“¿No se venden dos gorriones
por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo
permita el Padre” Mateo 10:29
A. Cepellón
Sin razón, milagrosamente una bola empieza a rodar, después de un
tiempo, igualmente inexplicable, se detiene de rodar.
El: Algo atraviesa el espacio. El mismo aire está lleno de nervios, está
lleno de bocas. Está lleno de esto. Quizás piensas que es una nube de pánico,
de mariposas. Te equivocas, pero no por mucho. Esto es el rostro del viento que
se presiona contra todo.
(Ella está en un costal sobre el piso. Empiezan a
aparecer fibras trenzadas.)
Ella: Bulto raíces lombrices.
(Principalmente tiene que ver con la transformación
del tiempo. El tiempo tan lento quizás que se vuelve material. No hay gestos
inadvertidos.)
Ella: Meterse.
(Será que meterse se ha vuelto un vicio.)
Ella: Meterse poquito a poco como raíces en tierra. El bulto que
encarniza la semilla. Meterse en el bulto. Ser el bulto. Como las raíces rompen
la misma tela del costal. Descomposición.
(Deshacerse por medio de comerse la posición. Posición
quiere decir gesto y sitio. Comer leído como sentir. Consumir en atención.
Digerir no existe. Hay sólo asumir. Rezumar o no hay contacto. Nada se puede descomplicar,
nada es hecho sencillo con encimas o ha sidos.)
Ella: Romper el estómago de la bulla para deshacer la vía. La tierra no
tiene dirección.
(Sencilla, silla de sensación a manto, a cubre. Todo
el ennudo es traveslúcido. El numero de sombras depende, o sea cuelga, del
numero de luces y su distancia, y no del numero de objetos.)
Ella: Lombrices dedos raíces. (Pausa.)
Las caricias descomponen. Protección. Comerse las raíces.
(Meterse como fricción.)
Ella: Contra el estómago, contra el hueco.
(Que se define, como una ficción, lo sencillo como una
protección contra lo de afuera.)
Ella: Dedos como.
(Herramientas para volver todo contacto, todo
sencillo, mentiras. Tiras, dedos de mente, simplemente sentir. Tirar a tocar.
Las raíces convierten en mentiras a todo, todo en tiras.)
Ella: Lo de la semilla. Pero un ratico no más, un momento esconderse,
enterrarse. Comerse los dedos.
(Tierra, siempre contexto.)
Ella: Raíces cintura giro. (Pausa.)
Toma las raíces en la mano. Muñecas mueven las manos dentro del hueco. La
bola de tierra con su corazón, el nudo de raíces, saldrá del hueco. Dedos
muñecas brazos dentro del hueco. Cuidado al girar la bola de tierra.
(El giro apretado por lo menos no es fatal. Pero si al
girar rompe la raíz principal, la planta morirá. Así que cuando ella gira en el
escenario, y hace que el mundo dé, está intentando romper su columna
vertebral.)
Ella: Despegarse de todo, zafarse, estar libre.
(Si lo hace con los brazos abiertos o flojos o con los
pies levantados del piso es un suicidio. Si da una vuelta en que recoge sus
fuerzas con los brazos y con las piernas, por un momento vuela.)
Ella: Giros despegan, hacen una falda.
(Ella sobre una girafalda.)
Ella: Falda es ala.
(Sólo se puede hacer un segundo. No hay alimento sin
tierra, sin estar plantado.)
Ella: La raíz principal nunca se puede quebrar. (Pausa.) ¿O sí?
(Todo se volverá flojo, muerto.)
Ella: Capullo raíces remiendo. (Pausa.)
Luz de la crisálida sale, calor con ojos de almendras. La falda del vuelo,
remiendos bajo nudillos.
(Hecha un costal, explora sus adentros.)
Ella: Tumba-tumba, como un tambor. Bombillo. Costuras ahí adentro.
(Hace costuras ahí adentro conecta y enciende. Sale
para contar con ruido. Resucita los momentos con su salida, que cuenten solos.
Levantada y sale, tumbada y esconde.)
Ella: Pero la aguja que voltea por el otro lado. Acaricia la tela. Soba
soba. (Pausa.) Cuelga gusano luce.
(Es larga como ropa colgada. Las piernas salidas
arrastran detrás del costal a medida que se mueve por el escenario como un
aguamala.)
Ella: Late, late. Luciérnaga, calor.
Él: Una hoja descansa dentro de la esfera del ojo. La luz es sus mil
verdes que hilan y amarran la carne. Se recuesta dentro del ojo con levedad,
más liviana que cosquillas, pero su palabra da vueltas en una dirección y la
otra de membrana a membrana.
