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martes, 19 de noviembre de 2024

"El mapa de los anhelos" poemas de Eugenia Páez


El mapa de los anhelos


Vibra un color vibra el tiempo
ecos de un noble registro.
Una antigua mudez hoy hay burlado
un muchacho que puso arte
a la “Dama de Cemento”,
rito de jazmines
recuerdos sin postigos,
las vías y un río
acunando capullos.
Un joven abraza
al mundo con su lente
capturando emociones,
un visor que congela
cien imágenes
porque sabe que otros
necesitan de sus ojos
y así
conservar la historia
en mil memorias.
Te nombraste poeta de la imagen
senderos de marrón
a verdes invaluables
como rubí,
mirar tantos recuerdos y decir
es imposible caminar sin ellos.



Anestesia


Resista.
Esquive la anestesia.
Urge no dejar el grito agazapado, ni pretender elevar la lista
de quiénes son los que nos necesitan, si nosotros también
formamos parte de los necesitados.
Exista.
Exista en cada uno de sus días, encuentre en la mirada del
otro esa ciudad habitable.
Renuncie a pensar
que solo el pan alimenta. Déjese abrazar y regale su abrazo,
mascullar hace mal al alma
y a los dientes.
Contagie,
hable de una nueva pandemia para cambiar
el corazón de los hombres, sea parte de esa justicia.
Esquive la anestesia,
porque ante las altas temperaturas, anda suelto el frío.
Sume manos,
no silencie el hacha, escribamos la vida, sintamos la alegría
de habernos erguido
en fe, esperanza y amor.
Somos gota ante la sequía,
huella del tren que pasó.
Tálamo nupcial como deseo natural,
pulsión de vida que atraviesa
la condición humana
y embiste para quebrarla y quebrarse
esquivando la anestesia, en una solidaridad tangible
y verozmente fulminante.


Ojos ciegos


Bautizar tus ojos ciegos brisa de un arrullo
del corazón para escucharte
otra vez enamorado.
Destierro y despojo algarabía por vivir.
¿Quién vigila los espejos? Sácate las vendas
Y mírame porque llevo un poema feliz.
Encender y redoblarse sintiendo el hambre de pinceles y
miradas.
Un aura
en la palabra pública.
Una caja negra un lente mágico muestra tangible del existir,
engullir la belleza
y sentir que se nos atora en la garganta,
mirarte, mirarnos,
porque donde no hay poesía hace frío.



Boquita cerrada


Yo me pinto la cara de verde esperanza y de blanco calma.
Hay en la calle un rosario
un ciego calvario de bocas cerradas.
Noticias macabras silencios y espadas.
La vida congela tira toda esperanza
tiene un abuelo en la nuca marcados los miedos dando a su
nieto oscuros consejos porque el rey pide y va por más
quien parece hoy dictaminar a la pobreza
que la justicia no llegará.
No se dejen estafar la vida es poca
juzguen ustedes mismos no esquiven la mirada
a nuestros hermanos
por más que sean distintos, de que sirve la libertad
si no es nada cómodo
solo quien vive en la abundancia puede sostener su credo
en este mundo cielo e infierno juegan su partida unos por
prevalecer otros a no callar
a la cultura,
sigan, sigan igual
aunque escuchen
quédate con tu boquita cerrada. Seguí, sigamos,
porque nos merecemos para todos
un mundo igual y en justicia.



*Eugenia Páez nació en la ciudad de Córdoba, Argentina, y actualmente reside en Frías, Santiago del Estero. Es autora de seis libros, entre ellos: Entre peperina y letras, Pa' el mal de amores, Calles versas y diversas, Aguas Calmas y ¿Habrá suficientes manzanas para todas?. Su obra más reciente es Mándame un color. Varias de sus publicaciones han sido declaradas de interés legislativo, cultural, educativo y social, destacando la relevancia de su trabajo en diferentes ámbitos. Además, sus escritos forman parte de numerosas antologías a nivel provincial, nacional e internacional. Eugenia Páez es miembro activo de los grupos literarios "Sentir en Palabras" (Bell Ville, Córdoba) y "Arte y Poesía sin Fronteras" (Ecuador), lo que refleja su compromiso con la difusión de la poesía y el arte más allá de fronteras geográficas.

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