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lunes, 18 de mayo de 2015

"La poesía, el amor y el erotismo" poemas de Antonio Acevedo Linares



Le poème est l, amour
réalise du  désir demeure désir.
René Char

Antonio Acevedo Linares (Colombia)

El erotismo es el encuentro de los cuerpos como es el encuentro de las palabras en la poesía, donde se crea una comunicación bajo el deseo de los cuerpos y el significado de las palabras. La poesía erótica es una erotizaciòn del deseo y la palabra deseada. El encantamiento del lenguaje frente a los cuerpos desnudos es el encantamiento de los cuerpos frente a la palabra erotizada. A través del lenguaje se erotiza el deseo de los cuerpos como transfiguración de la libido. La poesía canta el deseo de los cuerpos amorosos que se aman también en las palabras. El oficio de la poesía asume el oficio de los cuerpos como materia prima para su maravillosa creación poética. Allí está contenida su ética y su estética literaria. Un nuevo humanismo para hacer de la sexualidad un hecho transcendental. La recrea y lo trasciende mediante el lenguaje para hacerlo más sublime porque el encuentro sexual de los cuerpos se trasciende mediante el encuentro erótico de las palabras. La palabra recobra el cuerpo de los deseos como el cuerpo recobra a la palabra que la canta. Poesía y erotismo son dos expresiones de la sexualidad y la literatura que reivindica el cuerpo y la palabra. En una sociedad reprimida y de doble moral como la nuestra, la reivindicación del cuerpo y la palabra es un arte poética y un arte erótica, que se hace necesario humanizar esa creación porque la poesía como el erotismo es un arte, y la función social del arte, es la reivindicación de la belleza, la libertad y la realización humana.

El hombre escribe o hace el amor porque quiere alcanzar la inmortalidad en tanto que también tiene derecho a esa « ración de paraíso » como lo manifestara algún poeta. El derecho al placer y no a la reproducción, a través del erotismo, y a la comunicación, a través de la escritura, es de las primeras necesidades del hombre que realizan la condición humana .El nuevo humanismo en torno a la sexualidad radica en el tratamiento que desde la poesía y el arte podemos redefinir lo sexual como una expresión simbólica de los cuerpos, que los cuerpos desnudos son también objeto del arte y de la poesía porque el hombre es un animal simbólico y erótico que lo expresa a través de su escritura y su práctica cotidiana del deseo, que es la que lo impulsa a escribir y a amar, y que no es solo como una expresión propia para la satisfacción de una necesidad o una reacción fisiológica o bioquímica.


MI PATRIA

Tu cuerpo es mi patria
rodeado de dos océanos
y un hermoso horizonte
y su paisaje son dos colinas
y un valle fértil como
su monte de Venus
en donde ondea una bandera
como su pelo del viento.
Tu cuerpo es mi patria
con sus preciosos yacimientos
y agrestes desembocaduras
como con su parque natural
de los nevados y sus cascadas
su jardín de orquídeas y corales
sus ciénagas y arrecifes
desiertos y santuarios
de flora y estoraques.
Tu cuerpo es mi patria
que escribo y amo
y sueño en esta página.

La poesía, como el amor, es un encantamiento. La poesía amorosa es el deseo realizado en la palabra. El hombre es el único animal que ama y recrea en la palabra la emoción, la vivencia y la ternura del amor. En la poesía de amor hay una erótica del lenguaje porque donde hay amor, hay deseo, y donde hay deseo, hay erotismo. El hombre erotiza el deseo y ese deseo erotizado es lo que la cultura ha denominado amor. El amor es una invención de la cultura, es lo que hemos inventado para sentirnos menos solos, trasciende la animalidad del deseo embelleciendo o ennobleciéndolo a través de la palabra poética, esto es, la poesía. El amor es deseo, que nace con el hombre, y luego a través de la cultura, es espiritualizado. El amor es el deseo espiritualizado. Cuando un hombre le dice a una mujer, te amo, en realidad lo que está diciendo es, te deseo. El deseo se ha espiritualizado. En la poesía amorosa, el amor no es solo un estado del corazón, es también un estado de la palabra. El poeta enamora la palabra y en ese proceso de seducción, crea la poesía.


