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lunes, 13 de enero de 2025

"Los genios" cuento de Ronnie Camacho Barrón

Por años los humanos hemos ido perfeccionando el arte de la guerra, en un principio todo se resumía en quien tuviera más armas y soldados, después comprendimos la eficiencia de las restricciones económicas y actualmente, nos gusta ponernos creativos soltando armas biológicas disfrazadas de nuevas enfermedades en los países enemigos.

Nos creímos los maestros de dicha disciplina hasta que ellos llegaron, todo comenzó con una misteriosa lluvia de estrellas que logró verse en el mundo entero, fue un fenómeno maravilloso que muchos vieron como una especie de regalo del cielo.

Tras la lluvia, cientos de millones de pequeños meteoritos que no se consumieron al entrar a la atmósfera fueron encontrados por toda la tierra y pronto, cada persona alrededor del globo quería tener uno como prueba del celestial evento.

Las rocas invadieron el mercado y nueve de diez familias, ya contaban con el estelar recuerdo en sus estanterías.

Un par de semanas después, una muy inusual noticia llegó a los medios, al parecer un joven de Chihuahua quien había encontrado una de aquellas rocas espaciales en la zona del silencio, se había suicidado, no sin antes advertir que, dentro de los meteoritos, yacían formas de vida con apariencia de elefantes rosas que tenían la capacidad de adentrarse en las mentes de las personas mientras dormían.

Aquello fue tan estúpido que nadie lo creyó y en poco tiempo, la extravagante nota se borró de la memoria colectiva.

De nuevo el tiempo pasó y pronto, gente de todo el mundo comenzó a denunciar lo mismo, paquidermos rosados invadían sus sueños y les ordenaban asesinar a todas las personas a su alrededor.

Según ellos, los animales eran tan insistentes que apenas si podían controlar los impulsos homicidas, con mucho esfuerzo unos cuantos resintieron la presión lo más que pudieron, pero al final se quitaron la vida con el fin de no dañar a nadie.

Mientras que otros más, simplemente no pudieron con ella y pronto, sucumbieron a los mandatos de sus supuestos hostigadores oníricos.

Una ola de conflictos y asesinatos sacudieron cada país de la tierra, y aunque fue difícil, logramos sobrevivir al abatir y encerrar en manicomios a cada uno de los “manipulados”.

Tras eso las investigaciones comenzaron y la comunidad científica se dedicó a estudiar a fondo todos los meteoritos que pudieron encontrar, pero sin importar cuantas pruebas hicieron, no encontraron nada.

Además de venir del espacio, no había otra cosa excepcional ni afuera ni dentro de ellas que hubiera podido provocar los sangrientos acontecimientos.

Fue así como sin ninguna otra evidencia que demostrara que todo aquello no se trató de otra cosa más que de un internacional ataque de histeria, continuamos con nuestras vidas, hasta que “ellos” volvieron a aparecer en nuestros sueños.

Pero está vez ya no venían de ningún meteorito, de algún modo lograron colarse en nuestras cabezas y no tardaron mucho en volver a sumir al mundo en el caos y la locura.

Aún hoy y a pesar de todo lo que ha pasado, no sabemos ¿quiénes son? o ¿de dónde vinieron?, los pocos que hemos logrado evitar caer en su influencia, lo hemos hecho a base de no volver a dormir, pero estamos tan exhaustos que no se cuanto más resistiremos.

Cada vez que cierro los ojos, veo a uno de esos rosas cabrones que me ordena asesinar al resto de los sobrevivientes, no les daré la satisfacción de controlarme y en lo que espero a que el veneno surta efecto.

No dejo de pensar en cómo nos ganaron la guerra por el planeta, atacándonos en el único lugar en el que resultaba imposible que nos pudiéramos defender, sin duda alguna, sean quienes sean, son unos malditos genios.


*Ronnie Camacho Barrón (Matamoros, Tamaulipas, México,1994) Escritor, Lic. en comercio internacional y aduanas, y Técnico Analista Programador bilingüe. Ha publicado 2 Novelas "Las Crónicas del Quinto Sol 1: El Campeón De Xólotl" (Amazon 2019) y "Carlos Navarro y El Aprendiz Del Diablo" (Editorial Pathbooks 2020-2022), también 10 libros infantiles por mencionar algunos "Friky Katy", "¿Tus papás son vampiros?", "El pequeño Rey", "Los Guardianes del bosque" y "Erika otra vez", todos con la editorial Pathbooks y traducidos en más de 6 idiomas, su más reciente obra una antología de cuentos titulada "Entre Nosotros” (Amazon 2021). Colaboró en 15 antologías y muchos de sus cuentos, relatos y ensayos han sido publicados en más de 145 revistas y blogs nacionales e internacionales.

miércoles, 14 de junio de 2023

"El polluelo" cuento de Ronnie Camacho Barrón


La inminente colisión de la luna con la tierra, ha provocado un aumento en el nivel de los mares que está arrasando con las ciudades costeras, su fuerza gravitacional sacó a los satélites de órbita dejando al mundo incomunicado y todos aquellos individuos susceptibles al trastorno bipolar, se están volviendo hostiles con cada persona a su alrededor.

