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lunes, 31 de agosto de 2020

"Iluminados por la palabra" Poemas de Valentina Rojas


Alejandra Pizarnik

Recordar un pájaro que va de rama en rama,
Mientras cada letra comienza a incrustarse en la garganta
Solo tú, Alejandra entendías esa fatiga
entre lo onírico de cada palabra
y la marca del lenguaje

El exilio de lo humano
la atadura y lo amargo
Alejandra, donde los ramajes letrados atraviesan al otro lado de la noche
y esperan los faros en las orillas con sus luces encendidas

El misterio de un ángel que mira hacia el vacío
estallido de la boca cuando se nombra,
la belleza que duele

Te hiciste camino descalza entre el seno de la muerte
ahora la blanca arena se tiñe y se guarda
durante el vuelo del pájaro que sangra.


Amanecer

Los días oscuros son atravesados por la palabra,
ahora habitan narraciones solitarias
mientras los muros se alzan sobre nosotros.
A que hora ruge la sombra,
dónde verter el fuego que se lleva como aliento
Una pequeña mariposa  alza su vuelo
El viento entra por la ventana,
el soplo de vida
 invade la casa.
Allí adentro, un susurro dice:
Ya los días oscuros son
iluminados por la palabra.


Rayo de luz

Emprendí una larga búsqueda,
No entendía la furia de mi pecho
Lo que arde en mis mejillas y se evapora,

Ni a mis pies que en forma de espirales viajaron como espías

Oculta en la profundidad...
La esperanza está al otro lado de la noche
                   La luz siempre estuvo tras mi espalda.


Visión

Un día vi la luz ocultarse
en el peso de la verdad de los cuerpos,
la grieta del camino
un misterioso hechizo,
recorre la mirada
huye del reflejo.
Nunca busqué 
pero quizás la certeza
siempre estuvo en el jardín.


*Valentina Rojas (Envigado, Colombia, 1998), estudiante de Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad de San Buenaventura de Medellín. Ha sido publicada en las antologías de mujeres poetas La Jaula se ha vuelto pájaro 2019 (Fallidos Editores), 100 mujeres poetas 2019 (Nueve Editores), El vuelo más largo 2020 Perú (Angeles del papel editores); en las revistas, MoodMagazine, Yólotl, Poetry Quarteely, y en algunas páginas web. Sus poemas han sido traducidos al inglés. Pertenece al comité editorial de la Revista Ágrafos. Ha participado en diversos eventos de poesía de carácter local, como el Festival Alternativo de poesía de Medellín, el Encuentro Internacional de Poetas al Viento, e invitada como exponente en la 13° Fiesta del libro y la cultura de Medellín. Además, asistió al Festival Internacional de poesía Ignacio Rodríguez Galván, celebrado en Hidalgo, Pachuca, México, invitada al 30°Festival Internacional de Poesía de Medellín.

¿Qué es la poesía? Poemas de Juan Diego Tamayo


Busco nombrar aquello que se escapa. El pasado que fluye en imágenes, una sensación, un sonido o la luz y la sombra que aprecio en una obra de arte. Así, creo un mundo interior y para ello tengo las palabras que a veces escapan o se quedan fijadas en un poema. Y todo poema es la resistencia al silencio, al vacío de la palabra misma, al olvido.



XVI

Vi derramar mucha sangre.
Los sueños quedaron tendidos en el campo.
Nadie consoló las estrellas ni imploró el perdón.
Sólo una boca decía: “Muerte, Muerte”. Su escudo era su cobardía.
Más llegaron las palabras. Venidas de todas partes.
En la plaza avivaron el sueño, la alegría, la hermandad.
Vi un hombre levantarse de entre los muertos:
“Mereces lo que sueñas”. Dijo.
Y las estrellas cocieron la boca de aquel que decía: “Muerte, Muerte”.

VI

No vi nada. El fuego lo lamió todo. Barcas, caseríos, palmeras.
Todos dejaron sus caseríos. Todos, me decía el viento, dejaron su ser en la arena que recogía su llanto.
Llegaron vencedores y vencidos. Ascendieron como la bruma golpeada; bajaron triunfantes como la lluvia.
En el valle las lágrimas florecieron.
Flor de odio es lo que ahora queda.
No vi nada. Todo fue muy rápido. Tan rápido como un nacimiento.
Apenas recordaba el agua.

IX

Así fue que nos olvidamos.
El caballo bajó desde la colina. Estaba lleno de luciérnagas.
Terminaste de deshojar la flor de la noche.
¿Cómo fue posible?
La columna de humo cubrió los campos.
¡Virtud la sombra! ¡Claridad nuestro nombre!
¡La noche pule la piedra de pedernal con la estrella de los muertos!

