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miércoles, 27 de diciembre de 2023

TOP 10 - 2023 Revista Innombrable




#2

"Eos rododáctila" poemas de Octavio Huesca Heredia (México)

https://www.revistainnombrable.com/2022/04/eos-rododactila-poemas-de-octavio.html




#3

"Caricias de viento" pinturas de Berta Quiroz Martínez (Colombia)

https://www.revistainnombrable.com/2023/06/caricias-de-viento-pinturas-de-berta.html







#6

"Paisajes del mundo" pinturas de María Judith Vélez Niño (Colombia)

https://www.revistainnombrable.com/2023/07/coliseo-romano-pinturas-de-maria-judith.html




#7

"El miedo de mi padre" poemas de Jerónimo Villa (Colombia)

https://www.revistainnombrable.com/2023/04/el-miedo-de-mi-padre-poemas-de-jeronimo.html




#8

"La oscuridad ha cicatrizado en la sangre" poemas de Fadir Delgado Acosta (Colombia)

https://www.revistainnombrable.com/2023/11/la-oscuridad-ha-cicatrizado-en-la.html




#9

"Masoquismo" poemas de Fiama Valerio (Nicaragua)

https://www.revistainnombrable.com/2023/11/masoquismo-poemas-de-fiama-valerio.html




#10

"Capacidad negativa" poemas de Harry Cárdenas (Colombia) 

https://www.revistainnombrable.com/2023/07/capacidad-negativa-poemas-de-harry.html



Agradecemos a nuestros talentosos colaboradores y a nuestra fiel audiencia por hacer posible este destacado año en la Revista Innombrable. ¡Esperamos seguir compartiendo arte y literatura con ustedes en el próximo año!


martes, 26 de diciembre de 2023

Galería Virtual de la Revista Innombrable - CoCrea


Estimada comunidad de la Revista Innombrable y apreciados colaboradores,

Nos complace enormemente comunicarles que nuestro proyecto, la Galería Virtual de la Revista Innombrable, ha sido exitosamente aprobado en la Convocatoria CoCrea 2023. 


Este logro no habría sido posible sin el apoyo y la dedicación de cada uno de ustedes, quienes han contribuido con su talento, esfuerzo y compromiso.


Agradecemos sinceramente a todos los que forman parte de este proyecto, desde los talentosos artistas y escritores hasta los incansables miembros del equipo editorial. Cada uno de ustedes ha desempeñado un papel crucial en este éxito colectivo.


Este reconocimiento nos llena de gratitud y nos impulsa a seguir trabajando arduamente para ofrecer una plataforma única que celebra el arte y la literatura de manera innovadora. La Galería Virtual de Innombrable no solo es un espacio para la expresión creativa, sino también una comunidad dedicada a la exploración de nuevas ideas y perspectivas.


Queremos destacar que, al ser un proyecto aprobado por la convocatoria, aquellos que elijan invertir o donar en nuestro proyecto recibirán un Certificado de Inversión o Donación (CID) emitido por el Ministerio de Cultura. Este certificado les permitirá deducir el 165% del valor invertido o donado de la base gravable de su declaración de renta, lo cual es un reconocimiento adicional a su generosidad y respaldo.


Nuevamente, gracias a cada uno de ustedes por ser parte de este emocionante viaje. Estamos ansiosos por continuar explorando nuevas fronteras creativas y construir juntos un espacio donde las ideas encuentren su expresión más auténtica.


Con gratitud,


Revista Innombrable


Proyecto avalado por la Corporación Colombia Crea Talento - CoCrea (@CoCreaOrg) - Ministerio de Cultura


jueves, 14 de diciembre de 2023

"Ventana de los Cielos" poemas de Raquel Lopes


YA TE CONOCÍ
 
En tu dulce mirada
Vi un resplandor de esperanza
Vi en los ojos dulce niño
El tiempo es hoy y tu estas aqui
 
De tu alma brilló una llama
Llama que proclama
para mirarme con confianza
 
Vi tiernos reflejos
De la luz expresiva que hay en ti
 
Y todos los ecos reflejan que una vez te conocí.
 