Muy pronto el mundo se acabará y yo soy la única culpable, debí dejarlo donde lo encontré de haberlo hecho nada de esto hubiera pasado.

Todo comenzó hace dos semanas, debido a mis años de experiencia en el campo de la arqueología, fui llamada por el gobierno egipcio para ir a investigar una extraña pirámide recién descubierta en El Cairo.

Al tratarse un asunto de estado, la expedición se encontraba bajo la dirección de los militares del país, quienes además de trasladarme junto a mí equipo hasta el sitio también se asegurarían de mantener alejados a todos los curiosos.

En un principio no comprendí porque tanta discreción, había trabajado en decenas de excavaciones en la misma zona antes y estaba más que segura de que no encontraría nada nuevo, sí que estaba equivocada.

Ya que, además de no parecer afectada por sus siglos enterrada bajo la arena, la pirámide que me habían enviado a examinar, era totalmente distinta a todas las que alguna vez vi.

En lugar de piedra caliza, su estructura estaba construida a partir de una roca negra que parecía absorber la luz del sol y cada bloque, tenía gravados distintos jeroglíficos hechos de plata que contrastaban con su oscura superficie.

Abasi Mustafá, el comandante a cargo, me explicó que intentaron de todo para acceder a ella, desde maquinaria pesada hasta dinamita, pero nada funcionó, fue por eso que me llamaron esperaban que fuera capaz de encontrar la forma de hacerlos entrar.

Junto con mi equipo, comencé a examinarla más de nada me sirvieron mis años de experiencia, nunca había visto un material similar al de aquella roca negra y era la primera vez en mi vida que veía algunos de los jeroglíficos que la recubrían.

Pasamos días inspeccionándola y cuando parecía que fracasaríamos en nuestro intento, fue que lo encontramos, el único pictograma que reconocíamos, aquel que representaba al dios Thot.

Esté se encontraba gravado en distintos bloques, ubicados en las cuatro caras del monumento y después de haber visto sistemas similares en otras estructuras, hicimos lo mismo que con ellas y los presionamos todos a la vez.

Al instante, una sección del objeto se levantó, dándonos por fin el tan ansiado acceso a su interior.

Cuando el comandante y sus hombres vieron lo que logramos, se apresuraron a entrar y como era de esperarse, nosotros fuimos tras ellos.

Si por fuera la pirámide nos había maravillado, lo que vimos dentro, nos dejó perplejos, pues la entrada daba a una sala circular cuyo piso se encontraba cubierto por exuberantes flores que parecía morir y renacer a cada segundo, aunque en el exterior era de día  en su techo podía verse el cielo nocturno y en su centro, postrado sobre un trono, se encontraba el cadáver momificado de un ser con cuerpo de hombre y cabeza de ave que abrazaba contra su pecho, un huevo de color gris oscuro.

A pesar de que lo tenía frente a mí apenas si podía creerlo, estaba viendo los restos de un dios.

De inmediato comenzamos a tomar muestras de todo, un poco de tierra, algunas flores y fotografías del techo.

Con lo más sencillo recabado, era hora de ir por lo más importante y con sumo cuidado, intentamos remover los restos de su asiento.

Para evitar que el huevo se rompiera, decidí tomarlo primero, pero apenas le puse un dedo encima, el suelo de la estructura empezó a temblar y las ardientes estrellas del techo comenzaron a caer sobre nosotros.

En cuestión de segundos, todo se volvió un caos y aunque me dolía en el alma dejar a aquel extraordinario espécimen atrás, no tuve alternativa y con su huevo entre mis manos, salí corriendo.

Fue por muy poco que logré salir viva, de no haber sido por el comandante quien me guío hasta la salida, hubiese muerto igual que el resto de sus hombres y mi equipo.

No hubo tiempo para llorarles, aunque la pirámide y todas las muestras se perdieron cuando está colapsó y sus escombros se disiparon como arena en el aire, aún conservaba el huevo y podía examinarlo.