De nuevo tus huesos
Despojados del olvido
Ver sangrar una palabra
Como la belleza propia de los geranios
Arrancas una sílaba
Del espejo negro de tus alondras
Columnas son tus huesos
Para tu sangre de corona luminosa
Frente al tiempo de la calma
La roja estepa de la carne y del agua
Se despoja del alba
Sin descanso hemos de sentir
La noche púrpura y su amanecer

Mientras cortabas estrellas para el agua
Las pavesas de mis ojos te hacían cercana
Te abracé como a un invierno triste
Como a la muerte cuando se llora
Y temblé en la estación más lejana de tu ser
Tu casa era palabra de la rosa
Silencio de una playa
Y de un mar que me contó sus historias
Escondí en mis venas tus olas y tu delirio

**

Tormenta
Como el caballo que no se deja domar
el fuego resiste al viento
diminutos lirios cubren los ojos
del hechicero que prolonga su sueño
en el río
el bello flautista evoca las danzarinas
el agua se detiene en sus hombros
y el pájaro de aleluya festeja
los límites del cielo
pequeña estrella salvada de tu
destino
prófuga en el sueño de los hombres
repites tu furia interminable.


*Juan Diego Tamayo nació en Medellín, en 1968. Cofundador del Festival Internacional de Poesía de Medellín. Poemas suyos han sido publicados en las revistas Prometeo, Imago, Punto Seguido, Misterio Eleusino, Isla de Barataria (Argentina). Participó en el tercero y séptimo Festival Internacional de Poesía de Medellín. Obtuvo el Tercer lugar en el concurso de poesía Castro Saavedra (1994). Ha dictado numerosos talleres de apreciación poética y de poesía contemporánea. Tiene como Tiene inéditos los libros de poesía: Palabra Espejo. Trazas del Bosque. A una Ciudad. De Ceniza y Olvido. Los Elementos Perdidos y A una Ciudad.


viernes, 28 de agosto de 2020

"Calle, tristeza e independencia" Cuentos de Francisco Jiménez



Independencia

"No me molestes" dijo Valeria con tono firme. No dejaba la rabieta cuando su hermana ya le reclamaba de nuevo por haber tomado del armario su muñeca favorita.

Así transcurrían los días de cada semana, mes y año de su infancia mientras se dejaban llevar por juegos, objetos y canciones de belleza casi imperceptible por la cotidianidad de su vida.

Ya un poco más grandes, decidieron arriesgarse un poco más y desafiar las posibilidades de su edad. Tomaron camino solas una tarde sin su madre por primera vez, la calle les parecía llena de alegría, vida y colores. Cada sonido era una sinfonía que terminaba en un grito de voces oscuras o rugidos de bestias mecánicas.

Nada fue igual después de esa primera incursión a la independencia y decisiones individuales, ya nada podía hacerlas regresar a la obediencia sin cuestionamientos y dudas sobre lo que se les decía.

La edad nunca más fue un obstáculo.


Tristeza

Eugenia estaba triste. Solo pensaba en su madre, a quien más amaba y su corazón temblaba pues no la veía ya hacía una semana.
Su temor era infundado, absurdo o hasta desdichado pero para ella era la forma de enfrentar los días sin esa persona amada.
Sus ojos de pronto se llenaban de agua salada y su valor menguaba a la soledad que pueden infundir las palabras. Los sonidos sordos y las sonrisas huecas eran la alegría de cada acción a cada hora. Lo que miraba, con quien se comunicaba, lo que escuchaba le era de alguna manera una agonía aletargada, así como a un cachorro la falta de alimento a cargo de la líder de su manada.

Al cabo de una semana se reunió con su madre amada y aunque su forma cambiaba, a otra persona amada, también extrañaba.


Calles

Una caminata nocturna siempre despeja el alma. Eso pensaba cada que la angustia me alcanzaba.
Aquella noche en la calle de Esparta fue diferente la resolución de la caminata pues no ayudaba a calmar el alma. Esa noche solo el terror aumentaba la sensación de violencia en mis entrañas. Miraba a cada lado del camellón por el cual caminaba y sólo veía gente tirada, distanciada, golpeada por la incertidumbre de lo desconocido a la entrada de sus casas, mirando por sus ventanas el oscuro e inmenso vacío de la noche en la ciudad de las trabas. Escuchaba caídas de agua y el camino que abría hasta la alcantarilla, el estruendo de los coches en movimiento y palabras altisonantes y lujuriosas que a lo lejos solo sonaban entrecortadas.

El camino no fue muy largo pero las imágenes en la calle creaban distancia entre el pensamiento y el alma, entre la mente y el corazón que ya vislumbraban el fin de otra canción.