 
GOLPES EN EL MURO
 
Batidos de sonido fuerte en el muro
golpes que duelen allí en el alma
hace perder la calma
en extrema inseguridad.
del día claro sólo se ven las cenizas
del viento tranquilo
hay un morbo caliente
que maltrata sin preguntar por gente
que implica y no me deja tranquila.
 
 
TUS OJOS
 
Tus ojos brillan cuando ven en mis ojos.
Y mientras tanto, pierdo el sentido del significado que me hizo mirarte.
Creo que son dos estrellas luminosas.
Ilumina con luz.
Se iluminan en gracia.


*Raquel Lopes, nacida en Jaboatão dos Guararapes, Pernambuco, Brasil. Autodidacta por la Escuela de la Vida y aprendiz de Escritor y Poeta. Graduanda en Letras - Lengua Portuguesa. Contribuye con sus textos en revistas literarias virtuales, con participación en antologías y concursos literarios en Brasil y Portugal.


 Link del libro Ventana de los Cielos (Spanish Edition) eBook Kindle  https://a.co/d/5jOP0BT 

miércoles, 6 de diciembre de 2023

"Chatarrero lanero" poemas de José Pastor González


chatarrero lanero


en este poema no está el Maserati Gran Cabrio de Cristiano Ronaldo
está la Nissan Vanette destartalada con la que vamos al tajo
en este poema no aparecen lugares como Florencia o la isla de Creta
aparecen los campos de refugiados de Dadaab (Kenia) o Moria (Lesbos-Grecia)
en este poema no verás a Brad Pitt en la alfombra roja
verás a tipos que no tienen para ir al cine
en este poema no hay arroz integral, ternera ecológica, algas y cúrcuma y de postre tarta de zanahoria con virutas de chocolate blanco y pétalos de violeta


en este poema hay pizza congelada Carrefour o pechuga de pollo y de postre yogur de fresa Lidl
en este poema no escucharás a Rosalía o Shakira
escucharás el Himno de la alegría tocado por una yonqui en la calle Santiago o a mi madre cantando «Pena, penita pena»


en este poema no verás las hermosas playas de Cabo de Gata
verás pateras y ahogados en las playas
en este poema no caminarás por las calles de Ciudades Patrimonio de la Humanidad
caminarás por pueblos sin escuelas
en este poema no hay salas VIP
hay salas de esperas y colas del paro
en este poema no aparecerá Bill Gates en su mansión en Medina (Washington)
aparecerá Yulan, su pareja y sus cuatro hijos, desahuciados de su casa en el barrio del Soto de Lezkairu (Pamplona-Navarra)


en este poema sucio no está Rocco Siffredi o Apolonia Lapiedra
está María La Portuguesa chupándola por 20 euros en las traseras del Mercadona
en este poema no hay fiestas
hay resacas


en este poema no hay portadas ni fotografías para enmarcar
hay polvo sudor mugre barro moscas sangre
en este poema no hay ningún Jon Sanders, que a sus 80 años está dando la vuelta al mundo en solitario a bordo de su embarcación «Perie Banou II»


hay abuelos en el hogar del jubilado jugando al dominó (si tuvieron buena suerte) o abuelos rebuscando en los contenedores de basura (si no tuvieron buena suerte)


en este poema no se viste de Armani, Carolina Herrera, Louis Vuitton
se viste de ropa de segunda mano, de mercadillo, de rebajas de enero
en este poema que no es un poema
no hay rima no hay ritmo
no hay poesía
no hay vida


¿qué hacer con el vuelo de los pájaros?


