viernes, 29 de septiembre de 2023
"Anima sola" fotomontaje de Juliana Patricia Espinosa Capacho
jueves, 28 de septiembre de 2023
"Apuntes domésticos" poemas de Essau Yepes
Ah… la incomodidad, ¿será el ascenso desesperado
de una contracción en el cuerpo de una persona
frente a la búsqueda incesante de concluir?
¿Qué ha concluido para saberse libre?
Decide con los nervios golpeados, ama con dudas y muere
con el recuerdo de haber comenzado algo
en este mundo.
Apenas hoy atravesaba, incómodo, las noticias familiares
como una enredadera de flores
envejecida alrededor de mis pies.
Mirar el mismo cactus en el balcón
ha perdido toda su intensidad y mención,
y saber real un sueño es como descubrir un cáncer:
de la noche a la mañana
los sueños se distinguen por su levedad y evidencia.
Mi hermano se alimenta del vientre vacío de su mujer
y el embarazo de mi hermana es más que evidente.
Algo está comenzando en su mundo,
algo que no podrá ser completamente libre
porque estará caminando el jardín, de regreso,
con los pies descalzos, a través del endurecimiento
de las raíces, aún sin respuestas.
Es el ciclo natural de todo pariente allegado:
desconfiar aún después de haber vuelto a casa.
No sé si me incomoda o alivia pensar
que no ignoramos esto desde el vientre.
Mi hermana le ha dado una sombra a su sueño.
MEDITACIÓN PARA UN SOLSTICIO DE VERANO
No puedo desentenderme del ruido,
especialmente cuando llega de mi propio afán,
de mi visión del mundo, que no se detiene en el silencio:
sólo el mundo se detiene allí, sin la presencia de lo mirado,
no existe un juicio de claridad en las flores,
también es necesaria la asistencia de la sombra:
la sombra insegura de una pareja se extiende sobre ellas.
Cada persona es una leve fuga
hacia algo más profundo que el olvido
y más superficial que el recuerdo.
Pero, mientras dura el sonido, dime qué amas.
NOTA DE BOLSILLO PARA UN PACIENTE
Sabes que enfermaste. Cuando dejas de hablar sabes que enfermaste. En vez de cansarte cualquier objetivo, te distrae. Empequeñeces sólo en motivos de acción. Engrandeces y juegas alrededor de lo que sueñas y destruyes. Soñaste una familia, destruiste su comunicación. Los gestos rescatan cada evento con premura, pueden caerse los jarrones de las flores con tan sólo un leve grito. Los niños despiertan con las preocupaciones de sus padres. Pero esta enfermedad de no poder hablar, entre tantos objetos que mudan de matiz, brillo y sitio en la casa, sólo se consume entre frases abreviadas, variaciones del mismo rechazo y observaciones ligeras de esa repetición añorada. Uno podría pensar en la violencia, pero sería una sobreexcitación hablar de discusiones que no se viven. No hay golpes; sólo rincones tibios para girar el torso; noches que llegan como el viejo rumor de un tema practicado a solas. Y también sabes que amaste en silencio.
TRANSICIÓN
Caminábamos tranquilamente el bosque abierto,
la maleza absorbía el sonido de los pasos
y las luciérnagas conocían mejor el ritmo de la luz.
Los pies heridos, cansados por la humedad, se contraían.
Tú mirabas con cierta impaciencia la corteza de un pino.
De pronto, sentí el calor de una mano en mi hombro.
“Si los ojos se cierran no es por vergüenza”,
alcanzaste a pronunciar acariciando la corteza vieja,
“es la dulce pausa después de un comentario
para entender el ataque de la naturaleza,
que derriba los ejemplos de su propia luz y sonido:
es justa en lo oscuro como en lo claro,
los ojos apenas guardan el incierto suceso
de estar cerrados esta noche.”
Te escucho, amigo,
y si abro los ojos es para seguir la respiración
de un mensaje:
el sonido de mis párpados y mis labios:
la luz del vacío, el instinto animal.