Mientras sentía el frío en la cara decidí volver a casa que para  entonces ya no me pareció tan mala, triste o ingrata. Solo pensaba que mejor que la caminata era un abrazo tibio y una almohada.


*Francisco Jiménez, mexicano, de la Ciudad de México nacido en 1978, ha dedicado gran parte de su vida a la música que inevitablemente lo llevó a la escritura de canciones.
Después de años de escribir canciones decide iniciar una aventura en la escritura de cuentos de los cuales hay aquí 3 muestras. La aspiración lograr escribir también novelas.

"De mis pechos maduros" Poemas de Natalia Jaramillo


Un refugiado

Soy un ido,
un refugiado,
un volado.
Tantas fronteras debajo de mis pies,
marcadas en mis rodillas.
Antes, tenía una bandera que era cobijo y arrullo para mis hijos.
Ahora, no tengo nada, ni rumbo, ni refugio,
esa bandera es de un nailon que no cobija, solo eso,
como el maldito escudo que no dice nada.
Perdí mi nombre entre el pantano.
La cabeza de mi hermano quedó enterrada
junto con la inocencia de mi pequeña
y todos mis dientes.
Ya ninguno llora,
nos hemos secado,
pero el frío nos mantiene húmedos como gusanos.
Eso somos para todos, para el mundo y sus banderas,
gusanos que comen sobrados,
que se visten con las hilachas que dejan,
perdimos todo derecho de ser.
Pertenecemos a las estadísticas del miedo,
las que tocan a los grandes
porque los hace sentir incómodos por comer caliente,
por dormir,
por pertenecer.
Soy un ido,
un refugiado,
un volado.
Hago parte de las noticias de las siete,
soy importante en los segundos que muestran nuestra miseria,
pertenecí en el instante de tu lamento.
Dejé de ser cuando
la bomba,
la bala,
la mina,
la amenaza
perforó el alma que me ataba a la humanidad.
Hace tiempo dejé de tener nombre
soy un colombiano más,
un sirio más,
un cubano más,
un palestino más,
un mexicano,
un africano,
un latino,
... soy una cifra.
Un ido,
un refugiado,
un volado.


De mis pechos maduros

Soy bella desde el mismo instante
en el que miro al espejo
mis pronunciadas curvas
y no me avergüenzo.
Porque con ellas caliento la aurora.
En mi regazo amplio duerme el horizonte.
De mis pechos maduros
se alimenta la savia.
Si, no me avergüenzo,
porque con este cuerpo
se han andado maravillosos campos,
se han conocido hermosos lechos
se han degustado inolvidables cenas
se han probado las delicias del vino.
Si, no me avergüenzo...
Un poco madura,
un poco maltrecha,
un poco imperfecta,
y más viva.


Corazón de segunda

Con mis propios ojos
He visto su ataúd hundirse bajo la tierra
Y todo sin cesar sigue avanzando,
Por eso tienen un aire grandioso.
Quién le habrá dicho
que mi corazón es de segunda.
Antes me gustaba acechar el amanecer.
Ahora la vejez se apodera de mí.
Sobre mi cabeza
El día es largo como el éter.
Hay silencio,
Y sólo un murmullo pasa sobre mí
Como sobre un campo despojado.
Sí. Mi corazón es de segunda.


*Natalia Jaramillo. Escritora colombiana, nacida en Envigado – Antioquia, en 1977. Hasta el momento ha publicado los libros de poemas: "Poemas para matar a un hombre" ganador primer puesto modalidad Poesía en el Festival de Arte Joven 1999 de Antioquia; "Poecitas", Editorial independiente J Ediciones, “Golosinas para comer con las manos sucias” en la Editorial Pla-ke, México y “Toda la sangre que nos queda” Editorial, Fallidos Editores, Medellín. Ha publicado relatos y poemas en antologías y revistas de Colombia, México y España. Lleva un blog llamado ojodedevino. blogspot, donde escribe algunas crónicas, recetas, poemas y relatos para sus amigos y algunos lectores desprevenidos. Participa activamente de la Fundación Libros barco que trabaja por la promoción de la lectura en Colombia.

"Oscuro domínio" Poemas de Bruno de Sousa


Oscuro domínio

Amar-te assim desvelado
Lábio mordido na luz.
Praia estendida ao Sol
Na areia do ventre olvido.

Fogo-fátuo de desejo
Feroz, barco louco.
Onomatopeia teu corpo
Tenaz do meu viver.

Sorriso vertendo vida
Teu abraço desertor.
Mãos que tocam o infinito
No alcance vasto do imediato.

Beijo que é noite escura
No dia que ali amanhece
Intemporal, estático,
Que o Amor um dia finda.

