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jueves, 23 de julio de 2020

"Averiguando el aliento del desastre" Poemas de Pedro Licona


Averiguando el aliento del desastre

En este pueblo ciego, el amor y el odio se confunden
Cuando el vecino cambia de carro
O pinta la casa de otro color.

 Como viejo amigo  de la frontera perdida
He regresado al hogar
Para recortar telarañas colgantes en la casa de mis padres
A ver si armamos uno u otro recuerdo
Luego de acostumbrarnos a los ardores de la falsa pasión
el  falso apetito, donde sobran las imágenes
que  reemplazan el afecto, el buen gusto  y la querella.

Qué bueno es regresar.


Por falta de calor
En este pueblo perdido,
 el olor del afecto se ha gastado con el tiempo
A pesar de los esfuerzos solitarios del  poeta
Que pasa los días averiguando por el aliento del desastre.

En este pueblo nuestro
Hasta el orgullo sufre cada día su condena
Por falta de calor en la cabeza, en  el pecho y en los brazos.

Qué bien nos vendría un abrazo.


En este pueblo loco, nacer y morir marca algunas ventajas
Como si los seres fuésemos arrancados de las aguas
Luego de una larga oleada del mar
que besa las orillas,
Cansado de vadear el corazón de los cinco continentes.

En este pueblo loco, nacer y morir
Marca algunas ventajas
Porque atrae a una catarata de abrazos y promesas.

Por eso repito:
Vengo más allá de este y otros olvidos.


Los hombres duermen bajo la luz de la aurora

En este pueblo  se guarecen los hombres olvidados,
El delirio llama al pan de cada día
Y los sumerge en los abismos del sueño
Para afirmar el triunfo de cualquier patrón
Sobre la carne de la  multitud
Marcada con la espera de un  milagro.


Por eso, en este pueblo,
 las aspiraciones de construir un mejor lugar
Duermen en el suelo
O amanecen tostadas y sedosas
Como largos gusanos macerados bajo el sol.
Qué bien nos vendría un abrazo!


El río seduce el cuerpo de las doncellas
Y cambia su piel cristalina hasta el marrón
Para cantar dulces melodías
 que nadie se da el gusto de apadrinar.

 Es  la  imagen de una anciana promesa
Escondida en los pliegues de los cerros
Que animan el cumplimiento de las sentencias.

Son las risas de los astros mezquinos,
 inscritos en las páginas del pueblo
Donde hay paisanos que se imaginan victoriosos en extrañas batallas
 Mientras duermen desnudos bajo la luz de la aurora
Para seducir el cuerpo de hermosas doncellas que no existen. 
Qué bien.


PEDRO LICONA. Quibdó (Chocó. Colombia), 5 de enero de 1948. Es poeta, novelista y cuentista. Licenciado en Filología y Topógrafo. Ha publicado los libros: Lámparas de mi Tierra(cuentos), 1983; Campeón de sueños(cuentos), 1984; Viaje a pie al Akasha(poemas), 1991; Crónica poética del Huila(compilación), 1998; Receta para llamar el amor(poemas), 2006; 7 y 45(novela), 2007; Paisaje de Memoria – Antioquia(poemas); El toque del Tiempo(poemas), 2009; Sambapalo(novela), 2011; Cuarto Creciente(antología Poética), 2010; Tiempo de Gracia(novela), 2014; Ilusión(poemas), 2017.

Fundador y director de la Organización Casa de Poesía y la Revista Espiral. Coordinador de la Biblioteca Departamental Olegario Rivera y Editor de la página de Literatura del Diario la Nación (1995 – 2000). En diciembre de 1993 obtuvo el reconocimiento de Niranjai Desai, Director de Asuntos Culturales de la India. Sus poemas fueron publicados en las antologías: Quién es quién en la poesía Colombiana, 1995; Poetas de fin de Siglo, 1999; 50 Poetas Colombianos, 2010; Puentes de Agua, 2017. Seleccionado en el Blog Poetas Colombianos, 2017; Antología Mundial de Poetas Siglo XXI, de Fernando Sabido, 2017. Hace parte del Estudio de Poetas Afrocolombianos, Universidad de Pensilvania 2010. Participante en los Encuentros Mundiales de Poesía de Santiago de Cuba, 1995 y 1996.  Poeta invitado al 28th. Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2018.

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