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sábado, 3 de octubre de 2020

¿Qué es la poesía? Poemas de Rubén Darío Lotero


Mi poesía nace del andar cotidiano, del observar, del detenerse, del nombrar. A la manera de un diario donde lo íntimo dialogo con lo otro, mi poesía está hecha de fragmentos de mí mismo y de la ciudad. Son imágenes como las de un álbum que se contrastan unas con otras, se complementan o se dispersan. Algunos poemas tienen forma de haikú, otros son más narrativos, porque involucran a personajes de ciudad. 
Ser a la vez transeúnte y morador. Desplazarse, pero también detenerse, para anotar, para mostrar cómo está relacionado el ciudadano con los elementos.
A la manera de un hombre que registra “lo primero que oigo al levantarme por la mañana” o vigila “ cómo nace el día/ cómo se encienden otras luces/ de otros predios” o se detiene “ junto a la verja/ de nuestra casa iluminada” .


El trompo

Vestir el trompo con delgado hilo
y en un envión
desvestirlo
esbelta bailarina de lisas caderas
danzando libre
en un sólo tacón


La casa

(a la memoria de mi madre)
Un barco es esta casa
navegando por la ciudad
con su familiar tripulación
y mi madre es su buen capitán
pendiente de cada detalle
y de cada ventana limpia
para continuar adelante
con su proa levantada
hacia las casas vecinas
y la popa del patio
llena de matas
En la cocina
(máquina de vapor)
pita la olla
y en las cuerdas
la ropa seca
velas desplegadas al viento
Un barco es esta casa
con los camarotes tendidos
las almohadas guardando los secretos
de sus jóvenes marineros
(mis hermanos)
que descienden por una única escalera
después de cada viaje nocturno
hacia la calle
En la tarde
cuando aún el barco no toma
el rumbo de la noche
y después de dejar en la mesa
el libro y el cuaderno
salgo a su balcón
a mirar
Cerca
los pájaros del cielo
se posan sobre las antenas
de los tejados vecinos
o en hombros del álamo de la acera
mueven inquietos sus colas
y saltan hacia las lejanas montañas
que flotan como islas
en el azul
Por eso cuando mi madre muera
con dolor la meteremos
en una pequeña
y estrecha canoa
y la lanzaremos
hacia el cielo
para verla alejarse
como nube blanca
y en la noche vagar


El regreso

Con la tierra negra en el rostro
y en la cuchilla del azadón
regresan al pueblo por el camino
padre e hijo oyendo radio
A sus espaldas los arados
adelante sus perros
En casa los espera el agua del baño
el plato de fríjoles en la mesa
y el tosco lecho con el cristo encima


El poema

La vida se destiñe como un bluyín
los días corren hacia atrás
como los postes en una veloz autopista
y el poema
como el vestido viejo
olvidado en el armario


A la muerte del poeta

Un día sin aire poeta
te llevaste la mano al pecho
(esa misma que signó
este mundo nuestro
con la palabra
que es aliento
y respiración)
y decidiste descansar
pues ya habías cumplido
con tu cuota.
Tú que tantas veces
sentiste su presencia
recibiste sin miedo
lista la maleta
su abrazo fuerte
asfixiante
su abrazo.
a José Manuel Arango (1937-2002)

Llovizna

Cuando apenas me acuesto
y me arropo hasta la garganta
se deja venir la callejera
la que ya no se sostiene en el aire
y se adentra arrulladora
por la silenciosa casa
y desciende descalza
hasta el último escalón
de mi alma


Escritura

Hoy también me perdí
callada amiga nocturna.
Sólo ahora descubro tu silencio
sólo ahora me detengo en tu rostro.
Perdona el retraso.
Corría por la calle entre la tormenta
hasta los escasos refugios
bajo los aleros de las casas.
Y sólo ahora te abro como al armario
donde cuelgo mi ropa
para que conversemos
en el cuarto rodeado de lluvia.


Camino a casa

Cuando preocupado me he bajado del bus y camino hacia
mi casa, el viento que sube por la calle me refresca, me
alisa los vellos de los brazos y lo escucho silbar en el hombro.

Entonces me calmo y observo cada cosa que encuentro
en la acera: colillas de cigarrillo, papeles y los yerbajos que
crecen en las junturas del cemento.

De cada casa sale un aliento diferente: un canario, una
flauta y una balada de radio que se descuelga desde
un balcón y que continúo cantando calle abajo.


*Rubén Darío Lotero (Medellín, 1955). Poeta, cronista, cineasta. Licenciado en Español y Literatura y Maestro en Docencia; profesor en Lengua y Literatura Española. Ha sido profesor de Lengua Castellana en diversos colegios públicos de Medellín y de Antioquia. Profesor de Cátedra en la Universidad de Antioquia y profesor de Pedagogía y Humanidades en la Escuela Popular de Arte. Ha dirigido y creado talleres literarios en diversos barrios de Medellín. Fue coeditor de la revista de poesía Acuarimántima a finales de los 70. Ha publicado: Poemas para leer en el bus (Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia, 1991), Historias de la calle (1991), Camino a casa (2003), Papel de globo (2004), Poemas del Metro de Medellín. Les poèmes du métro de Medellin (2011).

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