B. Rotura
(Vea anexo 2)
Se ha subido a un árbol inmenso de trapos. Sentada en una rama, va deshojando
el árbol de trapos. Los deja caer al escenario. Se cambia de sitio en el árbol
varias veces para encontrar otros trapos. Luego se baja del árbol y a medida
que va recogiendo los trapos del piso, los va amarrando en sus coyunturas, para
darle más fuerza a su estructura corporal, para tapar sus dolores…
Se revela un monstruo
(Pompa/nostalgia/emociones menores/detalles)
Ella: Nosotros llegamos a tener comidas de tres tenedores en la casa--
Estoy jugando casita. Quieres jugar conmigo. Tú ¿quién quieres
ser?—Rezo—exhausta—veneno—
(Lo importante se siente que llegará desde lejos/pero
todavía es un murmullo en la distancia)
Ella: Alguien que casi nunca venía--mis adentros al aire--apartados así,
ustedes observando--una especie de calma—
(Reacciones repentinas y pequeñas a lo que hace el
público/chismes/este y el otro tic en eco a provocaciones minúsculas)
Ella: La carcajada—espécimen--nunca ocurrió—quédate--frente al espejo—
(Nostalgia/conjeturas acerca de cuál sería la
importancia de este momento)
Ella: Jugamos—modestia—liviandad—zombis—
Ella le mendiga un hogar al público
Había algo pequeño, alado
(Lo que llega es una decepción, como si fuera sólo un
pedo o un eructo)
Ella: Pero esos tenedores se fueron desapareciendo, uno por uno--Sucio
sobre más sucio--en un dolor agudo—
(Humillación/ola de rabia en respuesta)
Ella: Quisiera llorar hasta que los ojos se me cayeran de la cara--Yo me
acuerdo de ti, boba posuda, vieja maloliente--Cuando uno se avergüenza es mejor—
(Burla confianzuda/condescendiente)
Ella: Ni la sombra de lo que fue--emociones de mentiritas, brotes de
piel y no más. Amenácela y verá qué pasa con su humildad--todo lo que le pasaba
era tan importante—
(Al gorrión lo hala una madre para un lado y la otra
madre para el otro lado/ ambas direcciones llevan a violencia/ el gorrión es
alguien con ella, el gorrión es ella)
Ella: Al halar, para allá y para acá, tanto, sacaron otro mi por mi
vientre.
(La posibilidad de violencia parece algo ajeno/ lucha
contra la dulce resolución de auto-destrucción)
Ella: Alguién para acariciar—me riego bajo la suela de un zapato, así de
líquido al astillar los huesos, arrastrada, untada--
(Castigo por un recuerdo/susto de cometer un error
serio.)
Ella: ¡Chito! ¡Chito!--tengo mucho susto--es mejor el silencio—
Se adentra en busca de alguien
La luz que se perdió
(Los laberintos de la vejez/ la obsesión por violencia
y muerte)
Ella: Cuando no teniamos como mantenerlos, los cachorritos se tenían que
ahogar.
(De repente todo hasta ahora se borra como si fueran
momentos triviales/entra una alegría grande y un poco forzada)
Ella: Olvidado--¡Bailemos que no queda nada!—
(Un desfile/vuelven quejas digestivas/un
entretenimiento musical/la sensación de parásitos)
Ella: Cuando el mundo era majestuoso—lo ridícula que me siento—
(Muestra un arma (una muñeca?)/ aparece la vergüenza/
nombra todo que le da asco/ se vuelve todo eso)
Ella: Mía, mi—ruina, escombro. Risa fea, empujones. Mi muñeca. Relámpagos y sangre. Llorar un chorro de
mocos.
(Intenta retirarse/ llevarse algún pretexto/tropiezo
ridículo/ sin importancia)
Ella: Indispuesta--Sólo queda la bulla de las tripas--Bailemos al ritmo
de las excreciones—
(Mala suerte/humillación/incomodidad frente al
público.)
Ella: ¡No me haga reír que se me sale!-- ¡Yo no huelo feo!-- para que me
vomiten su decencia encima—
(Mira el rostro de la tentación/sale corriendo/
rechazo dramático de la comodidad/ mártir/ se sigue encontrando con la
vergüenza)
Ella: ¡Bienvenidos! ¡Sí! Había una ella. Un pajarito.
Sigue aumentado el animo festivo, mánico.
Vuelo
(Empieza un baile doloroso, basado en confianza/se
cree protagonista, se cree importante)
Ella: La anfitriona de la calle. Vajilla de tarros oxidados--Casi no
tengo visitas--acércate, que si no, no puedo ver bien—
(Cubre con ternura el intento pasivo de herir/
bienestar superficial)
Ella: Flor de orines—el proyector de mi craneo los ve tan viejos—se me
arruga la piel sobre los huesos de tanto calor humano—
Está en ese otro momento.
