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viernes, 28 de junio de 2024

"Homenaje póstumo" poemas de Cielo Suley González Peña


Flama que fluye, llama incesante
 
Fluimos como el agua en esporas que cabalgan con el viento,
Poseídos por muchos soles hasta nuestro final seguro.
Pero Nolan, no le tengo miedo a la muerte,
sí caigo,
sí cesan mis suspiros y termina mi fatiga.
 
¿Por qué habría de temer?
 
Te esperaré... sí, detrás de las turbias aguas,
En donde brilla con esplendor súbito inhóspitas tinieblas,
Y mi mano, que es también tu mano, se extenderá por infinitud de galaxias, porque siendo
humana no soy nada,
Ni polvo para este mundo,
Quizá en otro, ese que alguna vez inventé en mis sueños,
Uno que vagamente ahora recuerdo tras la delgada línea roja suscrita en mi cabeza,
Allí, donde nada ni nadie apagó mi llama.
 
 
Aguarda corazón
 
¡Oh! Corazón, no me peces tanto,
Recuerda que mi alma también se cansa
Y este cuerpo lábil que recoge el polvo solo aguarda,
Aguarda como el silencio al estallido,
Como el frío inerte que ronda el aire a la espera del brillo ardiente en la noche blanca;
Así mis ojos esperan la profunda noche,
A que las paredes acartonadas se echen sobre mi y acaben con la música de ese disco que se repite, una y otra vez,
Entonces, perpetuarme en el silencio…
Y cuando venga a mí, ligera y tranquila como la niebla
Caerán mis hojas de otoño
Y mi alma se hará liviana,
Así que solo aguarda corazón, aguarda.
 
 
Fragmentos del ayer
 
Mi alma está en fragmentos alojados en el ayer...
Como un anhelo en medio de la noche que no encuentra su destino,
Y en el asiento de mi alma,
Mi aliento esconde tu rastro,
Más allá de las sombras de este cuarto oscuro donde se detuvo el reloj en la profundidad de esos ojos,
Esos ojos que yacen en mí y prescriben aquella luna llena que vislumbró las burbujas de tu sonrisa...
Y seguiré buscado tu puerto para anclarme allí frente a tu rostro,
Aunque las arenas movedizas del tiempo me deslicen errante.

Homenaje póstumo
 
Encontrar que la vida al final fue solo un sutil parpadeo
Y que en el entre tiempo,
Cuando más se iluminaban nuestros ojos,
Llegaban de manera fugaz casi inapreciable todos los momentos que reunieron nuestra historia.
Entonces, quizá a los que se quedan les pertenezca el llanto...
El llanto ante la nostálgica felicidad que deja el resplandor de los buenos momentos...
El llanto ante la realidad de que seas solo polvo que se eleva con el viento,
Mientras divagas en la melancolía perenne de los recuerdos que se estrellan en el destello de las pupilas...
Porque al final eso somos,
Somos recuerdo, polvo, carne y huesos...
Somos solo eso,
Polvo, carne y huesos.
 

*Cielo Suley González Peña, nació en Medellín, Colombia. Es Trabajadora Social de la Universidad de Antioquia de donde se gradúa con matrícula de honor. Actualmente, colabora en el Centro Cultural La Huerta, una apuesta por la lectura, la música, el cine, la pintura y el arte en general. Hizo parte, de la Corporación Acción Verde, la cual desde sus cimientes trae una propuesta urbano-ecológica que busca resignificar, empoderar y transformar la comunidad. 

Es pintora y poeta. Desde muy joven incursionó en el dibujo, una pasión que la abstraía por completo, hasta que llega a la pintura en el año 2022 donde tuvo clases con el profesor y artista intermedial Alonso José Zuluaga M., quien es docente de artes plásticas en la UdeA y el ITM; desde entonces, cultiva el arte de pintar como un escape del desacierto que implica el vivir en el afán fútil del día a día, explorando con pinturas conceptuales, las cuales incluyen un escrito donde expone el concepto que aborda en cada una de sus obras. Su inclinación por la escritura de poesía, surge antes de la academia y se desarrolla a la par con su carrera profesional, dando como resultado la creación de más de 50 poemas inéditos, de los cuales ha compartido algunos por redes sociales.

viernes, 21 de junio de 2024

"Monólogo del pájaro" poemas de Hernando Guerra


El patio de mi casa

Mi casa sobre la orilla del abismo
al lado de las nubes
territorio del viento
es una comodísima mansión
de precipicios
Su patio: el largo vuelo del pájaro