Las pruebas de carbono, databan la antigüedad del objeto en el 1075 a. C., en la era de los últimos faraones, a pesar de eso, los rayos X a los que lo sometí, demostraban que en su interior había algo vivo y palpitante que en cualquier momento podría salir de él.

Cuando mis empleadores supieron esto, su decisión fue contundente, aquello dentro del huevo debía morir antes de siquiera nacer.

Traté de hacerles entender que ese huevo era una oportunidad en un millón, la prueba de que todos aquellos dioses que hoy son mitos, alguna vez fueron reales y que podrían volver a serlo.

Su respuesta, en Egipto solo había lugar para un solo Dios.

Obviamente intenté protegerlo, atrincherándome a piedra y lodo en mi laboratorio, sin embargo, poco pude hacer contra el comandante, quien con explosivos derribó la barrera que había formado con escritorios y libreros.

La fuerza del estallido fue tal que por más que lo intenté, no pude levantarme e impávida, observé como los hombres tomaban el huevo y lo destruían al impactarlo contra el suelo.

Pedazos de cascarón volaron por todas partes y bañado en líquido amniótico, en el piso se encontraba el feto de un ser con el cuerpo ennegrecido y lleno de venas de un bebe, cuya cabeza era el cráneo blanquecino de un ave.

Los militares se horrorizaron al verlo y no satisfechos con lo que hicieron, se dispusieron a pisotearlo, ese fue su último error.

Antes de que el comandante Abasí, siquiera pudiese levantar su bota, el feto levitó del suelo y se posicionó a la altura de la cabeza de todos los presentes.

 —¡Humanos insolentes! —bramó con una voz profunda el malformado ser.

—¿qui…qui…quién eres? —tartamudeo el comandante.

¡Yo soy Thot, señor de los muertos, la escritura, el tiempo y la luna, por milenios, aguarde por aquellos que alguna vez nos adoraron, para renacer y erguir juntos un nuevo imperio, pero en lugar de fieles seguidores, lo que veo ante mí son asesinos empecinados en matarme cuando me encuentro más débil, quise darles una segunda oportunidad y me fallaron, es por eso que morirán! — el dios apuntó su palma abierta hacia los militares y tras cerrarla con violencia, estos envejecieron tan rápido que en lo que dura un suspiro fueron convertidos en porosas pilas de huesos dentro de sus uniformes.

Cuando terminó con ellos, se dio la vuelta y lentamente se dirigió hasta donde estaba.

—¡No me lastimes, por favor! —supliqué.

—No lo haré —murmuró—.Fuiste la única que me protegió cuando mi propia gente quiso matarme, vivirás, al menos por ahora —

—¿Qué?

—Una raza que ha traicionado a sus dioses no merece seguir viviendo, disfruta de los días que te quedan, cuando la luna colisione con la tierra será el fin de todo lo que conoces —

Después de eso Thot se fue y aunque él me perdonó, el gobierno no lo hizo y por mi traición fui enviada a la cárcel para ser sometida a todo tipo de torturas.

Ahora con mi cuerpo maltrecho desde la ventana de mi celda observo como mi mundo colapsa a cada segundo, no dejo de maldecirme por lo que hice, pero los maldigo más a ellos por dejarme morir aquí.

 

*Ronnie Camacho Barrón (Matamoros, Tamaulipas, México,1994) Escritor, Lic. en comercio internacional y aduanas, y Técnico Analista Programador bilingüe. Ha publicado 2 Novelas "Las Crónicas del Quinto Sol 1: El Campeón De Xólotl" (Amazon 2019) y "Carlos Navarro y El Aprendiz Del Diablo" (Editorial Pathbooks 2020-2022), también 10 libros infantiles por mencionar algunos "Friky Katy", "¿Tus papás son vampiros?", "El pequeño Rey", "Los Guardianes del bosque" y "Erika otra vez", todos con la editorial Pathbooks y traducidos en más de 6 idiomas, su más reciente obra una antología de cuentos titulada "Entre Nosotros” (Amazon 2021). Colaboró en 14 antologías y muchos de sus cuentos, relatos y ensayos han sido publicados en más de 130 revistas y blogs  nacionales e internacionales. 

miércoles, 28 de diciembre de 2022

TOP 10 Revista Innombrable 2022


"Eos rododáctila" poemas de Octavio Huesca Heredia (México)

https://www.revistainnombrable.com/2022/04/eos-rododactila-poemas-de-octavio.html




"Mi propia oscuridad" poemas de Adriana Molina Hurtado (Colombia)

https://www.revistainnombrable.com/2022/04/mi-propia-oscuridad-poemas-de-adriana.html



