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miércoles, 29 de agosto de 2018

Sucesivamente poemas de Donna Morte


Sucesivamente

El ácido explota dibujando calaveras en llamas
en el muro de los cavernícolas ausentes de luz
que juegan a la ruleta rusa con la 9mm
que sale del bolsillo del tombo de la bala “perdida”
del cadáver de la hija del campesino
que alimenta al presidente con falta de identidad
que vende a su patria por los 20 mil pesos
que valió el cartón de ácido
que explotó en la boca de su hija
que tiene un novio insurgente
que nació del accidente de la calidad del condón
que compró la dama
que cobró por sus servicio!…


Morte +++++

Señor mío si vos querés leer algo estructurado no leas mis poemas,
mejor léete un cuento, en él encontrarás las estructuras que buscas,
lo que yo escribo es libre de ataduras,
son contenidos incomprendidos por lo material y lo racional,
lo que yo escribo va dedicado al amor que es el fruto de la imaginación,
al dolor que es la fuente del mundo en mi cabeza,
a la vida de mierda y a mi gente.

Mis poemas mediocres
como usted los llama señor mío
son una parte extraña de lo rutinario y lo caótico,
de lo nostálgico y melancólico creado por la absurda sociedad,
son ideales estados de soledad al lado de los felinos,
son rupturas de esta ciudad para poder convivir
con los amargos mundos de personas vistas día a día.

Señor mío si usted lee esto, espero que por lo menos
haya entendido lo que quise decir
porque uno sólo da lo que tiene por dentro.


Tarascasa

Se hallaban los monstruos de la
oscuridad envueltos en la soledad de mi mente.
Las madrugadas se sienten
ausentes sin su presencia peluda y
las sombras encriptaban su cara.

Oh! Está oscuridad con sonido de rana,
revive mi mente de recuerdos inesperados
de causa y efecto.

Era tan feliz con mis monstruos de niñez,
esos que me invitaban a esconderme
con sus robustas manchas bajo mi cama
alcahueteando las travesuras de esas
noches llenas de fetenes, filis y floripondios inocuos…



Donna Morte,  poeta autodidacta, nació en la época del 88 en Bogotá, actualmente reside en la ciudad sorpresa Pasto, es cofundadora, poeta, diagramadora y demás labores del Colectivo de Poesía Experimental La Sociedad Perdida, apoyó en Bogotá a la Fundación Andrés Barbosa Vivas, ha publicado en el Cali con Los Inadaptados, en España quedo en mención de honor del único concurso poético que ha participado sin inscribirse llamado Versos en el Aire Libre III, ha recorrido Sur América acompañada de Jattin, Lemos y Cadavre’s; va y viene en los días de la soledad matutina, se confiesa en los árboles de Chimayoy y atardece con la Violeta del alma.

lunes, 27 de agosto de 2018

Cartografía Insurrecta, poemas de Fabián Paz (Cadavre Exquis)


Cartografía Insurrecta

Nace en Caloto Cauca el 7 de enero del 87
pero su vida transcurre en Cali,
el ApoCALIpsis, el Calicalabozo donde
Andrés Caicedo, Mayolo, Luis Ospina
& otros vehementes descendieron
al inframundo mundo del arte.
 En esta ciudad
camina por callejones & túneles tenebrosos,
bebe cerveza, escucha Rock and Roll,
convive con ángeles invisibles de alas incineradas,
baila salsa, viaja en el Crema & Rojo Ruta 2,
ve como caen las torres gemelas,
ingresa al Instituto Popular de Cultura,
lee unos cuantos poetas feroces & se inicia en el mal
camino de la poesía & el arte – es su religión –.
Cofundador del Colectivo de Poesía
Experimental La Sociedad Perdida en el 2014.
Milita en el colectivo Los Inadaptados de Cali,
en La Fundación Andrés Barbosa Vivas de Bogotá
& otras subversiones.
Pintor & prófugo de la Academia.
 No ha ganado ningún concurso de poesía
ni hace méritos.
Una mañana se despierta
–como en la metamorfosis de Kafka–
bautizado por los Nadaístas
en sus aguas malsanas pero va sin rumbo.
Actualmente vive en Pasto Nariño.
Ha vagado sin un peso en sus bolsillos por Ecuador, Perú,
Argentina, Bolivia & Chile;
donde en casa de Nicanor Parra
aprende a no hablar bien de su poesía.