La casa

En este lugar del ruido
donde se levanta una ciudad de miedo
tuve alguna vez mi casa
de ventanas abiertas al silencio
de puertas a la luz
Tuve alguna vez mi casa
donde la hamaca cuelga de la sombra
y el pájaro canta canciones de ausencia
Casa de caminos que se alejan
que se pierden más allá de bosques y de arroyos
de veredas que transpiran detrás de las colinas
olor a verde, a esencia vegetal
Casa donde el verano pulsa los hilos del fuego
y en el techo intacto la lluvia sonríe
salta de gozo, repica de alegría
Casa de partos como auroras
de tardes doradas
de noches en que la luna crece
cuando el sueño inventa grandes reinos azules
Casa por donde cruza un río sin orillas
un tren que viaja entre montañas
un viento de alas largas
En este lugar del ruido
donde ahora se levanta una ciudad que hiere
tuve alguna vez mi casa
de patio sombreado


Monólogo del pájaro

En este árbol construiré mi casa
lejos del ruido que apaga la aurora
Más allá del polvo que cubre las alas
sepulta los sueños
ahoga el silencio
En este árbol construiré mi casa
lejos de la esquina azarosa
donde la noche tiembla
Nido de verano
sobre este árbol en que retoza el viento
y el paisaje cuelga
racimos de distancia
Casa y canto en este árbol lejos de la calle
más allá de la esquina
donde la huella gime
el vuelo sangra


Albedrío

De los escombros elige el que te guste
Hay azules, cielo despejado
para aquellos que sueñan paraísos
donde la luz no alcanza
Hay verdes, como el vientre del bosque
colmados de hojas y de alas
Los hay rojos como la espina, la gota de polvo 
o de fuego en cada verso, en todo vino
De los escombros elige el que te guste
Hay variedad de grises olor a bruma
El negro escondido en algún lugar de la tiniebla
El blanco páramo
El que inventa el calor de la canícula
Puedes llevar los colores del sol y de la flor
acaso el lila el magenta el rosa
Puedes llevar los colores de la luna y la semilla
los oscuros colores de la tierra
Puedes llevar el amarillo dorado
como el alba o la tarde
como fruto maduro
como ese viento que danza en los trigales
De los escombros elige el que te guste
Sólo tú sabes el color de tu miseria


Hemos recorrido por siglos la ceguera 

y es tiempo de encender el candil de la mirada. 
El sol restaura el origen, despierta los pájaros, 
su fruto y la fronda. Venga y se presente. 
Diga su añoranza, su dolor de parto, 
el largo viaje de la noche. Aparte con los pies 
desnudos la hojarasca. Diga quiénes somos 
y nos acoja en su destello. 
Alumbre el rostro colmado de ausencia.


*Hernando Guerra. Armero Guayabal, Colombia, 1954. Poeta y ensayista. Premio Dámaso Alonso Academia Hispanoamericana de Buenas Letras, Madrid 2017. Ha publicado doce libros de poesía, tiene tres inéditos y hace parte de una treintena de antologías. Su obra ha sido traducida parcialmente al mandarín, inglés, francés, italiano, portugués, hindi. Respira, lee y escribe en Armenia Quindío.
                                                                               

viernes, 7 de junio de 2024

"Eternidad en un instante" poemas de Carmen Alicia Pérez Gómez


¿QUÉ HACER CON LA SED?


Un hombre duerme cerca de un oasis,
                                                        tiene sed.
El agua se agota, como se agota
                       la imagen ilusoria del sediento,
bebiendo aguas que no terminan de saciarlo.
Dormido, enceguecido por la modorra,
busca a tientas algún pozo de agua para calmarse.
Aunque halle mil agujeros, seguirá teniendo sed.
¿Qué hacer con la sed
                        que se incrementa al pie de un oasis?
 


CEGUERA


Los ciegos deslizan sus manos
                   por los bordes de las formas,
desatar un nudo, implica tensar
                   una cuerda que ya no es lisa,
para ellos el agua es la misma
                                en todos los tiempos.
¿Por qué cuestionar el origen histórico
                                               de las cosas,
si todos provenimos de aguas distintas?
Nadie cree en la metamorfosis de la gota
                                que brilla en el pasto.
Los ciegos se adentran en
              las profundidades de las cuevas
con la certeza de seguir caminando,
                                             en la ceguera.
Despertar no es una opción,
                                        aunque de golpe,
la luz de un espejo,
                                les vibre los párpados.

DUELE


Duele la piel al roce con las hojas secas
y los huesos sedientos de humedad.
El sol es inclemente.
¿Habrá piedad para las pobres
                                    que amamantan
con la sed incrustada en sus espaldas?
Ella recoge los últimos granos del día.
En casa, los niños lloran de hambre.
La madre es un río interminable
                          perdido en el maizal,
tiene sed de encontrarse, y los hijos
                      detienen el vertimiento.
Es imposible abandonarse,
                  cuando el cuerpo se divide
                y algunas partes son el oasis.
 