"Sobre una cita que habla de las palabras" poemas de Felman Ruiz (Bolivia)

https://www.revistainnombrable.com/2022/04/sobre-una-cita-que-habla-de-las.html



“El Familiar” cuento de Ronnie Camacho Barrón (México)

https://www.revistainnombrable.com/2022/05/el-familiar-cuento-de-ronnie-camacho.html




“Cálculo de utopías” prosa poética de Eréndira del Carmen Corona Ortíz (México)

https://www.revistainnombrable.com/2021/12/calculo-de-utopias-prosa-poetica-de.html



"El viaje hacia Andrómeda" poemas de Julio Fabián Salvador (Perú)

https://www.revistainnombrable.com/2022/07/el-viaje-hacia-andromeda-poemas-de.html




“Ellos dos” relato de Manuel Arboccó de los Heros (Perú)

https://www.revistainnombrable.com/2022/07/ellos-dos-relato-de-manuel-arbocco-de.html




"La necesidad del affaire" relato de Luis Vargas (México)

https://www.revistainnombrable.com/2021/10/la-necesidad-del-affaire-relato-de-luis.html





"Alguien con quién coincidir" relato de Harry Santiago Cárdenas (Colombia)

https://www.revistainnombrable.com/2022/04/alguien-con-quien-coincidir-relato-de.html



jueves, 17 de noviembre de 2022

"La Luz" cuento de Ronnie Camacho Barrón


Como siempre es una hermosa noche, las estrellas brillan, la luna llena abarca un gran cacho del cielo y yo muy confiado, me acerco a la puerta de la cafetería donde mi novia trabaja.

Apenas la abro, soy recibido por el exuberante aroma de las tortillas de harina y el café recién hecho, otrora aquello despertaba mi hambre, pero ahora lo único que logra es retorcer mi estómago del asco.

Mi novia, la única razón por la entré a este cochino lugar, se encuentra atendiendo el negocio detrás de la barra.

― ¡Amor ya llegaste! ―sus ojos se iluminan al verme.

―Hola hermosa ―camino hacia la barra y sobre esta, nuestros rostros se acercan hasta fusionarse en un beso.

― ¡Ya párenle tortolitos, guárdense algo pá más tarde, órale que se queman mis chilaquiles ―son algunos de los comentarios burlones que nos sueltan varios de los comensales habituales!

 ―Ya voy, ya voy ―responde mi novia a sabiendas que es un juego―.Oye sé que planeaste algo para hoy, pero, ¿Puede esperar un par de horas?, es que papá salió y me dejó encargada de cerrar ―nerviosa mira hacia el suelo a la par que entre sus manos, estruja un viejo trapo con el seca los platos después de lavarlos.

―Por supuesto, tenemos todo el tiempo del mundo ―como me odio por decir eso.

Gracias guapo ―me sonríe antes de volver al trabajo.

Mientras la observo ir y venir de un lado a otro, no evito repasar en mi mente todos los defectos que le he encontrado, como sus ojos de tamaño desigual, ese grotesco lunar carnoso sobre su labio superior y su voz tan chillona que ya me tiene harto.

A veces me pregunto, si después de tanto tiempo ella hará lo mismo, ¿También tratará de encontrar todos los defectos que en su día el amor impidió que viéramos?.

Por casi dos horas espero que termine y mientras lo hago, veo un rato el futbol en una vieja televisión que hay enclavada en la pared, charlo con otro cliente y me tomo un café.

Perdón por hacerte esperar ―dice exhausta.

―No te preocupes ―yo sonrío de oreja a oreja.

―Ya nada más déjame apago las luces y cierro las puertas para que nos vayamos ―promete

―Claro.

Ella comienza con su última labor cuando de pronto, escuchamos el sonido de la puerta abrirse a nuestras espaldas.

Un hombre ha entrado a la cafetería, luce nervioso, no aparta la mano del bolsillo derecho de su pantalón y esconde su cara debajo de una gorra y unas gafas de sol.

Con cuidado examina el lugar, antes de centrar su vista en nosotros.

―Ay señor, discúlpeme, pero ya cerramos ―mi novia se muestra apenada.

Sin mediar palabra y con paso tembloroso, el hombre se da la vuelta, pero no para marcharse, en lugar de eso cierra la puerta de la entrada con candado y se aproxima a la barra.

―Dame todo el dinero ―dice tan rápido que apenas si se le entiende.

― ¿Cómo? ―pregunta mi novia con una sonrisa nerviosa.

―Ya me escuchaste, ¡Que me des todo el dinero! ―rápidamente desenfunda una pistola y le apunta a la cara.