Catástrofe
(Depresión/cosas que se cargan)
Ella: ¿Dónde están, que no los encuentro?--todo el mundo empolvado ya--boto
su rostro ahí, tiro su gesto allá a ese rincón, me deshago de su rostro aquí sobre
el asfalto—
(Humillación/humilde agradecimiento)
Ella: Mejor que no me miren. Muy amable--aplastada sobre la suela de un
zapato--goteo mis adentros--toda fam—todos tenemos cosas de las que no hablamos—
(Necesidad de respuestas a preguntas escondidas por
mucho tiempo)
Ella: Me tengo que acordar, no son míos, no son míos, no son míos--
Cosas recibidas desaparecen--¿Ambulancias? ¿Qué pasó?--¿Yo?—
(Acción parece volver a empezar/recuerdos que llegan
conforman una historia/casi coherente)
Ella: Quizás el mantel se ha desteñido un poco-- Como un cucharón
gigante por dentro, que lentamente empieza a revolver--Mi Dios le pague. No hay
necesidad de recordar—
(El brinco de estar en ese momento/ rechaza al
gorrión/ todo se oscurece/maquinaria)
Ella: Ven, pues. No, Señora. No la voy a llevar arrastrada. Usted verá.
(Intenta retraerse de tanto dolor/ la libertad, el
egoísmo, la muerte de la belleza al cargar la violencia como único equipaje)
Ella: Ven pues, que no tengo todo el día. Cruza, ya. Dale. (Pausa. Mirar a un lado) ¡No! ¡Ya no!
(Un sonido sale de su boca, es un aullido animal, se
le enrrozca este sonido en el cuello como si fuera una serpiente/ella se relaja
al irse sin moverse/su vivir es un artículo de ropa vieja, un harapo, se va al
piso)
Ella: Yo lo recibo aquí, aquí lo recibo. Yo vuelo. Yo me golpeo y me quiebro,
y ya no me dan cuerda, mis piezas rotas, patas arriba en la corriente, yo
corro.
(Bulla de quejas/ imposibilidad de
moverse/imposibilidad de apresurarse)
Ella: Yo, fui yo. Denme un campo. Dejenme pasar.
(La esperanza vuelve como un parasito, como una
adicción)
Ella: Dejenme ver. Y ¿si no hay nada? ¿Si no hay nadie? Como en un
juego.
(El gorrión es un obstáculo para sobrevivir/ como
tragarse fragilidad)
¡Váyase! ¡Vuela! ¡No te quiero ver más!
(El gorrión se ríe de ella)
¡No te rias de mi, que esto es en serio!
(El gorrión está herido/ lo busca/ pánico/
desperdicio/ tristeza/ el gorrión está muerto)
Ella: (Herida) Aaaaaaaaaaa.
Aaaaaaaaaaaa. (Como si la estuvieran
aporreando) Nooo. No. Noooo.
(Lo que levanté de ahí no era lo que volaba/ está frio/cerrado)
Ella: (En pánico) ¿Dónde está?
(Busca) ¿Qué la hicieron? ¿Dónde me
la metieron?
(Se le acaba la cuerda al juguete/ momentáneo colapso)
Todo pierde su color.
Colapso
(Una catástrofe vuelve a la memoria/se ve desde una
nueva perspectiva/llena de manipulaciones)
Ella: Una mancha--el dolor que queda
(Disculpas hacia un optimismo/verdades más oscuras,
motivos se revelan/asombro frente a esto)
Ella: Se levanta y anda pero gotea--mis dos labios se trenzan como
lombrices grasientas—cintas y parches, hilos en la mano--
Incitación al público como coro
Él: El mundo se nos ha caído encima. Se rebosa de si mismo. La imensidad
de tantas voces, tantas miradas como un cardumen de atención, dentro de una
presión que exprime, bajo un peso que aplasta. Untados sobre nuestras propias
palabras como una grasa que duró sólo unos segundos antes de volverse rancida
desde su necesidad de destapar la médula y manchar las profundidades de la
tierra.
La presencia del público le ha dado cuerda de nuevo al
juguete.
