Juego a ser poeta
como podría jugar al artista,
al caminante.
Mi juguete se quebró
y ahora
lo remiendo con versos.
Algunos quieren ver el juguete en la basura,
desean que los buitres
hagan círculos alrededor de mi cuerpo descompuesto.
Y al final sé,
que el juguete no pertenece a nadie,
ni lo fabrican en masa en el sudeste asiático.
Juguemos juntos,
con nuestro juguete.