SOBRE UN NIÑO AUTISTA
Se desplaza obstinadamente en la habitación.
El aire recupera densidad al volar.
Recoge sus manos antes de que sean puños
porque ha descubierto que algunas aves
no saben salir de las ciudades.
Su madre dice que el término apropiado es “niño azul”.
Sí, se aleja de mí en círculos como un pájaro.
Sí, su madre es la ciudad en la que vuela.
Distraídamente miramos un cielo despejado.
Aún puedes desentenderte de la flexibilidad
de cada motivo que, hasta ahora, has llamado personal
y has vivido como una flor desconocida, rasgada al viento.
Vestirse, sentarse en el banquillo de un parque
es como volver a un trabajo que ya no te ocupa a plenitud:
queda al descubierto una mirada que vigila el juego
mejor entendido por los niños y su desprecio
por hacer las cosas puntualmente.
Algunas plantas crecen con un tallo más liviano,
un objetivo más claro que no culpa a los límites
y tu cuello asiente cuando se retracta.
La luz de una estrella parpadea y agota su tiempo,
pero no asumes este evento con la importancia que merece.
Esta tarde, cualquier revelación es un retraso,
una rasgadura superficial en el presente.
Es como ver un girasol que ha alcanzado su madurez.
El sol no puede decirte nada.
Los niños no dudan al girar su cabeza.
TRANSICIÓN II
Sé que confié en el camino,
intenté no dudar del movimiento
porque los tallos de las plantas no encontraron quietud
en el mundo de la maleza y la arena,
mis pasos avanzaron hacia sus huellas,
crearon un espejo acorde al silencio de los demás trazos
y en la oportunidad de escucharse a sí mismos se borraron.
Mi corazón estuvo conectado a la tierra como los hongos:
liberó esporas cada día, sedujo con su dispersión
las presas más difíciles: los mensajes.
La comunicación no fue un misterio.
Ahora es momento de elevarse, de ser música:
una idea para moverse con los rizomas,
la confianza de caer en zigzag con los pétalos.
¿Pude amar gracias a la conclusión de que iba a morir?
La única memoria posible fue escuchar el corazón de otro.
RETORNO
In memoriam
por una sombra que apenas pudo mostrarse;
con las manos persiguiendo los cocuyos,
mi cuerpo se encontró atrapado en el parpadeo de la luz.
De noche, sentía correr por mi cuerpo una especie de ternura,
atacado por las polillas en la oscuridad:
soñaba con ser una piedra olvidada entre los arbustos.
La chispa no tendría que morirse al despertar.
Tomé una piedra del río, creí sentir el sueño
de su húmeda y lisa formación: no existía un hogar más apacible
que el construido por los cuerpos quietos.
Sin embargo, las estrellas, en realidad,
no mostraron algo concreto en sus trazos.
Arrojé la piedra porque él decidió caminar,
continuar con su vigilia y no volver.
Su voz es apenas un borboteo, el dibujo invisible
que crean las piedras y estrellas cuando se hunden en el agua.
RONDA INFANTIL
No nos entendemos, pero nos comunicamos.
Aún es un misterio esta tranquilidad:
la desnudez es posible con estas palabras.
No nos incomoda el silencio: nos incomoda la tregua.
Abrazamos y consolamos nuestras personas,
deslizamos la mano y dibujamos otro gesto,
reducimos el peso del sueño de esta mañana,
comentamos algunas situaciones de rechazo y afirmación,
cruzamos la puerta del último jardín:
todo concuerda, el parque está vacío y lo estará más tarde.
Corazón, colúmpiate: resiste en el aire.