Al ver el arma ella grita aterrada y el ladrón que de por sí ya luce nervioso desde que entró, también se asusta y aprieta el gatillo.

Una bala sale disparada y los sesos de mi novia se estampan contra la pared, antes de que esta caiga muerta al suelo.

― ¡Asesino! ―la ira me invade al presenciar aquello y trato de abalanzarme sobre él.

No logro mucho, pues apenas me ve levantarme de mi asiento, apunta en mi dirección y también me fulmina de tres disparos en el pecho.

Cual colilla de cigarro me desplomo y mientras la penumbra se apodera de mi visión, observo como el ladrón quita el seguro de la puerta y sale corriendo.

Un frío acalambrado me abraza y siento como me hundo en la profundidad de la nada, hasta que de pronto, algo sucede, una tenue luz comienza a atravesar la oscuridad que tapiza mis ojos.

A cada segundo esta se agranda y pronto alcanzo a distinguir que aquella luminiscencia, proviene de la poderosa luna llena que impera en el cielo.

Una vez más me encuentro frente a la entrada de la cafetería y aún en contra de todos mis deseos, vuelvo a abrir la puerta.

― ¡Amor ya llegaste! ―otra vez los ojos de mi novia  se iluminan al verme.

―Hola hermosa ―nuevamente me acerco a la barra, nuestros rostros se funden en un apasionado beso y los comensales se mofan de nosotros.

―Ya voy, ya voy ―ella les sigue el juego―. Oye sé que planeaste algo para hoy, pero, ¿Puede esperar un par de horas?, es que papá salió y me dejó encargada de cerrar ―estoy cansado de esto.

―Por supuesto, tenemos todo el tiempo del mundo ― ¿Por qué no me fui cuando pude?

―Gracias guapo ―regresa al trabajo.

Mientras la espero, vuelvo a ver el partido, como siempre el Cruz Azul perdió, tengo la misma trillada conversación con el otro comensal y me bebo un repugnante café.

―Perdón por hacerte esperar ―.

―No te preocupes ―mientras mi rostro sonríe, yo lloro por dentro.

―Ya nada más déjame apago las luces y cierro las puertas para que nos vayamos ―jura.

―Claro.

A la par que mi novia comienza a apagar las luces, el característico sonido de la puerta abriéndose se escucha.

Igual que siempre el ladrón entra, exige el dinero, ella grita, de un tiro la silencia y mientras yo trato de vengarla, me mata también.

Otra vez la oscuridad se apropia de mis ojos, el frío me abraza y la nada me absorbe, hasta que la luz de la luna vuelve a hacer su aparición.

Ya he vivido esto más de mil veces y lo seguiré haciendo, pues este, es el destino que le depara a las almas que murieron de una forma tan abrupta como yo, estamos condenados a repetir nuestra muerte, hasta el fin de los tiempos…aquí voy de nuevo.

 

*Ronnie Camacho Barrón (Matamoros, Tamaulipas, México,1994) Escritor, Lic. en comercio internacional y aduanas, y Técnico Analista Programador bilingüe. Ha publicado 2 Novelas "Las Crónicas del Quinto Sol 1: El Campeón De Xólotl" (Amazon 2019) y "Carlos Navarro y El Aprendiz Del Diablo" (Editorial Pathbooks 2020), también 10 libros infantiles por mencionar algunos "Friky Katy", "¿Tus papás son vampiros?", "El pequeño Rey", "Los Guardianes del bosque" y "Erika otra vez", todos con la editorial Pathbooks y traducidos en más de 6 idiomas, su más reciente obra una antología de cuentos titulada "Entre Nosotros” (Amazon 2021). Colaboró en 11 antologías y muchos de sus cuentos, relatos y ensayos han sido publicados en más de 129 revistas y blogs nacionales e internacionales.

jueves, 5 de mayo de 2022

“El Familiar” cuento de Ronnie Camacho Barrón


—¡Nos encontró! ¿Qué hacemos? ¡ya no hay a donde ir! —grita Raúl, mi mejor amigo, sin apartar la vista de la siniestra creatura que por tanto tiempo nos ha estado siguiendo.

—Tenemos que pelear, no hay de otra —comienzo a buscar cualquier cosa con la que pueda defenderme.

—¡No vamos a poder ganarle! —

—¡Eso no importa!, ya me cansé de huir, está noche terminaremos con todo —agarro un palo y mientras me preparo para lo peor, repaso en mi cabeza cómo fue que llegamos a este punto.

Todo comenzó hace un par de meses, desde que tengo memoria Raúl y yo crecimos temiendo a Doña Teresa, una anciana que vivía en nuestro barrio, en una inmensa casa y sin ninguna otra compañía, más que un enorme y negro perro faldero que cada noche sacaba a pasear.