En la ciudad

“Ciudadano
yo te perdono
por recriminar mi brutal manera
de hablar con escorbuto.”
-Andrés Barbosa Vivas

Salgo de casa con el bodegón en mi estómago,
los perros alegremente pasean
la inutilidad de sus amos
y las hormigas caminan cautelosas
para no pisotear el sentido de sus vidas.

Basta un minuto para masticar el recuerdo
y desaparecer,
en el paradero espero la noche
porque ella no me espera,
vivo con la promesa del autobús
que me conduce a ninguna parte:
mañana ya no rodarán por la ciudad
mientras la gente desespera.

En la madrugada los gatos ven llorar
los ascensores en las azoteas
y los cuadros se desvisten
de miradas y preguntas vacías.

He venido de una tierra desconocida
por sus habitantes,
donde los ríos reclaman sus bosques
y la gente sin otra salida
besa el barro seco de su rutina.


Urbana Cosmovisión/Oración

Señor, tú que estás donde yo no creo
¿por qué no vienes dónde no me tienes?
Bendices la Coca cola y no me gusta,
has repartido el paisaje a multinacionales,
has vendido las almas a la bolsa negra en Wall Street
y no hablas Yotoco ni Wayúu.

Señor, yo que te nombro en estos versos
para refugiarte de los ateos, quédate aquí,
yo me iré a renacer en las aguas del Amazonas,
me iré en el bus incendiado de la tarde.

Señor, tu amor es transgénico
y no me sirve de semilla,
tan poco bailas Rock and Roll,
ni bebes cerveza,
ni juegas billar pool,
ni hula hula.

Déjame en esta nada absoluta en que me dejas
en las aceras de esta ciudad soleada,
la naturaleza será mi destino,
la palabra antigua de los ancestros será mi oración.


A Pizarnik y a los Poetas muertos de América 

¿Dónde estás, Alejandra?
Te busco en el vértigo silencioso,
en el río o el dolor;
el eco de esta grieta insondable,
ya no estás en la penumbra del día,
Alejandra, devuélvenos a la Argentina,
yo también ofreceré esta carne de versos
a la desnudez de mi epitafio fugaz.

Ustedes poetas muertos
devuélvanme toda la América.


jueves, 23 de agosto de 2018

La memoria, la noche, las palabras, poemas de Edisson Martínez A.




La memoria…

La memoria es una foto
que se desmorona
debido al tiempo amarillento.
Es regresarle al invierno
las gotas que no alcanzaron
a enjuagar el llanto ni las dudas.
La memoria es una foto,
una niebla espesa
que se sostiene impura
sobre lo que ya no se reconocerá
 jamás.


La noche…

La noche se ha ido,
la hora cero comienza.
Las estrellas siguen de pie
pero no brillan.
La luna es lo mismo de siempre,
una gota de agua que se evapora
cuando sale el sol.


Las palabras…

Las palabras danzan
en la madrugada.
El reloj tiene el ritmo
de la noche,
y canta
como un pájaro vencido.



Edisson Martínez A. (Pasto, Colombia; 1991)
Lector y peatón. Licenciado en Lengua Castellana e Inglés de la Universidad de Nariño. Autor de los poemarios “48 ventanas y 1 intento de poema” y “La memoria del olvido” (inédito). Con el poemario “48 ventanas y 1 intento de poema” obtuvo uno de los tres reconocimientos de la Convocatoria Cultura Convoca 2017, categoría “Estímulos a la creación literaria” en la modalidad Poesía, convocatoria realizada por parte de la Gobernación de Nariño. Actualmente lee, escribe y se desempeña como asesor pedagógico.

lunes, 20 de agosto de 2018

Ella: resurrección, poemas de Julián Sol-Arte


Ella: resurrección 

                                   A K.

Es martes
el sol en su duda de ir o quedarse
coloca pequeños incendios en el cielo: melancolía.
Es martes y está un poco lunes: un poco desgracia.
Escribo con algo de ánimo y zozobra;
pero es martes y los martes son amigos íntimos de los lunes.
Los martes se empeñan en copiar toda la tristeza de los lunes
y se quedan así
como si no pasara nada
como si ellos no fueran responsables
de la fatalidad en las nubes
de la melancolía en el ambiente
de los ruidos exteriores.
Las 6 y 16 pm
y ella entra como un arcoíris por todas las fisuras del pensamiento
otorgando salud al mirar.
Ella se instaura en mis ojos y coloca colores de vida a lo que había sido color muerte:
salvándome de este martes y de mí mismo.