EPIGRAMA

Bajo la especie de una
biblioteca un hombre que
moró por los libros se figuro
el paraíso y una mitología
en la forma de un jardín
con manzanas prohibidas
y hubo quienes como
suntuosos palacios de oro.
En la forma de tu cuerpo
yo me imagino el paraíso.

El poeta recupera el deseo que eterniza en la palabra. En la vida, “el amor es eterno mientras dura,” decía Vinicius de Moraes. En la poesía, el amor es eterno mientras conmueva a los amantes. El amor en la poesía, funda una estética de la palabra. Una sensibilización del lenguaje porque la poesía es la ternura de todas las cosas. La relación entre amor y poesía es una relación tan íntima como la relación entre un hombre y una mujer. Es su evocación. El poeta evoca en la palabra la mujer de sus sueños o el ideal del amor: “Si una mujer comparte mi amor/ mi verso rozara la décima esfera de los cielos concéntricos / Si una mujer desdeña mi amor/ haré de mi tristeza una música/ un alto rió que siga resonando en el tiempo/” escribió amorosamente Borges.
La poesía de amor es la prolongación del cuerpo en la palabra. El cuerpo como extensión de la palabra y la palabra como extensión del cuerpo. El cuerpo y la palabra recreados por la poesía y el deseo, para una poética del cuerpo que haga memoria en la palabra en intento de una poética de la palabra que haga memoria en el cuerpo. Una poética del cuerpo y la palabra como la expresión más genuina de una poesía amorosa y erótica. La poesía del deseo y el deseo de la palabra. El poeta tiene una utopía, que un día el amor sea como la esencia de su palabra mágica y esplendorosa. El poeta cree en el poder de la palabra porque cree en el poder del amor. En el reino de la poesía, el amor da existencia a la palabra. En el reino del amor, la palabra da existencia al deseo.


POÉTICA

La poesía se escribe
con la propia vida
de quien la sueña
es de quien la trabaja
como la tierra que se siembra
a veces no es de quien la escribe
sino de quien la enamora
la poesía nace desde el fondo
de sí mismo como desde el fondo
de los ojos de una muchacha
no tiene partido pero
a veces se adhiere
a causas perdidas
y se escribe con ternura
como la que tienes
cuando ella te abraza desnuda.

En el amor, la palabra endulza el oído del amor amado. En la poesía, el amor endulza la palabra del poeta alucinado. El amor en la poesía, es la prolongación del amor por la palabra. Un encantamiento de la palabra porque el amor es la poesía de todas las cosas. En el amor, hay una consagración de la palabra, por la vía del deseo. En la poesía, hay una consagración del amor, por la vía de la palabra. En la palabra hay un espíritu. En el amor hay un deseo. El amor es el espíritu de la palabra como la poesía es el espíritu del deseo. El poeta se realiza en la poesía, por la palabra. El que ama se realiza en el amor, por el deseo. En la conjugación de poesía y amor, el amor es el deseo que se realiza en la poesía como la poesía es la palabra que se realiza en el amor. La palabra es un órgano de seducción en el amor. El deseo es la excitación de la palabra en la poesía.


EPIGRAMA

Amo tu deseo cuando
deseas mi cuerpo
como amas mi deseo
cuando deseo tu cuerpo.

Escribir un poema de amor es vivir el amor doblemente. En la mujer que se ama y en la palabra que la sueña. En su espíritu y en su carne. El amor no es solo una metáfora en la poesía. En la poesía el amor se hace sublime.


LABIOS

Tus bellos labios
como la sonrisa de la Gioconda.
Alabados sean en tu cuerpo
como los girasoles de Van Gogh.
Tus bellos labios rojos como los de tu boca
que palpitan bajo tu falda como tu corazón
maravillosos como la torre Eiffel.

El poeta escribe por amor, porque el amor, como la poesía, recordando a Luis Cardoza y Aragón, es la única prueba concreta de la existencia del hombre.