Realmente, jamás ninguno de nuestros vecinos se tomó el tiempo para conocerla, pero todos alguna vez llegamos a escuchar los rumores que pendían sobre ella, rumores que contaban la historia de una mujer pobre que ansiosa de riquezas hizo un pacto con el diablo y a cambio de cumplir con sus más banales deseos, no dudó en sacrificar las almas de su propio esposo e hijos.

Por mucho tiempo Raúl y yo discutimos la veracidad de esas historias y tras unas cuantas cervezas, encontramos el valor suficiente para ir a comprobarlas.

Como pudimos, nos brincamos la barda que servía de frontera entre su casa y la calle, tuvimos cuidado de no encontrarnos con el perro y con una palanca, destruimos la cerradura de la puerta delantera y nos adentramos en su hogar.

Aún sin saber si la historia del pacto con el diablo era cierta, una cosa era verdadera, aquella mujer tenía dinero y para probarlo estaban las múltiples fotografías que reflejaban sus viajes por el mundo, las decenas de muebles antiguos y bien cuidados, y los cubiertos de plata pura que guardaba en la despensa.      

Cuando comenzamos a pensar que todo aquello no se trataba de nada más que de simples chismes, el sonido de un golpe seco llamó nuestra atención.

Pronto más golpeteos le siguieron y guiados por la curiosidad, los seguimos hasta hallar la fuente en el sótano de aquella casona.

Rodeada por un círculo de velas rojas y los cadáveres de gallos negros decapitados, se encontraba Doña Teresa, armada con un cuchillo y en un aparente trance del que salió tras un grito de Raúl.

De inmediato comenzó a confrontarnos, exigiendo saber ¿Qué hacíamos ahí y cuanto habíamos visto?, pero antes de que pudiéramos responder se abalanzó sobre nosotros y trató de asesinarnos con su cuchillo.

Logró herir a Raúl en el hombro y tras un violento forcejeo, le arrebate el puñal y sin darle oportunidad de volver a defenderse, se lo clavé en el corazón.

A la par que un chillido de dolor salía de ella, un potente aullido proveniente del piso de arriba hizo temblar la casa y no cesó, hasta que la mujer que por años había sido la causa de nuestros miedos, murió frente a mí.

Aún con las manos llenas de su espesa sangre y sin comprender nada de lo que había pasado, levanté a mi amigo y huimos del lugar.

No fue hasta que me detuve para ayudarlo a saltar la barda, que me percaté de su presencia, aquel perro negro que servía de compañero de la ahora occisa anciana nos observaba desde la entrada de su casa.

Lo había visto miles de veces antes, siempre fue un perro calmo, pero ahora lucía distinto, no dejaba de mostrarnos sus afilados colmillos a la par que gruñía feroz y nos dedicaba una pesada mirada que denotaba una sobrenatural inteligencia y un profundo odio.

Sin hacerle mucho caso continuamos la huida y aunque Raúl insistió con correr a buscar un hospital para atender su herida, yo se lo impedí, pues si alguien llegaba a ver la sangre que ensuciaba mis manos, pronto sabrían lo que habíamos hecho.

Tras darle unos rudimentarios primeros auxilios, tomamos todo lo que pudimos y esa misma noche nos fuimos de la ciudad.

Condujimos hasta bien entrada la madrugada y mientras recorríamos la carretera que nos llevaría a la ciudad vecina, el inmenso perro apareció en medio del camino, la sorpresa de volver a verlo me hizo perder el control del volante y terminamos saliéndonos de la carretera.

Fue por muy poco que logramos salir vivos, pero nuestra suerte no duró tanto, aquel extraño animal ya se encontraba esperándonos desde el otro lado del camino y lentamente, avanzó hacia donde estábamos.

Con cada paso que daba su cuerpo empezaba a transformarse, primero, su pelaje se encrespó hasta convertirse en afiladas púas, después, cual espuma, su boca se llenó de un crepitante fuego carmesí y por último, sus patas fueron sustituidas por pesuñas idénticas a las de los chivos.

Estaba paralizado por el miedo que me provocó presenciar aquello, más mi alma no sucumbió al verdadero terror hasta que esa cosa se detuvo a solo dos metros de nosotros y abrió su hocico para decir lo siguiente:  

—¡Mi nombre es Canisber, aquella mujer que asesinaste era mi bruja y como su espíritu familiar, es mi deber vengarla! —después de eso, se abalanzó sobre mí.