Con más recuerdos que años
                                                                A A. 

Con más recuerdos que años
y dejándome a la deriva de este día
me he puesto lápiz los ojos y dibujo tu nombre en las ventanas
¡Mírame!
Soy el consuelo de un condenado
Y vos encuadrándote triste e insensible en este jodido día,
en estos minutos podridos de voces exteriores.
Quédate con mis labios, con mis letras
esta hoja parece tu retrato
Y ahora es el día
que duele como nunca
quédate tranquila
estaré distancia y silencio
haciendo sangrar nuestros recuerdos.


Indisposición

Indispuesto a todo consumo ocular
y ahogándome en el café
busco mis palabras
le protesto a la melancolía
y  anestesio todo con un Vegas.
Hoy no me importa si la ventana pierde su blancura
si la almohada llora
hoy estoy indispuesto hasta para respirar y moverme,
hoy estoy indispuesto hasta para mi nombre
y  mi mano es una decepción enorme sin cigarro
sin tu cintura,
indispuesto a cualquier cita
le doy toda la razón a las ganas que tiene el cielo de llover
de venirse encima con su melancolía  gris
¡Que llueva!
Sólo  para eso estaría dispuesto


Julián Sol-Arte, más borracho que poeta, nació en Pasto un día de llovía y desde ese día no le deja de llover en su interior, su primera palabra fue "puta" y después "putas". Estudiante de filosofía y letras de la udebar. Ya no se suicidó a los 25, pero promete hacerlo. Fumador compulsivo y de ambulante nocturno, sólo espera que sus versos conmuevan a alguien…

viernes, 17 de agosto de 2018

Secretos bajo la Cama de Shara María Bueno

(Por: Daniel Acevedo)




Reseña:


Cuando nos acercamos a “Secretos bajo la cama” de Shara María Bueno nos encontramos, de entrada, con un tipo especial de sensibilidad, marcada por una profunda perdida, un desgarramiento por aquello que se fue, y no volverá. La melancolía camina por los versos de Bueno, la memoria es un reloj inestable y la ausencia es un caballo negro que galopa por las riveras de la soledad. Ante esta imposibilidad del retorno y el olvido, “Secretos bajo la cama” antepone el cuerpo. Es allí, donde marcadas en la piel, están las huellas del otro ausente: el frío en los pies, las manos que resbalan como agua, la marca de los besos. También hay una materialidad, que Bueno llama en una imagen atractiva: “El cadáver que fuiste cuando me amabas”, la muerte recae aquí sobre todo lo que representaba el amor, solo quedan vestigios que habitan ese cadáver: los discos, las fotografías, los silencios.

Se anhela la necesidad de habitar al otro, una fusión que no está marcada solo por la danza de los cuerpos sino también por las palabras. El lenguaje es el territorio que hace posible la unión, el poema devuelve lo sagrado al ritual erótico. Se postula ese encuentro de dos pieles como una forma de combate contra el olvido, para permanecer en el cuerpo del otro por siempre. Es el pacto de entrega absoluta. Un intento de escapar a la monotonía de lo cotidiano y de no perder aquellos instantes de felicidad conjunta. También es un acto de sanación. Encontrar en los entresijos, en las cavernas, en las heridas la forma de habitar al otro y recrearse en su multiplicidad que le es propia.

“Secretos bajo la cama” se constituye entonces como una memoria del cuerpo, llevada al verso, con varios registros que levitan entre los reinos de Eros y Thanatos. Porque la muerte aparece aquí como el cierre final. La vejez es el preámbulo.  “¿Qué pasará con nuestra alegría? ¿Se escurrirá como la carne en los huesos?” se pregunta Bueno. Al final de la lectura queda esa incertidumbre de no poder conservar los recuerdos, del infausto y caótico paso del tiempo, en el que incluso el cuerpo se convierte en un “Cuerpo arrugado” y a lo último solo queda el desasosiego o la desolación.

Pero curiosamente tal vez la clave del enigma este en el poema “Arena”, donde ante el olvido siempre existe la esperanza de un nuevo comienzo. Tan sólo hay que extender la mano en medio de una playa lejana. Esa arena que, a su vez, es un elemento que se vincula con los juegos del tiempo, con las olas del mar que borran toda huella y la arrastran.

