Por: Israel Gayosso (México)
En el océano de voces sin vergüenza
hoy me quieto; escucho claramente
cómo la mugre en las paredes habla
creando belleza grotesca, pero belleza.
Un ramillete impúdico de hombres
ofreciendo sueños a las quimeras,
aquellas que se pasean por la cuarta
¡la cuarta vieja! ¡el hoyo, el hoyo viejo!
Zarpo por la carroza del diablo loco
para buscar vicios, para encontrar sonidos,
buscar engaños, encontrarte a ti.
Este paseo me deslumbra sin dejarme ciego
las tinieblas boquiabiertas frente a esto.
¡Quiero morir torturado por este olor!
¡un tono de color menguante acariciante!
Bajo la hondura del más sollozo hondo
las imágenes cobran extravagante vida;
un deforme cojo cantando a sus heridas
y una infame súplica en el tendedero
del vibrante sol, de los rayos penetrantes.
Pero palpo la fraternidad de la humildad
donde la materia derrocha barbarie,
y las dulces moscas tienen figuras de las pasas.
Cierto día, cierta fecha, yo volveré
para beber los encantos de ésta sin fin hermosura.
Compendio de Poesías Negadas (2013)