Se abren de par en par las puertas de emergencias, entra Rafael casi sin signos vitales, tiene fractura en el cuello lo que compromete su movilidad, corren para salvarle la vida o lo poco que le queda y tras ocho horas en el quirófano, logran estabilizarlo aunque con un daño irreparable en la Vértebra cervical 4, saben que nunca volverá a caminar, y no podrá respirar por sí mismo. Al pie de la habitación está Julia Galindo su madre, quien recibe la noticia con angustia e incertidumbre, pero con un parte de tranquilidad al saber que su hijo está vivo, sin embargo, no volverá a ser él mismo y la necesitará de por vida.
Pasados los días Valentina Paredes una de las enfermeras nota algo extraño, Rafael cada vez respira con más facilidad, le comenta eso al médico Mateo Rojas quien lleva su diagnóstico y seguimiento. El doctor no le presta atención a Valentina, hasta que un día él se sorprende al ver que los dedos del pie de Rafael se movieron, pensó que había sido un reflejo involuntario, pero se dispuso a ver los resultados de varias pruebas y notó una mejoría sorprendente, recordó lo que le mencionó Valentina Paredes, sus glóbulos rojos, se estabilizaron, y cancelaron la donación de sangre tras notar día a día una leve mejoría, y decidido mandó a hacer una prueba de médula espinal. No puede creer lo que reveló el resultado ¡Su vértebra se estaba recuperando! Anonadado, le pide a Julia que le hagan más pruebas y tratamientos, tratan con diferentes patologías, hasta llegar al cáncer y sus sospechas son ciertas, él médico no lo puede creer— Rafael Galindo es la cura del cáncer— pero tiene miedo de que el paciente despierte, así que manda a colocarlo en coma inducido para hacerle más pruebas.
Así que Valentina le da la revelación a Julia y ella no lo puede creer, pero al ver los resultados llegan a una mutua conclusión: Cuando Rafael se recupere del todo dejará de producir células regeneradoras, así que para que sea la cura del cáncer tendrá que seguir en coma inducido, y de por vida.
— Pero esa era su misión.
— y esta es la de su hijo también, podrá salvar a mi hermano Ernesto.
— ¿y su vida acaso, vale más que la de mi hijo?
— Él no tiene futuro, ni siquiera estudios.
El juez decide que nadie debería decidir por la vida de alguien más, así que dejan de administrarle los medicamentos, y tras un leve tiempo se logra despertar sin ninguna lesión, su vértebra está completamente reparada, casi que como nueva y sus huesos rotos ya están sanos.
Abatido pide que lo dejen solo, no puede creer lo que le tenían preparado la vida y su destino.
Al apoyarse en la ventana del hospital, observa cómo se están formando tumultos de gente, entre la bulla logra escuchar su nombre, se siente pleno, nunca se había sentido así. No reconoce si es porque le admiran y le alaban, o si por el contrario, suplica morir en vida.
Irrumpe a su habitación la enfermera, y le deja el almuerzo, la observa y le pregunta si es por él que toda esa gente está ahí. Valentina le asegura que algunos lo toman como el nuevo Mesías.
— ¿Tú lo harías? — le pregunta.
— ¿Qué cosa, salvar a tantas personas?… la verdad es que no, alguien tiene que criar a mi hijo.
— Si eso me temí.
Se retira la enfermera y entra su madre, le dice que no se apresure con tomar una decisión ya que es su vida, e igual vale que la de muchas otras personas.
— ¡Por qué yo, porque a mí, quiero vivir joder! Tengo 21 años, quiero tener una familia, pasear por cada rincón del mundo, disfrutar de la libertad.
— ¿Qué es la libertad…? Es el amor. El sentimiento más fuerte que podríamos experimentar como humanos. Es hermoso pero complejo, y nunca entenderemos cómo él te impulsa a ir lo más alto de la cima, y lograr hazañas que nunca pensaste. El mismo que te puede arrojar al borde de la locura. Te enciende las entrañas de pasión pero es capaz de revolvértelas y hasta arrancártelas; así como construye, es experto devastando. El amor te hace libre, te permite casi que volar, pero te hace esclavo de una persona; el amor no es libertad.
Entonces libertad es ser piloto y volar hasta donde quisieras, o libertad es aquel anhelo de ese soldado que perdió las piernas por defender su patria, la libertad es esa lucha por poder, es conocer todos los rincones del mundo sin la preocupación del dinero…Libertad es lo que aquel joven buscó cuando a 90km/h se abalanzó a aquel roble con el fin de acabar con su propia vida, y en este instante le pregunta al mundo ¿Qué es la libertad? ¿Darían su libertad por salvar a la humanidad? Y podríamos cambiar la palabra libertad por vida.
¿Darías tu vida por ser la cura del cáncer?
*Fernando Narváez (1996) El costo de un suspiro escrita por Fernando Narváez narra una historia envolvente y detallada donde muchas personas se ven forzadas a decidir el destino de Rafael.
Cuenta episodios que aprecian la vida y los intereses propios antes que los deseos de los demás, más aún cuando esa vida sólo vale si es importante, útil o interesante. El escritor es también, poeta, esposo y padre, quien se distingue por tener una viva imaginación, insaciable curiosidad y creación de historias interesantes sobre la experiencia humana. Sus relatos a menudo tratan sobre la autoevaluación reflexiva, habilidades, características únicas y tiempo, para hacer finalmente un cuestionamiento profundo.