¿qué hacer con los que no tienen
ni quieren
ni nido ni tribu?
¿qué hacer con los que no participan en el juego?
¿qué hacer con los que no tienen
ni quieren
ni voz ni voto?
¿qué hacer con los que no respetan
ni creen
en nada
ni en nadie?
ni en jerarquías ni en mandamientos
ni en hombres ni en dioses
¿qué hacer con esos cuya palabra
no es ley ni verdad?
¿qué hacer con los que no se pueden clasificar?
ni etiquetar ni normalizar
¿qué hacer?
¿con esos que luchan
Solos
cuando todos los demás
han huido?


todo a 1 euro 


no necesitamos más dioses religiones sacerdotes predicadores 
no necesitamos más ejércitos generales y soldados 
no necesitamos más policías 
no necesitamos más disciplina 
ni más castigos ni más recompensas 
no necesitamos más líderes más salvadores más asesores 
¿de verdad necesitamos un rey? 
¿de verdad necesitamos un presidente? 
¿no hemos tenido suficiente? 
no necesitamos más patriotismo más banderas más himnos 
no necesitamos más mentiras más veneno más insultos 
y tanto desprecio 
no necesitamos tantos jueces juicios y prejuicios 
no necesitamos más coches 
cada vez más grandes cada vez más rápidos cada vez más caros 
no necesitamos más matones más voceras más fascistas más racistas 
no necesitamos más banqueros más recortes más sacrificios 
¿para qué smartphones de mil euros? 
¿para qué tantas ofertas? 
no necesitamos más cojones 
ni tantos estereotipos 
no necesitamos más misiles 
no necesitamos más destrucción explotación humillación y miseria 
estamos hartos 
al límite 
no podemos más 
ya nos habéis sangrado bastante 
ya os hemos comprado todo y pagado con interés 
ahora 
ya estamos vacíos 
vendidos 
Vencidos



*José Pastor González es autor de los poemarios ”Cuidado con el perro” (Ediciones RaRo, 2009), ”El ruido de los cuerpos al caer” (Groenlandia, 2012), ”Alguien tiene que limpiar la mierda” (Ediciones RaRo, 2013, en colaboración con Rakel Rodríguez), ”Cuaderno de veredas” (Piedra Papel Libros,2016), ”Cuando los trenes paraban en todas las estaciones” (Versátiles Editorial, 2020), ”Almanaque. Cosas que pasan en las pueblos que no veréis en las ciudades” (Ediciones Fantasma, 2022) y “Volver a la tierra” (Rasmia Ediciones)

martes, 5 de diciembre de 2023

"No todas las flores dan fruto" poemas de Linda Acosta Rodríguez


NO TODAS LAS FLORES DAN FRUTO

Dibujo tu mirada en mi cuerpo,
sabiendo melodías que no se tocan,
respeto a sinfonías que nos delatan,
has sido claridad de las pasiones,
saberte y recorrer, astral, el sueño mismo,
camino que ha brillado cuál infancia,
jugar es coqueteo, de mariposas,
te posas en mi mente y yo en tu fuego,
dejando un sabor a cataclismo,
si toco tus paredes me hago trizas,
si rompo el orden con mi piel, yo te trastorno.
Maceta o al silvestre no es lo mismo,
hay brotes que se pierden con el viento,
hay tiempo de conciencia y contemplarte
ha sido un placer de mis delicias,
te marchas al silencio del otoño,
crujiendo cómo hojas, tu esqueleto.
Yo, volveré en primavera hasta tus ojos.


SUMERGIRSE

Hay aspiraciones que nos llevan a recorrer kilómetros, y ocasos;
nos llevan al detalle del anhelo o ansiedades,
impulsos para cambiar rutinas,
a compartir verdades desde un principio.
O eso sucedió, o era un sueño, una burla, burbujas de hormigón que explotan a su tiempo: ruinas.
Se  fueron construyendo proyectos en el aire,
se lanzó la humanidad de nuestras heridas,
conjugación al borde del ocio y el activismo,
fuimos endulzando pausas y continuidades.
Fuegos, que fueron voluntades.
Bitácoras al vuelo, tempestades.
Hartazgo de humo y polvo, con preaviso.
Nos dimos en brazadas,
entre abrazos y caricias,
hallamos a distancia, o frialdad, un salvavidas,
de la propia vida que no fue sincronizada. 
Dimos pataletas,
también para avanzar,
hasta llegar a la orilla extrema.
Cogimos, cuál tesoro sorbitos de sol en la cara.
¿Qué pasó? Nos tiramos en una piscina
sin agua. Naufragar o zambullirse en los adentros.
Hundirse en sí, hasta encontrar la mar. Amarnos desde dentro.