ETERNIDAD EN UN INSTANTE
 
A mi pequeña Alma, que fue Luz desde antes de nacer.
 
Abro los ojos cuando todos duermen
La luz de dos túneles diáfanos me atrapa
me adentro en ellos y no siento miedo
tal vez porque en el fondo vislumbro tu sonrisa,
tal vez porque el miedo ha huido.
—Ya los perros olfatean y no ladran—
y los surcos se han llenado de agua
—ya no hay sequía—
Afuera llueve, gotas de agua pesadas
—como de hierro—
He visto varios lacerados
                  por poco mi alma se agujera,
pero ahora me he adentrado
                      en estos dos túneles diáfanos
en estos dos cuencos de luz que son tus ojos
                                            y me he salvado.



*Carmen Alicia Pérez Gómez (Cereté, Colombia - 1992). Licenciada en lengua castellana de la Universidad de Córdoba, especialista en gerencia de proyectos, maestrante en Estudios Avanzados del Teatro, poeta, actriz, dramaturga. Con más de 13 años de experiencia en el área literaria, artística y cultural. Textos de su autoría han sido publicados en medios impresos y virtuales de carácter local, nacional e internacional. Ha participado en importantes eventos literarios, como la Feria Internacional del Libro de Bogotá, el Encuentro Nacional e Internacional de Mujeres poetas de Cereté, Festival Internacional de Poesía de Medellín, festival Wine and Poetry (Chile) entre otros. Ha sido miembro activo de innumerables colectivos artísticos. Finalista en el concurso nacional de poesía Casa Silva, “la palabra, espejo sonoro” (2019). Ganadora del primer concurso internacional de poesía, “Manuel Zapata Olivella” XVIII Parlamento Internacional de Escritores Cartagena de Indias 2020. 2do puesto en el premio internacional de poesía Luigi Vanvitelli (Italia, 2024). Libros publicados: Silencio en el espejo (2020) Poemas de la Sed (2023) Obras inéditas: Árboles de piedra (poesía) La Casa (teatro) Olvido (cine) Círculos (teatro) Burdel poético (teatro). Actualmente es integrante del colectivo de mujeres escritoras “Volverán las oscuras golondrinas” y fundadora del colectivo de mujeres artistas de Montería, “Teatro nómada”.

miércoles, 5 de junio de 2024

"Dos Conejos" pinturas de Maribel Cháves Roldán


Nombre: La Caza del Conejo
Técnica: Acrílico sobre lienzo
Medidas: 70 CM x 70 CM
Año:2023


Nombre: Vista al horizonte 2
Técnica: Acrílico sobre lienzo
Medidas: 50 CM x 50 CM
Año: 2024




Nombre: Elton
Técnica: Acrílico sobre lienzo
Medidas: 30 CM x 50 CM
Año:2023



Nombre: Dos Conejos
Técnica: Óleo y hojilla sobre lienzo
Medidas: 70 CM x 50 CM
Año: 2023



Nombre: No Dualidad
Técnica: Óleo y hojilla sobre lienzo
Medidas: 30 CM x 30 CM
Año:2023



Nombre: Salvador
Técnica: Mixta
Medidas: 30 CM x 30 CM
Año:2023



Nombre: Altruismo
Técnica: Óleo sobre lienzo
Medidas: 30 CM x 30 CM
Año: 2023



Nombre: Compasión
Técnica: Óleo y hojilla sobre lienzo
Medidas: 30 CM x 30 CM
Año:2024