—¡No! —levanté mis brazos en un fútil intento por protegerme, pero antes de que siquiera pudiera ponerme una pesuña encima, los primeros rayos del sol aparecieron en el horizonte y al tener contacto con su pelaje, este comenzó a quemarse.

Al ver que no lograría su cometido la creatura retrocedió, no sin antes advertirnos, que no descansaría hasta matarnos.

Hemos huido desde entonces, cuidando cada uno de nuestros pasos, pero estamos tan cansados que, sin darnos cuenta, cometimos un error y carentes de más opciones, terminamos escondidos en una pequeña ermita en medio de la nada.

Aquel siniestro ser del averno nos ha seguido hasta aquí y desde la sombra de un árbol, atento, espera que llegue la noche para por fin venir por nosotros.

Faltan pocos segundos para que eso suceda y sin importar como termine esto, tengo el único consuelo de que al final, ya no tendré que correr.

 

*Ronnie Camacho Barrón (Matamoros, Tamaulipas, México,1994) Escritor, Lic. en comercio internacional y aduanas, y Técnico Analista Programador bilingüe. Ha publicado 2 Novelas "Las Crónicas del Quinto Sol 1: El Campeón De Xólotl" (Amazon 2019) y "Carlos Navarro y El Aprendiz Del Diablo" (Editorial Pathbooks 2020), también 10 libros infantiles por mencionar algunos "Friky Katy", "¿Tus papás son vampiros?", "El pequeño Rey", "Los Guardianes del bosque" y "Erika otra vez", todos con la editorial Pathbooks y traducidos en más de 6 idiomas, su más reciente obra una antología de cuentos titulada "Entre Nosotros” (Amazon 2021).  Colaboró en 11 antologías y muchos de sus cuentos, relatos y ensayos han sido publicados en más de 100 revistas y blogs  nacionales e internacionales.

martes, 19 de octubre de 2021

"El Séptimo Día" relatos de Ronnie Camacho Barrón



Los últimos

Estoy por marcharme del único mundo que he conocido y realmente no siento nada, pocas veces he probado bocado, pero jamás he saciado mi hambre, la oscuridad de los cielos nunca me permitió ver el sol y aunque ya no hay ruidosas ciudades, nunca he podido conciliar el sueño.

Mi nombre es Elías Salas, soy el capitán del arca espacial A-001 y soy parte de la generación Z, no aquella nacida entre los finales de los noventa y principios del 2000, sino la última que nació después de la guerra “Zombi”.

Todo ocurrió en el 2180, cuando la humanidad estaba al borde de la extinción por la falta de recursos, las guerras y enfermedades sumamente infecciosas que se esparcieron por todo el globo.

En busca de preservar la vida, las mejores mentes del planeta idearon un gen que podía convertir a las personas en seres virtualmente indestructibles, en secreto lo implementaron en las zonas de mayor conflicto y enfermedad, esperando que todas sus simulaciones y experimentos funcionaran en la realidad.

Para suerte del mundo, el gen funcionó o al menos lo hizo en un principio, pronto las personas comenzaron a curarse de las distintas enfermedades, el sueño y el cansancio habían dejado de ser un problema e incluso las más potentes armas no podían hacer ni mella en los cuerpos de los humanos con el gen en su interior.

De a poco la vida volvió a prosperar, las enfermedades habían desaparecido y las guerras ya no tenían sentido si el enemigo no podía morir y justo ese fue el comienzo de los problemas.

Aunque el gen en un principio había logrado su cometido tenía un efecto curioso en quienes lo poseían, pues todos presentaban un hambre voraz que solo podía saciarse con la carne de todos aquellos que no contaban con el gen.

Fue así como la guerra Humano-Zombi se apoderó del planeta y aunque los humanos lo intentaron por años, no pudieron frenarnos.

Nosotros la generación Z somos descendientes de aquellos impregnados con el gen, nuestros padres devoraron al mundo y aunque nosotros conservamos el intelecto y la razón, también heredamos su hambre. 

El problema, es que en este mundo muerto solo quedamos nosotros, ya no hay más comida y nuestra única opción es buscarla en otros mundos.

Mi arca espacial está lista para despegar, espero que a donde sea que vayamos…encontremos comida.

 

El Séptimo Día

Apenas dan las 5:00 de la madrugada, mi pesadilla comienza, como cada noche desde hace seis días, un trió de demonios emergen del infierno con el propósito de llevarse a mí humana.

—¡No de nuevo, ya no más! —grita desesperada.

—No tengas miedo, esto terminará esta noche — prometo antes de plantarme frente a ella.

Al verme sacar las garras, los seres del averno retroceden, han aprendido que no soy cualquier enclenque, los ojos perdidos y las manos destazadas, son la prueba de que este antiguo gato callejero, se convertirá en un fiero león con tal de protegerla.