TEPOZTECO

Él me despertó del celibato,
con su sonrisa dulce,
como su lengua en la flor de mayo,
su mirada sin miedo,
tan tersa como el perfume del café por la mañana,
su espuma en mi pecho,
mis manos confundidas en su piel
la misma pintura,
ritual de fecundidad y cosecha.

Me invoca con sus caricias,
cual pulque en la garganta
deslizándose mis dedos,
como pinceles,
entre sus credos,
coronándose con laureles
entre las extremidades acuosas
de vegetación tropical,
mis manos curiosas
ven levantarse el cerro
entre cocoteros y vapores sabor a mango.

Salvia, humo sagrado;
somos dos conejos
guardados entre sábanas,
titiritando de calor,
follando con el follaje de estrellas
entre la inmensidad del cosmos
nos unimos en alma
con la fusión de los cuerpos,
territorios salvajes,
con brisa embriagada de luna,
nos entregamos al vuelo.


ROCÍO

Despierta tenue,
salpicando la faz,
pizca nutricia.


*Linda Acosta Rodríguez, Villahermosa, Tabasco. Nómada, cosmopolita. Maestra en Relaciones Internacionales por la URJC (Madrid), Socióloga por la UAM-Xochimilco. Estudió el posgrado internacional de Escrituras Creativas por FLACSO-Argentina, ha publicado en medios digitales y papel. Creadora del taller de escritura “Experimentar las palabras” en la Fundación Elena Poniatowska. Mujer feminista y sorora, creadora de TarotCreActiva. Es Anarquista por alegría. La vida es poesía, colección de experiencias. 

miércoles, 29 de noviembre de 2023

"El río que matamos" poemas de Carlos Manuel Villalobos

La congoja
 
A mediados de noviembre algún dios borracho vomitaba el cielo.
Lo recuerdo bien porque los perros se convertían en pozas de agua
y el río
atragantado de lluvia
corría a guarecerse en la cocina de mi abuela.
 
Se nos mojaba el hambre
y el agua de lavar el miedo.
 
Un ratón a punto de morir era el sol de aquellos días.
Entraba por las rendijas
y pedía
casi a oscuras
un poco de alcanfor para sus huesos.
 
Las ánimas benditas del Santo Purgatorio
oían por las noches nuestros ruegos
y a pesar de los barriales
venían a calentar el humo y la ceniza
pero la santa voluntad de Dios es así
dice abuela
y nadie seca
sin su mano
la humedad de la pobreza.


El arado
 
El río es un arado.
Lo sé porque draga cicatrices a lo largo de su paso.
Lo sé porque deja estrías en la cara del viento
y zanjas en la voz de cada lunes.
 
El río ara con sus cascos la orilla de su nombre.
Es ahí donde mi padre siembra las semillas de la lluvia.
Es ahí donde los bueyes escriben silabarios con los hierros de la historia.
 
El río hunde su silencio en el pecho de la tierra.
Deja grietas en mi mano cuando paso a saludarlo.
 
En el fondo
 igual que el río
todos somos un arado.
Cada cual ara en el fuego un camino para salir ileso. 
Cada cual hunde su verdad a la orilla de los otros.
 
La muerte por ejemplo es un arado.
Cava silencios en los huesos de la noche.
 
El tiempo desde luego es un arado.
Deja arrugas en la piel de los relojes. 
 
Cada pie que arrastra su deseo por la calle es un arado.
Cada boca que escarba la piedad en otra boca
también es un arado.
 
 
Un dios que no entendía el cerrojo de las puertas
 
Yo también hice saurios y planetas en un jardín de lodo.
Tallé embriones de bestias que amansé con la palabra.
Forjé huesos para duendes y labios para el fuego.
 
Yo también fui un pequeño dios
pero no uno de esos que a los siete días descansa y eso es todo.    
 
Le puse ojos a las piedras para que vieran mis manos sucias.
Le tallé orejas a los árboles para que escucharan el silencio.
 