*Maribel Cháves Roldán, tiene formación en Artes Escénicas (Teatro) y en Artes Plásticas, en la facultad de Artes de la Universidad de Antioquía. En 1996, viajó a Bogotá donde se graduó en el año 2004 como Tecnóloga profesional en Cine y Fotografía. Durante este tiempo fue actriz en varios grupos de teatro y uniones temporales de creación. A finales de los 90s y hasta hace poco, eventualmente, participó como actriz de cine y televisión en algunas producciones.  Trabajó como tallerista y docente de Teatro, Expresión Corporal, Expresiones Artísticas, Lenguaje Audiovisual y Apreciación Cinematográfica en diferentes instituciones en la ciudad de Bogotá y Medellín. Después de vivir 12 años en la capital y obtener su título en Cine y Fotografía, regresó a Medellín en donde trabajó como Profesora Universitaria y Gestora Cultural y fue entonces cuando decidió ingresar nuevamente a la Universidad de Antioquía a estudiar “Maestría en Artes Visuales”. Con la llegada de su hijo se retiró de la academia y se dedicó tiempo completo a ser madre. Ocasionalmente pintaba retratos y cuadros que le encargaban algunas personas y galerías de esa época. Entre ser madre y pintar eventualmente, fue invitada a participar en la exposición colectiva; “D-6 Seis miradas sobre un mismo paisaje” en la galería Escarlatta que seleccionó a seis artistas jóvenes de aquella época, con propuestas pictóricas prometedoras y diferentes a lo que se exhibía en las galerías del momento. Después de esto dejó de pintar por muchos años hasta la llegada de la pandemia, donde encuentra en los pinceles refugio en medio de la incertidumbre. Durante el primer trimestre de 2023, realizó una diplomatura en “Arte Terapia”, lo que le permitió encontrar un nuevo rumbo en sus pinceladas; pinta e intenta hacer de su obra una simbiosis de lo aprendido del cine, la fotografía, el teatro y la vida. En la actualidad, forma parte del “Colectivo Artístico y Cultural de la Revista Innombrable” y es aprendiz de pintura y técnica del óleo con el reconocido pintor y maestro Dorian Flórez. Está en constante construcción y exploración de un estilo propio en su expresión pictórica, mientras continúa formándose y adquiriendo herramientas que le permitan ser asertiva en su ejercicio como artista y facilitadora.

"Doble acento para un naufragio" reseña de Yuleisy Cruz Lezcano por Hiram Barrios


Doble acento para un naufragio: 

Yuleisy Cruz Lezcano y la nostalgia como poética

Hiram Barrios


Decía Baudelaire que “El genio no es más que la infancia recuperada a voluntad”. Acaso por ello la evocación suele ser el instrumento predilecto del poeta. Quien escribe aspira a volver a la casa paterna, a la niñez, porque intuye que rememorar los primeros años de vida es habitar un refugio que nos abre las puertas de la poesía. Doble acento para un naufragio / Duplo sotaque para um naufrágio (2023) de Yuleisy Cruz Lezcano (Cuba, 1973) es un poemario que se lanza a esa recuperación de la infancia. Se trata de un libro que indaga en la memoria para buscar un asidero que permita entender el aquí y el ahora. Este libro puede leerse como la bitácora de un viaje existencia, pero también como una confesión que transita de la nostalgia por años de infancia y la patria perdida, a la gratitud por alcanzar un puerto de arribo, por la llegada a una nueva Ítaca.

            El mar, la ventisca, el oleaje y, por supuesto el naufragio, figuran como elementos que dan cauce a uno de los temas centrales: el dolor por la partida, pero también el anhelo de un regreso que llena de vitalidad el canto. El libro está conformado por cuarenta y cinco poemas en los que descuellan las imágenes tomadas del mundo marítimo, y más aún: del fluir del agua como símbolo dual de trasformación y permanencia:

Antes o después me iré.

Se quedará quien fui

sentada sobre una piedra,

mirando a orillas de un río

como tiemblan las hierbas.

            Los poemas de esta colección son también un balance de lo vivido, y sobre todo, de lo escrito; de la relación tan íntima que todo poeta establece (y enaltece) con el lenguaje como un vehículo con el que crea y recrea su mundo. El tema de la nostalgia no sólo se aprecia en las reminiscencias de la infancia o la memoria como función discursiva, sino también en la elección del español: Cruz Lezcano nació en Cuba, pero radica en Italia desde hace más de treinta años y es en la lengua de Dante en la que ha dado a conocer una obra literaria basta, que incluye libros de poesía y de narrativa. Volver a la lengua madre es de hecho el regreso nostálgico más profundo en este poemario.

En Doble acento para un naufragio / Duplo sotaque para um naufrágio también hay cabida para la contemplación del ahora, para la búsqueda de lo momentos que enriquecen el presente. Asimismo, para el homenaje literario, para la recuperación de las influencias o admiraciones que todo poeta lleva consigo y hace latente en su escritura. Pizarnik, por ejemplo, está presente como inspiración, pero también como introspección y punto de partida.

            Doble acento para un naufragio / Duplo sotaque para um naufrágio es, hasta donde tengo noticia, el primer libro de Yuleisy Cruz Lezcano escrito en español. Y es también el primero que publica fuera de Italia. El libro fue editado en Portugal por Edições Fantasma, y cuenta con una traducción al portugués a cargo del poeta y traductor Carlos Ramos. El prefacio corre a cargo de la poeta española María Calle Bajo, de quien recupero esta afirmación que suscribo plenamente: “Sus versos son esbozos de la más anhelada infancia cubana, sus estrofas desdibujan las pulsiones de juventud y en su nota dominante de madurez se erige la fragilidad del atesorado tiempo”.


