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Bajo el gran cielo estrellado
La bella bruja corría
Pa’ que se cumpliera el hado
Antes que brillara el día.
Alrededor, la tormenta
Con despudor sonreía
Y su mano violenta
Era una playa bravía.
Mientras tanto, con furor
Reflejándose en los pasos
Seguía hacia su amor
Con pies heridos y lasos
Y, llegando en el castillo,
Por las nieblas rodeado
Y por un perro amarillo,
El Cerbero disfrazado.
Poseyendo el cosmos entero
En sus palabras feroces
Evocó su compañero
Para mezclar las dos voces:
En un día gris, en vuelo,
Un espíritu maldito
Por perversidad y celo
Nos llenó con un gran grito:
− “¡ Se vuelva en polvo tu sueño!
Dea noctis et tenebrae...
Con enfermedad te preño
Soy dios, anima litterae…”
Antes que se planteara
La semilla de ese odio
La clave se mostró clara
El preludio del alodio.
Súbitamente supuso
Su destino grande y fuerte
La fe en el amor puso
Por la visión de la suerte:
Siete diablitos bailaban
Delante de un espejo
Mientras tanto ellos criaban
Un mundo del sueño añejo…
Y sonriendo lanzaron
El hechizo de los vientos
Para que así lograran
Romper el encantamiento:
“En el verde camafeo
Tu mantendrás escondido
Como un dormido Morfeo
Invencible contrahechizo.
De la muerte liberada
Ahora estarás por siempre
Te acompañará un hada
Para prepararte el vientre.
Tus problemas estarán
Muy rápido bien resueltos
Vías no te faltarán
Ni protectores dispuestos...
Encendida la tormenta
Quemará su propio dueño
Su gran mano no la alienta
Porque es muy justo tu sueño.
Y el mirlo te dirá
El momento de escapar
De la torre que allá
Dios en vano te pondrá”.
Y de una encarceló
El hermoso hada infernal
Se juzgó un vencedor
Perdería en el final…
Pues que junto a ella estaba
El dormido contrahechizo
Y el mirlo rodeaba
El castillo de granizo...
Por tres años torturada
Por terrible soledad
Sintiéndose abandonada
Enfrentando enfermedad...
La bruja fue sorprendida
Por la risa soleada
Del pájaro de la vida
A sacarla de la nada:
− Es llegado el gran momento
De escaparte de aquí
Ponte lista, el pensamiento
Es la puente para ti...
Y la mente la llevó
A su designio anhelado
Rápidamente empezó
El hechizo de su hado:
Mis heridas sanarán
A lo largo del camino...
Dioses no me detendrán,
Pues vencer es mi destino.
Junto a ti siempre estaré
Asmoday, mi bien amado.
Y dos hijos yo tendré
Te quedarás a mi lado…
Y así la maldición
Se rompió eternamente
Y se hizo la unión
Del amor concupiscente...
*Hebe Santos es una escritora que posee algunas publicaciones, pues ha participado en estos últimos años de antologías colectivas impresas y digitales, además de publicar cuentos y poesías en revistas. Algunas de sus obras digitales pueden ser leídas en la Revista Subversa y en la Revista Inversos. Todas las antologías impresas en las que publicó sus obras pertenecen a Andross Editora.
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