Inventé narices para que el aire entienda el olor de la tristeza. 
Dibujé muecas para un pájaro que no aprendió sus alas.
Hice trenes con sed para que obligarlos a venir al río.
 
Los peces si yo quería eran monos o avionetas de combate.
Los tigres si yo quería eran ángeles o el hijo de la Llorona.
 
Las ranas eran al mismo tiempo ovejas o novias de piratas
y cualquier piedra era iglesia
un castillo o el monte más alto del infierno.
 
Fui un creador que pobló de nombres el alma de mil criaturas
un mesías al que un día castigó la madre porque no llegó temprano a casa.
Sí.
Fui un dios que lloraba de vez en cuando debajo de una mesa,
un dios que no entendía el cerrojo de las puertas.
 
 
El río que matamos
 
Se oía como el llanto de un trueno.
Llegamos a pensar que tal vez era el alma en pena de un volcán con ira.
Pronto supimos que un lagarto de hambre le había roto la garganta al río.
 
Corrimos con vendas de urgencia a coserle los ronquidos.
Pero no hubo forma de atajar el murmullo
y menos los rumores del agua ya sin aire.
 
Tenía la cola alicaída como un árbol cuando pierde el equilibrio.
Alguien dijo que lo mejor era matarlo de un balazo.
No había caso que sufriera más.
 
Lo amarramos del hocico y a rastras lo llevamos a un barranco. 
Sonó el balazo.
Se oyó el resuello.
 
El río cayó sin habla a la orilla de su cuerpo.
Ni una gota de sí quedó en el aire que dolía.
Ahora el resoplo que se oye es un insecto,
un animal de monte que tal vez escapó con vida
o quizá esto que desagua la tristeza es un fantasma
un río sonámbulo
que va de pueblo en pueblo
sin saber que lo matamos.
 
 
Lo que sangran estas minas
 
 
Es la angustia lo que sangran estas minas.
 
Son los ojos del odio lo que brilla
en cada piedra.
 
No hay lámpara que alumbre
un dios
            en el fondo de los cerros.
 
Aquí jadean las manos del miedo.
Aquí se pudre el día como otro niño
que no aprendió a decir el nombre de sus padres.
 
Las naves que salen de Perú
no llevan pedazos de sol para los reyes.
 
No.
 
Lo que empuja el viento hacia Castilla
es un barco de tristeza.
 
Lo que lleva el mar en sus bodegas
es una fosa común
 
toneladas de oro
para hacerle un altar
a la miseria.
 
 
*Carlos Manuel Villalobos, Costa Rica, 1968. Es Premio Internacional de Novela Corta “Diario Jaén” (España); Premio Internacional de poesía “Vicente Rodríguez Nietzche” (Puerto Rico); Premio internacional de poesía Dolors Alberola (España) Finalista del Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador (España), Finalista del Premio XXVI de novela Ciudad de Salamanca. Premio UNA-Palabra en el género cuento (Costa Rica); Premio Brunca de la Universidad Nacional de Costa Rica. Publicaciones literarias Poesía: Un río sonámbulo, Cambio de Dios, Fosario, Altares de ceniza, El cantar de los oficios, Trances de la herida, Insectidumbres, El primer tren que pase, Ceremonias desde la lluvia y Los trayectos y la sangre. Cuento: Curación de la locura y Tribulaciones. Novela: El libro de los gozos. Ensayo: Los extremos de la imaginación y El ritual de los Atriles. Es doctor en Literatura Centroamericana, máster en Literatura Latinoamericana y licenciado en Periodismo. Se desempeña como docente en la Universidad de Costa Rica.

martes, 28 de noviembre de 2023

"Ejotes urbanos" poemas de Cliff Olin


Destino verde
                                                                           
En zona urbana me acosté…
Y muchos siglos después
Un mundo distinto me saluda:
Inmensidad en exuberante jungla, 
Del lozano bosque, cual pintura de Rousseau.

