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miércoles, 21 de mayo de 2025

"Fe y alegría" poemas de Pablo Estrada


Self-portrait (from the distance)

 

Llueve hoy aquí, 

ayer también, 

mañana quizá. 

 

Seguro que en este momento, 

en otro lejano país tercermundista, 

debe estar lloviendo 

y un tipo igual que yo 

debe estar viendo 

cómo llueve 

a través de la ventana, 

escuchando blues en la radio… 

 

Sintiendo 

que sus sueños se desvanecen, 

sus ilusiones se esfuman 

y se agota su paciencia; 

que el mundo es una mierda 

y que está cansado 

de ser tratado como perro. 

Deseando salir a la calle 

y caminar bajo la lluvia 

envuelto 

en un cómodo abrigo, 

cubierto 

por un impermeable azul… 

 

tomarse un trago decente, 

un café caliente; 

probar algo de comida 

poco saludable 

y bastante costosa… 

 

regresar luego a casa, 

tomar un baño tibio 

y hacer el amor 

con una hermosa dama 

complaciente y silenciosa. 

 

Seguro que está creyendo 

que aquí 

también llueve 

y hay un tipo 

como él 

haciendo y pensando 

las mismas cosas. 

 

Seguro que lo cree 

pero jamás 

podrá saberlo 

con certeza. 

Yo tampoco. 

 

(de El fuego en la herida) 

 

 

 

fe y alegría 

 

¡Qué pobres somos, qué pobres! 

No tenemos casi nada. 

Pobres tirando a felices 

porque nunca estaremos solos. 

Los Suaves, «Frío como una llave» 

 

Fe y Alegría se llamaba 

el colegio donde mis hermanos menores 

estudiaron en una época 

cuando lo que menos había 

—en nuestra familia— 

era precisamente eso. 

 

vivíamos en un barrio pobre 

en la ladera de un cerro 

donde el viento pega fuerte 

y la hierba crece alta. 

 

papá recién había muerto 

y habíamos quedado en la ruina 

—tanto moral como económica—, 

mamá trabajaba muy muy duro 

para llevar el pan a casa. 

 

las esperanzas estaban puestas en mí 

que empezaba la universidad 

pero yo sabía que no representaba 

ningún porvenir para nadie, 

ni para mí mismo siquiera. 

 

hambre, pobreza, frío, mugre, 

desesperación y angustia, 

mucha miseria, nada alentador 

—no quiero recordar más 

para evitar resentimientos—, 

eso era todo lo que había 

pero fe: ninguna y esperanza, menos 

 

* * * 

 

luego mis hermanos estudiaban 

en otros colegios —no sé los nombres— 

y las cosas ya no estaban tan mal; 

aunque persistían las dificultades, 

sobre todo económicas. 

 

pero a veces —en medio 

de nuestras crisis internas 

y la agobiante realidad externa— 

creía detectar un gesto de alegría, 

un brillo de esperanza en su mirada. 

 

quizá era, como dicen los pobres: 

la fe es lo último que se pierde 

y la felicidad no está en lo que tienes 

sino más bien en lo que eres… 

lo que quiera que seas, yo agregaría. 

 

(de Entre esto y aquello) 

 

 

*Pablo Estrada (Bogotá, Colombia). Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia y Magíster en Estudios Editoriales del Instituto Caro y Cuervo. Egresado de los talleres distritales de cuento, crónica y novela Ciudad de Bogotá. Ha sido gestor editorial de revistas científicas, editor e investigador; así como creador e integrante de proyectos y grupos culturales como Superficies —propuesta artística que integra literatura, música, video y fotografía—, el negacionismo poético y Caterva. Ha participado en festivales y eventos literarios en Colombia. Textos suyos se encuentran en revistas, periódicos y antologías. Tiene publicados los libros de poesía El fuego en la herida(Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana, 2010) y Entre esto y aquello (Bogotá: Senderos, 2015), y la novela Los miércoles también llueve vol. 1 (Bogotá: Favila, 2020). Está incluido en Poetas que hay que morir, antes de leer (Monterrey, México: Universidad Autónoma de Nuevo León y Grupo Editorial Con las Uñas, 2013). 

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