fechou o caminho velho
De rua não transitada
De nome já esquecido

Mata-pasto, mato grosso, mato alto
Mato rua, nome velho e memória 
Ainda apago da lembrança a história 
Do perjuro que me fez morrer à míngua 

Virou a história lenda
A lenda tornou-se mito
E o mito morto o Estado
Do “nada havia antes"

Mata-pasto, mato grosso, mato alto
Mata a rua que morria devagar
E a foice e a enxada que matou
Marmeleiro que sequer disse um ai

Parede virou tijolo
Tijolo voltou a barro
E o barro assentado solo
Do limbo que nada lembra.

Sepultei a casa velha cuja alma
Já havia desabado para o sul
Onde a alma do negócio se mantém 
Do vintém que aliena o homem nu.


Mata - desenfoque

Un arbusto del fin de la era
Cerrado a la antigua
Calle no llevada
Nombre olvidado

Asesino de pastos, arbusto espeso, arbusto alto
Mato rua, antiguo nombre y memoria
Aun borro la memoria de la historia
Del perjurio que me hizo morir de hambre

Convertida en leyenda de la historia
La leyenda se ha convertido en mito
Y el mito mató al Estado
"No había nada antes"

Asesino de pastos, arbusto espeso, arbusto alto
Mata la calle que muere lentamente
Y la guadaña y la azada que mató
Quince que ni siquiera dijo un ai

Pared torneada de ladrillo
El ladrillo volvió a la arcilla
Y la arcilla se posó en el suelo
El limbo que no recuerda nada.

Enterré la vieja casa cuya alma
Ya se había derrumbado hacia el sur
Donde queda el alma del negocio
Los celos que alejan al hombre desnudo.

**

Cacoema

Precisa alcunha me deram
Chamo-me boca do inferno
Um inclemente juiz
Sem capa, toga e terno.

Se me encontrares no espelho
Não te assalte o medo
De ver-te como a mim veem

Para a alegria de todos
Sou amarrado cachorro
Pagando pena de caco
Que a ferida me coça

Sabujo velho banido
Á Ilha do esquecido
Para a saúde da ordem.


Cacoema

Necesito apodo que me dieron
Mi nombre es boca del infierno
Un juez implacable
Sin capa, toga y traje.

Si me encuentras en el espejo
No asaltes tu miedo
Para verte como ellos me ven

Para alegría de todos
Estoy atado perro
Pagando fragmento
Que me pica la herida

Viejo sabueso prohibido
La isla olvidada
Por la salud del pedido.


Traducción: Revista Innombrable

*Francisco Leandro Costa, enfermero y escritor brasileño de Santana do Acaraú, tierra del poeta maldito José Alcides Pinto, es autor de poemas y cuentos presentes en varias revistas y antologías. Sus textos están marcados por la descripción simbólica de los dramas interiores y exteriores de sus personajes además de las historias, recuerdos y folclore de su tierra.

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