*Essau Yepes, nació en Medellín el 18 de septiembre de 1999. Intervino en la creación de espacios de lectura en los barrios Manrique y Santo Domingo en la ciudad de Medellín. Asistió al primer encuentro de Escuela de Formación de Poetas de Comfenalco. Actualmente, se encuentra cursando el pregrado de Filología Hispánica en la Universidad de Antioquia y labora como facilitador de lectura en bibliotecas Comfama como la de Itagüí y otras a nivel del Área Metropolitana. Frecuenta espacios como hospitales públicos, fundaciones infantiles e instituciones educativas, realizando talleres de escritura creativa. Su poesía gira en torno a la depuración estética del entorno doméstico, abordando temas como la pérdida, el amor, la imaginación infantil y el silencio.
martes, 26 de septiembre de 2023
"Cuerpo fugaz" pinturas de Andrés Felipe Valencia Mejía
viernes, 22 de septiembre de 2023
“La brevedad de la vida y la longevidad de los sinvergüenzas” relato de Jober Rocha
La esperanza de vida en Brasil
sería de 76,8 años en 2020. Un estudio coordinado por la investigadora
brasileña Márcia Castro, del Departamento de Salud Global y Población de la
Universidad de Harvard, estimó, sin embargo, que la pandemia redujo esa
expectativa en 1,8 años en 2021.
Superada ya esta vida media, me
alegra reconocer que la ciencia estadística, por suerte, nos ha reservado otras
medidas de dispersión, como la amplitud, la desviación, la varianza y la
desviación estándar; así como otras medidas de tendencia central además de la
media, como la moda y la mediana.
De todos modos, habiendo superado
la media, cualquier persona prudente, que reconoce que la vida es corta, se
pone 'la barba a remojar', como dice el dicho popular.
Lucius Aneu Séneca (04 d. C. – 65
d. C.), abogado, escritor, intelectual y filósofo del Imperio Romano, fue el
autor de un famoso libro, llamado 'Sobre la brevedad de la vida', escrito para
instar a su suegro Pompeyo Paulinus a renunciar a sus cargos públicos y llevar
una vida tranquila en el campo.
En una parte del libro le dice a
su suegro:
"La vida, si es bien
empleada, es bastante larga y nos ha sido dada con gran generosidad para la
realización de tareas importantes".
“Por lo tanto, cuando veas a
menudo una toga fingida o un nombre famoso en el foro, no lo envidies: estas
cosas se adquieren a costa de la vida. Para vincular su nombre a un solo año,
consumirán todos sus años”.
“A algunos la vida los abandonó
en las primeras etapas, antes de que alcanzaran alturas ambiciosas; a otros,
después de haber subido a la cumbre de los honores a través de mil
deshonestidades, surge el triste pensamiento: ¡haber trabajado tanto por una
inscripción en una tumba”!
Aunque escrito en el año 64 dC,
según algunos historiadores, los mensajes de Séneca son muy actuales si se
comparan con la situación política del mundo actual.
Séneca, sin embargo, no menciona
en su obra el hecho de los males que cualquier autoridad sinvergüenza puede
practicar en una vida, aunque sea breve, y, sobre todo, los innumerables daños
que puede causar a las personas que tienen una larga vida, que parece ser
prerrogativa de los sinvergüenzas.
Las personas bondadosas y
virtuosas tienden a ser efímeras, según la voz del pueblo. Pocos son los santos
que no murieron en la flor de la vida y lograron vivir hasta la vejez. William
Shakespeare dijo una vez: ¡La vida es demasiado corta! Pasar este momento
vilmente sería un desperdicio.
Pero los sinvergüenzas no piensan
así, porque hay muchos viciosos que se quedan en el poder de por vida,
decidiendo la vida y muerte de las personas durante sus largas existencias, en
las que no cogen ni una simple gripe. Sus arterias, a la edad de ochenta años o
más, si las observan los cardiólogos, están tan limpias y sin obstrucciones
como las de un bebé recién nacido.
Llego a pensar que el mal diluye
la sangre, evita la formación de coágulos, aumenta el número de plaquetas,
reduce el colesterol malo y aumenta el bueno, disminuyendo el ácido úrico y la
glucosa.
Los virus mismos parecen ser
selectivos en sus nefastos viajes a través de los continentes del planeta.
Pasan golpeados por malos personajes y, como tigres y leones, buscan sólo las
gargantas de los buenos abuelos, los buenos padres y los buenos hijos.