Doble acento para un naufragio. Duplo sotaque para um naufrágio.
Prólogo de María Calle Bajo.
Traducción al portugués de Carlos Ramos.
Edições Fantasma, 2023.

 

LIBRO OLVIDADO
 
Sucede que estoy cansada
de ser humana.
Ocultas están las palabras
que dicen la verdad,
enterradas en la inmensidad:
Barreras, fronteras, infinito,
abismos, bosques, montañas,
aliento para bajar y escalar.
Sirve una llave
para surcar puertas abiertas,
un reloj despertador
para madrugadas despiertas,
indicación de un paraíso,
lugar donde despertar los sentidos
como niños, bailando.
Estoy cansada de seguir buscando
el lugar donde nacen hombres.
La marea miente,
en la playa saliendo
el mundo aborta su vientre,
esconde la llave para abrir
un jardín que espera.
Y yo cansada de esta quimera
me vuelvo holgada manta,
como un pájaro que canta
abrazo la atmósfera.
Como si otra en mí creciera,
aunque si no tengo frío,
brindo el calor mío,
aprendo la ley de la calidez humana.


 
IDA Y REGRESO
 
Antes o después me iré.
Se quedará quien fui
sentada sobre una piedra,
mirando a orillas de un río
como tiemblan las hierbas.
Me iré.
Se quedará mi oído secreto
con la cabeza inclinada
para escuchar
una canción apretada
en una gota de rocío.
Se quedará algo que fue mío
dentro el alma de una flor
protegida del frío.
Me iré,
pero cuando la noche duerma
despertaré con el llanto del viento,
sombra ligera,
en apariencia florecida.
Regresaré de nuevo a la vida
al reventar del alba
de un día cualquiera.


A ALEJANDRA PIZARNIK
 
Vi a Alejandra Pizarnik
en los ojos de un pájaro
sin árboles,
en las ramas de ese árbol
sin aquel pájaro,
como quien se quita del camino
con el ala tendida al aire inútil
y el pecho bien vacío
de los lugares del canto.
La vi, con el corazón roto,
pedir limosnas,
un poco de caricias,
con lágrimas gruesas
y ríos y ríos de llanto.
La vi en sus versos
con los ojos perdidos,
en una necesaria ciega omnipresencia,
sin conocer la ciencia
de decir adiós y seguir viviendo.
 
 
 
DONDE LADRAN LOS PERROS
 
Los perros llenan
el silencio de la muerte
con ladridos,
no para el oído,
mas para la posibilidad de perecer
en flujos donde pasa
el reflejo de la sangre.
La lengua rota de sueños de paz
es demasiado ligera para caer
pero puede ejercer su poder
en este occidente que habla para complacer
la obsesión de palabras
que no sacian
todas las mentiras, que engordan
más que un cabaret de pasteles,
llenos de azúcar y de mermeladas.

 

*Yuleisy Cruz Lezcano. (Cuba, 1973). Radica en Marzabotto, Bolonia. Emigró a Italia a la edad de 18 años. Realizó sus estudios profesionales en la Universidad de Bolonia, donde consiguió el título en Ciencias de la enfermería y obstetricia. Cuenta además con un segundo título en Ciencias biológicas. Trabaja en la salud pública. En su tiempo libre ama dedicarse a la poesía, la narrativa, la pintura y la escultura. Ha publicado los siguientes títulos: Pensieri trasognati per un sogno (2013), Fra distruzione e rinascita: la vita (2014), Diario di una ipocrita (2014), Vita su un ponte di legno (2014), Cuori Attorno a una favola (2014), Tracce di semi sonori con i colori della vita (2014), Sensi da sfogliare (2014), Piccoli fermioni d’amore (2015), Due amanti noi (2015), Credibili incertezze (2016), Frammenti di sole e nebbia sull’Appennino (2016), Soffio di anime erranti (2017), Fotogrammi di confine (2017), Tristano e Isotta. La storia si ripete (2018), Inventario delle cose perdute (2018), Demamah: il signore del deserto – Demamah: el señor del desierto (2019), L’infanzia dell’erba (2021) y Doble acento para un naufragio - Duplo sotaque para um naufrágio (2023). 

Su poesía es presente en distintas antologías y revistas sea italianas sea Internacional y ha sido traducida en distintos idiomas. Es miembro de honor del Festival Internacional de la Poesía de Tozeur en Túnez. Ha obtenido numerosos premios literarios en distintos certámenes tanto de Italia como del extranjero.