De novo, o teu toque:
Lua sonhada sibilante
Mordendo o céu límpido
Da tua boca que apetece.

Movimento que não pára
O começo que não termina.
Ser teu mais uma e outra vez,
Ser rio que em ti desagua .…


Dominio oscuro

Amarte así desvelado
Labio mordido por la luz.
Playa extendida al sol
En la arena del vientre olvidado.

Deseo fuego fatuo
Barco feroz y loco.
Onomatopeya tu cuerpo
Tenaz de mi vida.

Sonrisa vertiendo vida
Tu abrazo desertor.
Manos tocando el infinito
En el vasto alcance de lo inmediato.

Beso que es noche oscura
El día que amanece ahí
Atemporal, estático,
Que el amor acabe algún día.

De nuevo, tu toque:
Luna de ensueño silbante
Mordiendo el cielo despejado
De tu boca que se siente así.

Movimiento sin parar
El principio que no acaba.
Se tuyo una y otra vez
Sé un río que desemboca en ti ...


O regresso nem sempre é uma vinda

O regresso nem sempre é uma vinda
Que torna ao lar que o abraça.
Há saudades de amor que o tempo lassa
E que permanecem ainda e ainda.

A ida para uma fuga que nos prende
Faz-nos ficar tristes e sorumbáticos
Como se o vento, nos seus coices acrobáticos,
Nos ciciasse que a compra também se vende.

E a solidão alastra e aborrece
Porque sabe que não é voluntária.
Mas, o coração é teimoso e pária
E nas recordações lembra o que viesse.

O regresso nem sempre é uma vinda
E um escape não soluciona a solução
Que está nas mãos de uma só mão
Que é tão simples como uma chuva linda.
Jogado  a um canto como um farrapo
Está o sentimento que é enorme
- Tolo de tolices disforme
Que te ama e que agora destapo.


El regreso no siempre es un venir

El regreso no siempre es un venir
Eso hace el hogar que te abraza.
Hay un anhelo de amor que fatiga el tiempo
Y que permanezcan quietos y quietos.

Ir a un escape que nos detiene
Nos pone tristes y tristes
Como si el viento, en sus acrobáticas patadas,
Cuéntanos que la compra también se vende.

Y la soledad se esparce y aburre
Porque sabes que no eres voluntario.
Pero el corazón es terco y marginado
Y en los recuerdos recuerda lo que vino.

El regreso no siempre es un venir
Y un escape no resuelve la solución
Que esta en las manos de una mano
Eso es tan simple como una hermosa lluvia.
Arrojado a un rincón como un andrajo
Hay la sensación de que es enorme
- Tonterías deformadas tontas
Quien te ama y quien ahora te descubre.


Que desolação ou alegria habita

Que desolação ou alegria habita
Na noite que nos recebe e ali pasce,
De braços abertos, num estrelar que nos fita,
E o luar dos teus olhos em mim crepita
Um beijo que morrendo na tua boca nasce?

Que desígnios insondáveis perscruto
Na escuridão do teu corpo moreno,
Bebendo da luz um saxofone que escuto,
Numa melodia doce que se vestiu de luto,
Porque o dia é um intervalo pequeno?

Que voz ou som o meu desejo pressente
No mocho que canta o breu da vida,
Numa arrepiante eufonia decadente,
De agonia, como a aurora subsequente,
Ao toque que finda uma mádida despedida?


Qué desolación o alegría habita

Qué desolación o alegría habita
En la noche que nos recibe y muere allí,
Con los brazos abiertos, en una estrella que nos mira,
Y la luz de la luna de tus ojos en mí crepita
¿Nace un beso que muere en tu boca?

Qué diseños insondables miro
En la oscuridad de tu cuerpo oscuro
Bebiendo de la luz un saxofón que escucho,
En una dulce melodía que se vistió de luto,
¿Por qué el día es un breve descanso?

Que voz o sonido siente mi deseo
En la lechuza que canta el tono de la vida,
En una escalofriante euforia decadente,
En agonía, como el amanecer posterior,
¿Al toque que acaba con una mala despedida?

Traducción: Revista Innombrable

* Bruno de Sousa, abogado, nacido en Viseu, se licenció en Derecho por la FDUC de la Universidad de Coimbra donde publicó, con el apoyo de esta Institución, el libro de poesía "Pélago Sereno". Fue fundador y copartícipe del espectáculo de poesía "Antologia Coimbrã". En enero de 2018 publicó el libro de poesía "Eclusa das Palavras" con el sello de Editora Idioteque y en 2019 el libro de poesía "Speculum" con el sello de Edições Hórus, publicando también algunos poemas de revistas de poesía de habla portuguesa dispersas.