Yo sé que esto es cierto, porque
casi nunca atacan a ninguna autoridad, prefiriendo siempre al populacho. Tanto
es así que los hospitales populares se llenan en tiempos de pandemia, como
ahora; pero los hospitales de las élites siempre tienen vacantes para esas pocas
autoridades contaminadas que, habiéndose mezclado con el pueblo, han sido
confundidas con miembros del rebaño por los pobres virus de la mala vista.
Los sinvergüenzas, además de
vivir muchos años, suelen tener una enorme descendencia que los perpetúa en el
poder. Sus grandes familias dominan sectores de la vida económica en cualquier
país, en todas las regiones y en todas las profesiones. Incluso si algunos son
efímeros, nunca nos libraremos de sus malas influencias póstumas en nuestras
(estas sí) breves existencias.
Frente a estos maestros en el
arte de engañar, dominar y mantenerse eternamente en el poder, “Todos somos
aprendices. La vida es tan corta que no es suficiente”, dijo una vez Charles
Chaplin.
Mirando la cuestión desde su lado
metafísico, me imagino que el Creador les dio a los sinvergüenzas una vida más
larga por varias razones: la primera de ellas debe ser para mantenerlos
alejados por más tiempo, lejos del centro del poder de la creación, aislados en
un pequeño planeta de una diminuta galaxia, de uno de los más lejanos de todos
los universos infinitos que creó.
En segundo lugar, creo que este
es un planeta al que todos vinimos a hacer un curso de supervivencia, sin que
nos demos cuenta. Muchos imaginan que vinimos aquí en busca de la felicidad,
para ser felices de encontrarla y disfrutarla, pero yo no me lo creo.
En el plan de estudios,
desconocido para nosotros, de este curso de supervivencia en el que nos
inscribimos obligatoriamente, está ciertamente el tema 'Cómo aprender mientras
se sufre'.
Por supuesto, tendríamos que
tener buenos maestros que enseñaran un tema tan importante en nuestro
desarrollo espiritual. Imagino que nuestras canallas autoridades son los
ilustres maestros designados por el Creador, cuya misión sería ponernos a
prueba hasta el límite de nuestra resistencia, para ver cuánto sufrimiento podemos
soportar, sin quejarnos.
Las cátedras suelen ser
vitalicias y los buenos profesores son difíciles de conseguir; por eso imagino
que cuentan, aunque sean grandes sinvergüenzas, con los favores del Creador
para una vida más larga que la nuestra y, además, como paga por sus servicios
prestados.
Caso las cosas sean distintas de
esta manera por mi imaginada, no veo otra razón para la discrepancia que da
título a este texto y me vería, por ello, obligado a abdicar de todas mis
creencias y convicciones en un Supremo Creador que todo puede hacer, saber y
ver.
Entrando en depresión poco tiempo después y comenzando a tomar medicina con franja negra, sería fácilmente contaminado por el materialismo marxista y por los postulados de Antônio Gramsci, verdaderos virus malignos que irían penetrar mis ideas y convicciones, transmitidos que habrían sido a través de mi contacto, sin la máscara, con algún activista político de izquierda y, en un futuro cercano, me convertiría en mi propio verdugo, retroalimentando una red malvada que solo ve sus propios intereses privados y conspira contra los de las poblaciones de todo el mundo.
*Jober Rocha, economista, M.S e Doctor por la Universidad Autónoma de Madrid, Espanha. Escritor con algunos premios recibidos en concursos literarios en Brasil y en el extranjero.