Querido lector, estoy convencido que, en estas páginas, encontraras algunos poemas que aunque evoquen un tema, la ausencia, que ha sido tratado por muchos poetas a través de los siglos, tiene la marca propia de una subjetividad rica en imágenes, sentires y pensamientos. Un poemario que bien hace honor a su título y se propone contarnos unos cuantos secretos recostados sobre la almohada.



POEMA DE SHARA:

LOS VESTIGIOS DEL AMOR
  

La imagen del poeta sentado en el suelo besando la cabeza de su amada,
causó el sueño erróneo de una vejez poco anhelada.
Escribir de ti
era solo un oficio sin pago,
pocos lectores
y demasiada soledad.
La intermitencia de los dos
hizo de nuestro paisaje
una pintura oscura con raros reflejos de luz.

¿Quién estaría tan desahuciado para poner en su sala las cenizas que ni alcanzaron a ser amor?
¿Quién en su más profundo sentir permitiría clavar en su pecho el dolor de la ausencia y la incertidumbre?

Creo que la pared de la sala luce bien,
combina con la enfermedad de mi pecho.



martes, 14 de agosto de 2018

Soy Negra de Nanda Álvarez Pazmiño


Soy Negra

Soy Negra,
aunque mi piel de blanco está, mi nariz chata es.
Mis cabellos se rizaron al canto del bullerengue
soy negra porque en la marimba vi mis ojos renacer
soy negra del Valle del Cauca, con su cáñamo dulce me hice mujer
soy negra que habla muy alto, para que las voces invisibles se escuchen ante tus ojos
soy negra, la que viene de Cali y bailó salsa y guaguancó en el tornado de la brisa
soy negra porque así lo decidí yo, y la sangre del sabor no se niega bailando un danzón.
Soy negra.
Soy negra
y repetiré este canto para que se oiga hasta el cielo, negro


¡Gol!

Colombia gime gritos de sangre
con las heridas abiertas somos el cohete de la muerte
el balón que pegó en palo
pero quedó ahí donde la sangre se derrama
Somos el viento del eco de los muertos,
parimos el dolor … aunque seamos menos…
menos noventa y nueve, menos líderes, menos humanos
Somos los exterminados del campo de la paz,
nuestro auxilio se escondió en un grito de ¡gol!
nos costó la vida jugar limpio
Hoy tenía el gol en la boca y lo grité en la fosa
donde pensaba germinar amor



Nanda Álvarez Pazmiño, nació el 24 de junio de 1990, es Tecnóloga en Finanzas de la Fcecep, actualmente reside es Buenos Aires, Argentina, es poeta militante y cofundadora del Colectivo de Poesía Experimental La Sociedad Perdida, coordina Red Poética Buenos Aires, he participado en varios colectivos de poesía de Cali y en varias actividades ahora en Buenos Aires como el Picnic Literario, Aquemenida, y ahora presentará el evento de la parranda Poética.

Soy ...  poemas de Miguel Andrés Rosero


Soy ...

Soy una vil miseria 
una fortaleza derruida 
un cadáver humeante que hiede a sin razón 

Un festín de gusanos carcome mis entrañas 
y yo aquí ínfimo 
sólo abro mi boca para gritar con dolor 
estos poemas 
que tampoco me darán de comer 
pero me mantendrán tibio. 


Ritual

Me entrego al deliro y la voluptuosidad de la noche 
me arrastro lánguido a sus garras y su venenosa luz me envuelve 
haciendo de mí, su perro y su bufón 
Me deslizo por las fatídicas venas  de su cuerpo 
sus piernas se abren y  de su sexo húmedo destila un veneno mundano y mortífero 
sumerjo mi bípeda lengua y me sacio de su oscuridad 
... elipsis de brujas, magia y alucinación bajo la luna 
Ritual Mortuorio 
donde el diablo maneja mis hilos y se mueve dentro de mí 
hasta caer en la náusea, el sueño y la locura enferma y perpetua que dan las sombras maldiciendo el amanecer. 


Noche

Tan irreales y distantes se desfiguran las nubes en el cielo
atravesadas por una esfera luminosa, blanca y serena
como un demonio camuflado que otorga belleza a la oscuridad
y alivia las mentes de los alucinados
Es en la noche
donde se escuchan roncas melodías de amor
Los rostros se desnudan
los ojos se penetran
y el silencio eleva su canto sepulcral
Las calles vacías y frías
testigos de los asesinatos
de la muerte del moribundo
y el dulce paseo de los buenos perros
que vagan entre basureros
Delicada noche extiéndete sobre mi corazón
y cúbreme de tu helado amor
deja que me pierda en el capricho de tus estrellas
y morir bajo la melancólica mirada de la luna.


