En las cenizas del tiempo tu lluvia borra las llamas que algún día pudieron quemar mi piel. Las guitarras emiten los sonidos que quiere expresar el alma; en un teatro de sueños envuelvo tu mirada, y con tu aliento aún en mis manos me arrastro al sueño eterno, sin temor que al despertar no pueda encontrarte...Tratando de gritar en un mundo donde el silencio invade las mentes de los desamparados me encuentro con las alas de los ángeles que han sido asesinados por la falta de fe.
Es cierto, he pecado, perdóname padre, porque he traicionado la voluntad de nuestro llamado dios.
La música se detiene.
Suena un disparo.
La sangre se derrama en aquel último latido.
Una risa resuena en el umbral de las desilusiones.
Las flores marchitas dejan caer sus pétalos en los cuerpos delirantes.
La calma del vacío, la furia de la muerte.
Ahora todo es negro, ahora todo es polvo, ahora todo es nada.
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