EL MUNDO QUE TE HABITA

Al abrir la puerta
de la jaula no es un pájaro
el que vuela
es la libertad que se recobra
como no es el viento
el que se entra
cuando abres las ventanas
sino los fragores de la ciudad nocturna
y no son las páginas que sientes
cuando abres un libro dulcemente
sino es el olor de los árboles
de la que están hechas sus hojas
y donde moran felices las palabras
como cuando abres un cuerpo
es el mundo el que te habita.

lunes, 4 de mayo de 2015

-La Mort Eternelle-




Apenas apuntan las tres con quince
y se presenta a mí
como la única virgen
de un país conquistado,
llega hasta el tímpano
de un solo suspiro
y se estremece al pronunciar mi nombre.
Puedo verla
recostada sobre mi cuerpo
con sus cuencas robando el brillo de mis ojos,
suspirando cual colegiala
enamorada de las barbas de su abuelo.
Me mira inmóvil e inmóvil juega con mi vida,
lenta y cautelosa detiene con modestia mis palpitaciones
hasta ahogar un seco grito de mi alma implorando que se detenga.
La lluvia cae sobre mi cara,
pero ella sonríe como si se viera
vestida de negro y con un sombrero que sobrepasa el ancho de sus hombros,
como si este fuese un chiste que cuenta a diario.
Y después se acerca de nuevo a mis oídos
y con el mismo aire de un tirano enternecido por la niña antes de ser quemada pregunta:
"¿Por qué si tanto me deseas no vienes conmigo, en vez de quedarte
aquí lamentando el hecho de no tenerme?"
Es mejor agotar las formas en las que te presentas,
a veces tan débil como un silbido
que arranca los latidos mientras uno duerme,
y otras veces tan violenta detrás de horas de inmensa tortura.
A veces cuando tú te vas mi placer comienza,
mis ojos alucinan el color de la flor de carne,
surge un paraíso que cualquier creyente juraría hace llorar a Dios,
y sólo de pensarlo, aunque su existencia no cambie nada,
me pone en un tremendo frenetismo.
A veces creo que tú crees que soy un cobarde
al mudar mi apartamento justo un paso del precipicio.
Existen los que deciden saltar,
sin más, tirar el brinco hacia el vacío
evaporarse de un sólo tiro,
representar aquel poema de Rimbaud
y también los que somos cobardes
los que miramos el barranco y nos da miedo quedar vivos
pero no por eso somos insensibles
a todas tus insinuaciones,
te hacemos nuestra en una noche
con el afán de que al despertar
nos abandones, y sencillamente nos dejes allí
tumbados sobre la cama
con la respiración ausente
haciendo nuestro cuerpo un paraíso
para los gusanos.
Tan solo tenía trece años cuando te mire por primera vez
estabas debajo de aquel tráiler,
secando las lágrimas de un pequeño,
te pregunté: ¿por qué a él?
y con una sonrisa coqueta
dijiste: esto no fue cosa mía,
también te recuerdo junto a la tumba de mi abuelo
consolando aquellos rostros dramáticos
que tenían años de no verle,
y la primera vez en mis sueños
que con el mismo tacto de una ametralladora
me preguntaste por el padre que mi niñez adoptó.
Nunca fuiste tan hermosa hasta aquel momento
mis lágrimas eran tantas
que el mar las hacía suyas,
Necesito un corazón sólo de adorno
para no llorar tu ausencia cada noche
entonces tomaste mi mano
acariciándome ligeramente como la niebla
yo soy tuya porque tu destino se encuentra a mi lado
te esperaré siempre en un eterno resplandor grisáceo
y en el momento en que seas valiente
estaré yo para llevar tu alma
a nuestro abismo.
Tú, cuerpo,
glorificante misterio
núbil orgasmo pretencioso y negro
la luz me atrapa en tus adentros
mi alma queda inmóvil en tus labios,
eres deseo y eres tortura
eres la sangre en pro de la guerra
en voz de lo invaluable.
Surges de la más pura nada
desgastas mis caricias y mis besos
con aquellos días de las cruzadas,
eres amor y miedo,
eres dulzura y crueldad
triste todo sumergido en nada
en tus brazos quiero quedarme
que el suspiro de mi nombre nunca deje de sonar.
En ese momento tu rostro se desvanece
y aquel fulgor que había tejido con sueños
comienza a deshacerse, como si el viento
volará la pólvora antes de explotar.
Paredes surgen lentamente
mi cuerpo vuelve a aquella cama
guardada en aquel gris rincón de la casa,
tú ya no estas
mujer o muerte
no me importa
lleva mi cuerpo a tu abandono,
y si me pides que deje por piedad de escribir
dejare todas mis letras entre tus muslos
y en tu pecho la insignia:
“aquí fue donde un poeta murió
y un amor se volvió eterno…”

Raphael Dómine (México)