jueves, 21 de septiembre de 2023
"Silvestres" pinturas de Mauricio Solarte
*Mauricio Solarte, "Mao", nació en El Tambo, Cauca, en 1974. Actualmente, reside en la ciudad de Popayán, Cauca, Colombia. Es un generalista 3D con formación académica en pintura al óleo. Su interés por el arte comenzó desde una edad temprana, mostrando un gusto por el dibujo y la pintura. Ha trabajado como productor de proyectos en contenidos digitales y se destaca por su creatividad y versatilidad artística, incursionando en el arte digital, el Belenismo y la pintura tradicional. La propuesta artística de Mauricio se centra en la representación de la fauna, la flora, el paisaje y las costumbres de su país, así como en la promoción de la reflexión y la conciencia a través de sus obras. Ha participado en diversas exposiciones colectivas como artista emergente, tanto en formatos presenciales como virtuales. Actualmente, continúa creando obras pictóricas con la expectativa de participar en nuevas exposiciones a nivel nacional e internacional, siempre en busca de adquirir más conocimiento y experiencia en el mundo del arte, con el objetivo de contribuir de alguna manera a la sociedad. Su participación en exposiciones, tanto presenciales como virtuales, abarca tanto el ámbito nacional como el internacional.
miércoles, 20 de septiembre de 2023
"Carta de amor" poema de Eldar Akhadov
lunes, 18 de septiembre de 2023
"Ninfas" fotografías de Geraldine Meneses
*Geraldine Meneses Benavides, Colombia, 1993. Artista plástica. Estudió en la Fundación Universitaria Bellas Artes de Medellín, Colombia. Tiene dos diplomados, uno en Pedagogía Waldorf de la Universidad de Antioquia y el Colegio Waldorf Isolda Echavarria, y el otro en Arteterapia Integrativa de la Universidad San Buenaventura. Su inclinación en el mundo de las artes ha sido la fotografía y la pintura, sin embargo no deja al lado las otras técnicas y explora con ellas. En su trayectoria como artista realizó 8 exposiciones en diferentes lugares de la ciudad de Medellín. Fue voluntaria en dos exposiciones de Arte y también fue profesora de mujeres jóvenes y adultas de la comuna 13 en conjunto con la Secretaría de Cultura de la ciudad. Actualmente realiza su segunda carrera en el ITM (Instituto Tecnológico Metropolitano).
viernes, 15 de septiembre de 2023
"Parpadeo" cuentos de Julio César Plata Rueda
Parpadeo
Ves
la cabina telefónica, esa que está cerca del callejón. Cuando era niño por
casualidad vi instarla, aquí la tecnología llego como tarde, sabes pocos años
después en esa misma cabina llamaba a mi novia, siempre colgaba primero porque
se me acaban las monedas.
Oye
te noto pensativo, desde que entramos a este barrio no has hablado.
—Marcus,
la cabina telefónica la instalaron la semana pasada
—Steve,
pero si eso fue hace mucho, como en el 86, estamos en el 2002
—
¡No!, hoy es 14 de marzo de 1986 —Marcus, no ves que aún eres un niño.
Se necesita empleado
¿En qué otra casa podría estar?
Después del
golpe, de la sangre, del silencio que pudo ser infinito, de las extrañas
siluetas en el cielo, quizás en otro cielo, del despertar, pero no del todo, no
como quisiera. ¿En qué otra casa podría estar si no en esta?
La
abuela me ve y huye, el abuelo tiembla siempre al oír mis pasos, al sentirme
cerca del patio, del árbol donde jugaba conmigo, con mi cuerpo desnudo.
¿En qué otra casa podría estar si no en esta, donde vive mi familia, donde una tarde me pegaron con tanto amor y hasta la muerte?
*Julio César Plata Rueda. Zapatoca (Colombia) 1997. Poeta emergente, la mayoría de su obra se encuentra en su fanpage Inspiración Poética. Textos suyos aparecen en revistas como Literariedad, Hoja Negra, Kametsa, Ex-libris, Revista Innombrable, Phoenix, Masticadores. Hace parte de las antologías Quemarlo todo (Editorial Sátiro, Bucaramanga, 2021), Vendrá la muerte y tendrá tus ojos (Hoja Negra Editorial, Bogotá, 2022), En lo alto del río (Colectivo Lero, lero El Candelero, Zapatoca, 2022) y La digna voz (Colectivo Nacen Voces, 2023). Su primer poemario Pestañeo (2022) fue autopublicado con AutoresEditores. Ha participado en lecturas y festivales poéticos de su ciudad. Su poesía es transgresora y no sigue convencionalismos.