Encantador e hipnótico matorral   
En elocuente confluencia de árboles y helechos,
Arbustos danzantes exhalando perfume verde,  
Embriagando con narcótica frescura
Impregnada con armonía de clorofila, 
Cual hormigueo de amigable follaje 
Prometiendo insuperable bienestar,
Con erótico y verdoso abrazo,
Envolviendo en frondosa sensualidad…

Entre ramas y troncos traviesos me entrego,
Cerrando los ojos en orgásmico verde-olivo  
Y cual gotas de agua que se unen al mar,
En jubilosa planta me transformo….

¡Metamorfosis del reino vegetal!


Ejotes urbanos

Cultivar ejotes donde tierra escasea,  
Y prevalece melancólico concreto y pasto sintético. 
Pero aun en tan estéril patio, un   parche de suelo, 
Solo barro molido, textura de arena,  
Apenas sobreviviendo la modernidad: 
Cual masa sin levadura, retando sueños verdes
Con su polvo yermo y cabida limitada…

Pero hojas   por el viento aterrizan, 
Fertilizando semillas mentales,
Inspirando bodas de hojuelas con tierra,  
Fértil mixtura engendrando vida, 
Plantando amables sonrisas en macetas, 
Cómodas camas para embriones en incipiente espera.

Las alegres semillas, velando vida latente,
Germinando, en portentosa y breve siesta, 
Cada semilla en delirante metamorfosis
Soñando mariposas, y pesadillas de Gregorio Samsa.
Empujando tierra, como crisálida empujando su capullo, 
Y las plantas emergiendo, cual muertos de “Thriller”,
Ahora son bebés devorando la luz, ansiosos a crecer. 
Y su orgulloso Creador, alardeando la huerta,  
Acariciando hojas, entonando entrañables cariños
A sus mascotas verdes acrecentando a saltos,
Trepando en elegante espiral.   

Aun en la selva de concreto
No todo es amor y paz.  
Insectos hambrientos las hojas devoran,
Ardillas curiosas jalando tallos    
Y vientos fuertes su tranquilidad amenaza,  
Zafándose de sus hilos,
Dejándolos cual náufragos pataleando agua,
Pero el granjero con infinita ternura
Los frágiles brazos componen.
Y en espiral ascenso retorna; 
Brotando flores, cual portentosos mensajeros,
Presagiando prodigiosos ejotes,
Los pródigos hijos de galantes hojas,
Sociables, gemelitos colgados en esplendor aceitunado
Anunciando exquisitas llanuras de tierno sabor.
Deleitando al granjero su orgásmico paladar.  

   

Viaje a la antigüedad

Mega Proyecto, máquina del tiempo
Transportando viajeros a la antigüedad.
¡Chichén Itzá retorna a vivir!
Su pasado de gloria aun impone
Con rascacielos de piedra;
Gigantes sobrepasando el bosque.
Helechos haciendo reverencias,
Las pirámides, patios deportivos de jaguares,
Serpientes y tortugas jugando a escondidas, 
Y alrededor, paciente flora y fauna, 
Cual centinelas observando
El tren con su descarga de las hordas
Contentos de convivir con el recuerdo,
Deslumbrados ante la ciudad de piedra,
Cuya construcción aun mitos alberga,
De generosos extraterrestres regalando todo
A los “primitivos” obstruidos en la edad de piedra…

…Ahora, sus descendientes, cual escuadrón 
De guías patrullando la prehistoria,
Uniendo pelotones de forasteros,  
Recreando la vida, iluminando creencias
Cautivando con vigorosa sabiduría,
Encendiendo la sed de aprender
Que despierta hastiado y apático turismo,
Inmerso en profundos cenotes de historia,
Y saboreando su viaje a la antigüedad.   


*Cliff Olin Escribe poesía y cuentos.  Ha publicado poemas en la Segunda y Tercera Antología de Poesía Internacional y en Sabersinfin.  Participa en un taller de poesía.  Vive en Los Ángeles, California, donde fue maestro de primaria por 28 años.  Se graduó de Evergreen State College, en Olympia, Washington.  Vivió dos años en la Ciudad de México. Usa la bicicleta para ejercicio y transporte.  Toca blues-jazz piano en la calle y en un centro médico.