Reinicio
(Comedia frivola coyuntural/se imponen de una manera
tierna los limites, los buenos modales/la autoridad vigila/ pomadas
normalizantes)
Ella: Todas bailan, todas bailan—que no me vean—deja me quieta—Adios,
adios—
(Se demuestra ignorancia o falta de cultura/ pequeños
chistes sin gracia)
Ella: Cuidado donde pisa—levante los piesitos—la calle está llena de
caca—
(Una humillación a plena vista/ se desconoce/ se
ignora/ se intenta esconder/ todo de nuevo se vuelve falso y festivo)
Ella: ¿Yo no huelo a caca?--¿cómo se le ocurre decirme semejante
barbaridad?—no reconozco a esta persona—saquénlo del baile—hay que girar, hay
que girar—
(Gesto hacia la confrontación o hacia el
descubrimiento de una verdad/las apariencias se protegen contra la verdad/las
apariencias se tratan de volver tiranos de la situación/las apariencias se
esconden tras las faldas de la autoridad judicial)
Ella: No hay nada atrás—no se cuentan, hay cosas que no—modestia de
señorita, como si—me dieron este papel—es mío.
(Se esconde en el olvido/ se esconde en la impotencia)
Ella: No sé. No sé nada—no me acuerdo—no soy nadie—yo no puedo—
(Duda, indignación/ sarcasmo/ acusación/disculpas/
indaga/ primera revelación de la monstruosidad moral)
Ella: No oigo nada—he tenido que—morados y sangre—por eso no hay días ni
noches—un bulto que aparece—cabeza de raices—se atraviesa—
(El monstruo se defiende/ el monstruo trata de
consolar/ se ignora la verdad/ el monstruo nos trata de comprar)
Ella: Más bulla de esa que no se entiende—pasan cosas—hay como una bolsa
por dentro, un costal—no toco a nadie—no me muevo—n—n—
(El monstruo se muestra debil, vulnerable/ el monstruo
propone un acuerdo/ contrato de mutua manipulación/ las necesidades del
monstruo)
Ella: No aguantan más—estos juguetes—si me deshago con escuchar—y
mastico cada rostro—
(Apariencias, buenos modales, la farsa/ alejarse,
irrelevancias/ sarcasmo/ se revela lo sórdido, la mentira)
Ella: Ja—ja—jua—así es que es ¿no?—las ramas más altas borran
todo—hormiguitas—sucias—arrastradas varios metros—rotas—
(Se reconoce el odio/ monstruo traicionado/ asco/
monstruo, ultima seducción/ escaparse del monstruo/ sorpresa)
Ella: Toda sabe a bocas—bocas moviendo secas—no le cuentes a nadie—saliva
y moco en las voces—antes todo era tan—sacarse de tantas cuencas—deshechos—cuando
de repente veo volar—
(Sin disculpas/ momento patético del monstruo/ burla y
herida/ monstruo vuelve a su arrogancia)
Ella: Sí, ahí está--¿cómo más deshacerla?—machucarla con piedras y
miradas—volverla aguamasa para la fila de cochinillos—
(Antes de cerrar la mirada/ trata de ver algo por
encima y detrás del público)
Ella: Algo vino de alguna parte que no es de acá, para llevarse lo que
no es de acá, e irse de nuevo. No alcancé a verlo.
(Cierra la mirada/ se queda quieta)
Fin
*Mario Angel Quintero, Hijo de padres colombianos, George Mario Angel Quintero nace en 1964 en San Francisco, California, donde vive sus primeros treinta años. Estudia literatura en la Universidad de California y es becado en creación literaria en la Universidad de Stanford. Como George Angel, publica poemas, prosas y ensayos en revistas literarias estadounidenses y canadienses; también publica los libros en inglés: Globo (1996), The Fifth Season (1996), y On the Voice (2016). Desde 1995 reside en Medellín, Colombia, donde, bajo el nombre Mario Angel Quintero, publica los libros de poesía Mapa de lo claro (1996), Muestra (1998), Tentenelaire (2006), El desvanecimiento del alma en camino al limbo (2009), Keselazboga (2014), Mapa de las palabras (2014), la materialidad (2020), y los libros de dramaturgia Cómo morir en un solar ajeno (2009), La sabiduría de los limones (2013), y Calamidad Doméstica (2016). Es fundador e integrante de los grupos musicales Underflavour y Sell the Elephant. Es co-director y dramaturgo del grupo Párpado Teatro, con quien ha llevado más de veinte obras a escena.
Es invitado a festivales internacionales de poesía. Porciones de su obra han sido traducidas al macedonio, portugués, sueco, croata, búlgaro, francés, italiano, albanés y árabe. Este año, se publica en Italia un libro de traducciones de sus poemas al italiano, Diventa l’albero (Samuele Editores, 2020), y en Croacia un libro de traducciones de sus poemas al Croata, Moje svjetlo i druge pjesme (Druga priča, 2020).