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jueves, 18 de septiembre de 2025

"Pobre vieja" poemas de Lautaro Rivara

Pobre vieja
 
Mi abuela ya no da más,
pobre vieja.
Anda más cerca del polvo que de los terrones de azúcar,
más cerca del humus que de los malvones.
Uno a uno van despegando
sus puentes levadizos,
uno a uno van suspirando
los grandes candelabros.
La sangre se le está llenando de algas,
pobre vieja.
Sus manos de enfermera,
apenas si parecen un racimo
de arterias infinitas.
Pequeñas lagañas
hacen el amor en sus ojos
mientras el cáncer
la crea y la aniquila sucesivamente.
Al lado de su cama
duermen uno o dos fantasmas virreinales.
Ahora mismo,
o quizás como siempre,
mi abuela recuerda solo lo que quiere.
Mi abuelo,
muerto hace ya 32 años,
espera.
Y ella, en su fábula neurótica,
pronto entrará a la muerte por la gran puerta,
y será pura lumbre,
y se verá en el espejo como una grandiosa Evita,
y lo verá a mi abuelo vestido de coronel,
soberbio y entrador.
 
Pero tras el umbral solo espera en realidad
un melancólico laburante,
pobre y bueno,
con una mano hecha un callo desnudo,
y arrastrando en la otra
una bolsa sucia de arpillera.
Pobre vieja. 
Del libro La sarna de los justos (Malisia, 2016)
 
 
Mientras haya una estrella en el cielo
 
Soy gitano andaluz, romaní de los balcanes,
negro calé, gypsie irlandés,  
zíngaro intocable, indio-pakistaní.
Soy gitano, errante y vagabundo,
nómada sin rumbo,
o eso es lo que dicen de mi.
Pero no soy yo el sin patria.
Cuando ustedes partieron sus porciones,
ya estaba fumando mi pipa por los treinta y dos rumbos,
así como soy, polizón del orbe.
Y cuando la falsa escuadra otro corte señale,
aquí seguirán mis piernas arqueadas de lomos de caballo,
mi entrepierna dura,
mi faldón cruzado,
mi pañuelo cinchado a la gran carreta del mundo.
Soy gitano, supersticioso e infiel,
pagano sin ley,
o eso es lo que dicen de mi.
Pero así como soy,
mi superstición es una fe ritual, salvaje y sin molduras.
Cultivo símbolos:
el azar y sus azares,
la familia y sus calores,
y mis muertos,
dioses cercanos que enterró el hortelano entre la grama.
Tiro cartas, fumo inciensos, adolezco de amores,
lamentos le arranco a las guitarras y los acordeones.
Y cuando nada de eso alcanza,
estacas desclavo y tramonto caravanas.
Soy místico, soy ético, familiar y atávico,
y sus recelos me valen un maravedí.
Soy gitano, rústico y ladrón,
artista de malas artes, mañoso de toda maña,
o eso es lo que dicen de mi.
¿Escandaloso? El silencio.
¿Ignorante? El que desconoce los caminos trenzados.
¿Ladrón? El que no troca. 
Mientras haya una estrella en el mundo,
seguiré buscando, seguiré buscando, si.
Y cada vez que llegue a un poblado
y una mano de payo me señale como forastero,
diré en buen romaní:
-apenas si estoy volviendo, yo ya estuve por aquí-.
 
Inédito
 
Cantan
 
Siempre están cantando.
Cantan para comer. Cantan para amar.
Cantan para luchar. Cantan para dormir.
Cantan para creer. Cantan para morir.
Cantan para parir. Cantan.
Siempre cantan.
 
Los niños, naciendo, también cantan.
Cantan en la siembra.
En la cosecha cantan.
Cantan para mecer las cunas y también las barcas.
Cantando ven crecer los platanares.
Cuando sorben el café cantan.
Cantan los católicos, cantan los evangélicos,
cantan los escépticos, en el vudú cantan.
 
Cantan los negros, cantan los mulatos,
cantan los rojos, los azules también cantan.
Cantan en las bienvenidas, en las partidas cantan.
Cantan los niños, los animales cantan.
No cantan los muertos,
solo por respetar a los que cantan.
 
Cantando desgranan el maíz
y limpiando el arroz cantan.
Cantando levantan casas
y para desbrozar los campos cantan.
Cantan en la cuaresma
y comiendo carne cantan.
Cantan, siempre cantan.
 
Porque todo pasa,
pero el canto queda flotando
como una mota de polvo
bajo un sol que también canta.
 
Del libro Ayibobo! (Abisinia, 2024)
 
Cántaros
 
Si es el mismo amor,
¿por qué me obligan a depositarlo
en dos cántaros distintos?
Un cántaro no tardará
en volcarse contra el otro
y hacerlo añicos
y escurrir todo este amor desperdiciado.
 
 
Del libro Ayibobo! (Abisinia, 2024)


 *Lautaro Rivara. Nació en Mar del Plata, Argentina, en 1991. Vivió en Haití entre 2018 y 2020. En la actualidad reside en México. Poeta, periodista, editor, investigador y profesor universitario. Licenciado en Sociología y Doctor en Historia por la Universidad Nacional de La Plata (Argentina). Postdoctorante en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha escrito sobre buena parte de los países de América Latina y el Caribe. Varias de sus crónicas se publicaron en el libro «Internacionalistas» (Instituto Tricontinental, Batalla de Ideas, 2023), libro que co-coordinó. Escribió tres poemarios: Lo feo también ama, La sarna de los justos (Malisia, 2016) y Ayibobo! (Abisinia Editorial, 2024). Fue galardonado en 2009 con el segundo premio del XXXVI Certamen Literario de Cheste, en España, y en 2025 con el Premio Internacional de Poesía Mahmud Darwish, en Colombia. Co-coordinó el taller literario “Los siete locos”. Ha participado en distintos eventos literarios de Argentina, Venezuela y Colombia. Administra el blog todoslospuentes.com

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