Cada noche…

Cada noche escribo mi testamento
anhelo mi muerte y desafío la vida constantemente
¡Silencio! ¡Silencio! Escucho su voz, siento su fría mano que me acaricia
El Poema ha llegado


Sobre la revolución

No creo en idealismos baratos,
ni bastardos socialismo y capitalismo,
esperando siempre una revolución aplazada y fracasada.

Para eso me basta la poesía,
siendo fiel a mi propio acontecimiento y estética de ser,
me declaro revolucionario con mi propia vida,
mis heces, mi cuerpo,

sin capuchas, sin manuales ideológicos ni religiones
sin tapujos y mentiras.



Miguel Andrés Rosero, estudiante de filosofía y letras de la Universidad de Nariño con residencia en la Ciudad de Ipiales, Colombia. Integrante del Colectivo de Poesía Experimental La Sociedad Perdida. Autor del libro de poesía en edición cartonera “Delirium Tremens”. sus textos han sido publicados  en distintos escenarios como: Revista Allanahuanga y Revista Awasca de la Universidad de Nariño, Revista SUR Jibaro Editorial Quito,  Revista virtual vomito de letras, Antología de Poesía Digital de la ciudad de Cali, fanzines independientes entre otros. Finalista en la convocatoria internacional de la revista "En el país de los Nadaístas" La Sociedad Perdida. Ha propiciado y participado en diferentes espacios culturales en Colombia y Ecuador, participe de escenarios poéticos como: Conversemos de la fundación Qilqay, Poesía al viento de la ciudad de Cali, Taller de escritores Awasca de la universidad de Nariño, Café literario de San Gabriel, Ecuador, Casa de la cultura Benjamín Carrión, Tulcán, Ecuador, entre otros.

jueves, 2 de agosto de 2018

Naufragos (3 Poemas de Milena Rúa Cadavid)




Paraíso perdido




Dios saltarín que bebe vino

y lo transforma en agua.

Danzas en el cielo,

siendo lobo, oveja,

una mancha o solo espacio…



Queremos ser como tú,

De mariposa a oruga,

esperando el vuelo alto del polvo. 



Ser de nube, cielo que anhelamos; 

Nos ponemos el traje del discípulo,

y siguiendo tus formas te traicionamos.







Náufrago



Llueve, agua dulce me circunda.

Puedo medir las gotas que bebo,

Puedo embriagarme si otro es el deseo.



Pleno, sin sed,

En la tibia abundancia

nace el deseo del oasis.



Descubro que habito el paraíso;

Comer la manzana engendro el hambre.

Escucho la voz que me nombra:

Animal condenado a la desilusión.



Deambulo en busca de un nuevo cielo;

Cielo lluvia, cielo estrella, cielo luna.

He vivido mis sueños,

y habitándolos nace un ansia nueva.



Llueve agua sal,

Naufragando comprendo el infinito de este mar.

¿Morirá conmigo esta sed?

Lo claro es que en la agonía pediré algo de beber.







Arlequín



Descubro la imagen del payaso,

y tomo el viento que expira en forma de carcajada.

Abro el corazón excitado a tantos pigmentos

para sentir su movimiento en mí sangre.



Hay tanto gozo en mí,

no alcanzo a hacerlo sonido;

Hay tantos tonos en mi alma,

logro tomarlos para tejerme un vestido:

Extiendo sobre la piel un color y otro,

y uno y otro se mueven en el pecho como agua.



El azul, el naranja, el violeta,

se mezclan, se hacen grises;

se beben, se hacen negros,

se hacen blancos:

negro en el lienzo, blanco en la luz.



Quiero compartir mi asombro,

pero me sale gris el traje.

Quiero compartir mi gozo,

pero muchos me llaman

criatura triste.




(Fotografía: Luis Guillermo Correal Arango)

Adriana Milena Rúa Cadavid
, Itagüí, 1988.  El arte es para ella una terapia indispensable para construir una sociedad que sienta y responda a la necesidad de ser. Es médica de la Universidad de Antioquia, sabiendo que la literatura se alimenta de todo conocimiento y experiencia; también ha estudiado música y fotografía como parte de su búsqueda de expresión. Ha participado en varios talleres y recitales de poesía en la ciudad de Medellín. Contacto: md.adrianarua@gmail.com, https://ariad12.wordpress.com/