—¡Ataquen!  —ordena el líder y pronto, mordidas, zarpazos y bolas de fuego comienzan a volar.

A pesar de que me superan en número no me amedrento y hábilmente, paso entre las piernas de dos de ellos, rasguño sus pantorrillas para hacerlos caer y cuando los tengo en el suelo, los culmino con una certera mordida directo a la yugular.

—¡Dante cuidado! —ella me advierte, pero es muy tarde, el demonio líder me patea y presa de la gravedad, termino impactando de lleno contra una de las lapidas del cementerio.

Trato de incorporarme, pero me es imposible, mi boca sabe a sangre, apenas si puedo respirar y  un dolor punzante en mi costado, denota el gran número de costillas rotas.

—Pensé que ustedes siempre caían de pie —se burla mientras se acerca a mi niña.

—¡Dante ayúdame! —su voz despierta mi instinto protector y a pesar de mis heridas, ignoro el dolor y corro hacia ellos.

De un salto trepo a la cabeza del demonio y entierro mis garras en lo más profundo de sus corneas, haciéndolo gritar de dolor mientras trata de apartarme, pero yo me aferro.

Solo debo esperar un poco más, apenas llegue el amanecer del séptimo día las puertas del cielo se abrirán y el alma de mi dueña, tendrá la oportunidad de ingresar al paraíso.

Casi desfallezco, pero logro mi objetivo y cuando los primeros rayos del sol despuntan en el horizonte, las puertas aparecen frente a ella y el demonio que nos aqueja explota en mil pedazos al contacto con la luz.

—¡Dante! —trata de acercarse.

—¡No vengas, entra a las puertas!.

—Pero vas a morir y es por mi culpa... —sus ojos comienzan a humedecerse.

—Tú me diste un hogar cuando no tenía nada, aunque tuviera mil vidas, jamás me arrepentiría de morir por ti.

Al escuchar mis palabras su llanto se desborda, pero al final obedece y cruza las puertas que le darán el descanso eterno, me alegra saber que aquella bella imagen, será lo último que veré.


Memento Mori

Mi abuela solía decir que “La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja”, nunca supo cuánta razón tenía, pues cuando ella murió, vi como el negro ángel de la muerte vino por su alma.

Fue así, que a sabiendas de que nada importaba y de que eventualmente mi destino sería el mismo, abandoné el rancho que por generaciones había pertenecido a mi familia y salí en busca de la gloría que nunca tuvimos.

A base de plomo y sangre, me hice de una reputación y pronto fui conocido como Javier “Tiro Certero” Murrieta, uno de los bandidos mexicanos más grades del Salvaje Oeste, temido e idolatrado por todos los gringos a la vez.

Durante años y a lo largo de mis atracos volví a encontrarme con la muerte, ella aparecía ante mí con cada hombre que mataba y aunque siempre intenté entablar una conversación, la parca nunca me dijo nada, hasta hoy.

Hace poco, mientras dormíamos, un coordinado grupo de Sheriffs y alguaciles se adentró sigilosamente en la guarida de mi banda y mató a todos mis hombres, yo no corrí con tanta suerte.

A mí me han aprendido y encerrado dentro de una jaula, tirada por caballos y rodeado por los cadáveres putrefactos de mis compañeros.

Llevamos horas de trayecto, apenas si resisto el aroma y desde que salimos de mi guarida, la muerte nos ha estado siguiendo sin dejar de recitar las siguientes palabras “Memento Mori, recuerda que morirás”.

Supongo que cuando lleguemos al pueblo, será el fin de mis aventuras.

                                       

*Ronnie Camacho Barrón (Matamoros, Tamaulipas, México,1994) Escritor, Lic. en comercio internacional y aduanas, y Técnico Analista Programador bilingüe. Ha publicado 2 Novelas "Las Crónicas del Quinto Sol 1: El Campeón De Xólotl" (Amazon 2019) y "Carlos Navarro y El Aprendiz Del Diablo" (Editorial Pathbooks 2020), también 10 libros infantiles por mencionar algunos "Friky Katy", "¿Tus papás son vampiros?", "El pequeño Rey", "Los Guardianes del bosque" y "Erika otra vez", todos con la editorial Pathbooks y traducidos en más de 6 idiomas, su más reciente obra una antología de cuentos titulada "Entre Nosotros” (Amazon 2021).  Colaboró en 9 antologías y muchos de sus cuentos, relatos y ensayos han sido publicados en más de 80 revistas y blogs nacionales e internacionales.