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domingo, 5 de abril de 2020

"Poemas de la cuarentena" José Muchnik


Días 19 y 20

Epinay Sur Orge 5 de abril 2020

¿Y si lo rebautizamos Campana? ¿Si cambia el nombre perderá su identidad? Corona virus no suena, muy de palacio para un asesino que no respeta clases sociales ni coloridos epitelios o muy cervecero, disimulando espumas sobre muertes a pico. Ni hablar de COVID -19, acrónimo frio deshidratado, muy distante de lágrimas, ambulancias, traqueotomías y comas artificiales. Por curiosidad busqué COVID, COrona VIrus Desease dice el gran contestador, 19 pues se trata de un nuevo tipo de Corona, una nueva dinastía viral detectada en china en el año 2019. Me pregunto ¿Por qué no intentar una terapia poética? Renombrarlo, encontrar sonidos y sentidos que abran otras realidades es parte del oficio de poeta, mostremos hermanos que no somos tan inútiles, ayudemos a erradicar esta pandemia. Si el virus pierde su identidad ¿Perderá sus códigos genéticos? Sin keyword ¿Podrá acceder a su caja de herramientas? Mechas y taladros para perforar pulmones, garlopas y limas para cepillar riñones. Vaya a saber, con probar no perdemos nada. Campana sería más apropiado, están redoblando para que frenemos nuestra desenfrenada carrera hacia el abismo. Lo peor está por venir, está anunciado, lo estamos comenzando a sufrir pero preferimos mirar hacia otro lado. Lo peor es el desequilibrio medioambiental de nuestra casa, el recalentamiento global, la polución del aire, la masacre de aguas… y los miles de ojivas nucleares que aguardan ansiosas. También podríamos denominarlo Alarma virus, está ululando advirtiendo, no podéis seguir así, debéis pensar qué mundo queréis habitar. En un pase, casi mágico, Corona logró lo que cientos de congresos y legislaciones no pudieron, aire ganó transparencia, silencio volvió a escucharse, tiempo aflojó mandíbulas. Nada volverá a ser como antes, la vida no es reversible, no podremos regresar al mismo molde. Cuestionarnos, suavizar pasos predadores, delirios de poder. Ajustarse los cinturones de identidad, todo cambiará ¿Hacia la luz o el abismo? Eso dependerá de nosotros, ensayemos una democracia ascendente, que las burbujas suban y aporten nuevas frescuras, desborden fosilizados esquemas, odiosas grietas. Campana Virus está sonando, está diciendo: o se salvan todos o no se salva nadie, no tendrán muchas oportunidades.

J.M

—-

Carácter idéntico
(Extraído de Crítica poética de la razón matemática, 2015, ed. L’Harmattan, París)

Si amor igual amor
naranja igual naranja
martillo igual martillo
costilla igual costilla


si cada cosa
cada luna
cada signo
iguales a si mismos

¿Cuántas palmeras caerán asfixiadas esperando una brisa entre las rejas?
Si cada palabra igual a sí misma
¿Cuántos poemas morirán embalsamados clamando luz para sus versos?

¡Invertir igualdades!
¡Perforar apariencias!
¡Descoser lenguajes!

Amor igual costilla
naranja igual luna
martillo igual eco

¿Y el eco ?
¿besará luna nueva?
¿quebrará costilla lejana ?
¿probará tentaciones naranja?

Nada ni nadie es igual a sí mismo
ni números ni barajas
ni violines ni tambores
ni poetas ni manzanas

Los pecadores convertiremos todo
tambores en manzanas
números en violines
poetas en barajas

Nos quedarán en sueño
igualdades ensortijadas

Alcanza
igual alcanza.

-

Caractère identique

José Muchnik
(Extrait de Critique poétique de la raison mathématique, 2015, éd. L’Harmattan, Paris. Traduction de l’espagnol (Argentine) Sara Yamila Muchnik, Yann Henaff)


Si amour égal amour
orange égal orange
marteau égal marteau
côte égal côte

si chaque chose
chaque lune
chaque signe
égal lui même

Combien de palmiers tomberont asphyxiés
guettant une brise derrière les barreaux ?

Si chaque mot égal lui même
Combien de poèmes mourront empaillés
clamant la lumière pour leur vers ?

¡Inverser les égalités!
¡Perforer les apparences!
¡Découdre les langages!

Amour égal côte
orange égal lune
marteau égal écho

¿Et l’écho?
¿embrassera la nouvelle lune?
¿brisera la côte lointaine?
¿goûtera des tentations oranges?

Rien ni personne n’est égal à lui même
ni chiffres ni cartes
ni violons ni tambours
ni pommes ni poètes

Nous, pécheurs, convertirons tout
tambours en pommes
chiffres en violons
poètes en cartes

Resteront dans nos rêves
des égalités emmêlées

Ça suffit égal ça suffit.


—-

José Muchnik es poeta, narrador y antropólogo. Nació en 1945 en una ferretería del barrio de Boedo de la ciudad de Buenos Aires (Argentina), barrio donde anclaron sus padres, inmigrantes rusos en esas tierras. Ingeniero Químico de la UBA (1973), con la nefasta dictadura militar emigró a Francia donde reside desde el año 1976. Graduado Doctor en Antropología de l’ Ecole d’Hautes Etudes en Sciences Sociales de París. Especialista en el estudio de culturas alimentarias locales, recorrió diversos países de África y América Latina.

Realizó numerosas obras de poesía, novelas, ensayos y muestras fotográficas. Entre ellos los libros de poesía: Quince poemas por la paz, 1985; Cien años de libertad y Coca-Cola, 1990; Proposition poétique pour annuler la dette extérieure, 1993; Arqueología del amor, 1993; Amazonía he visto, 1997; Calendario poético 2000, 1999; Guía Poética de Buenos Aires, 2003; Palabras para el nuevo milenio, 2014Miembro del concejo de redacción de la revista Souffles (Montpellier) Cofundador del grupo franco-argentino “Travesías Poéticas” (2009); del grupo de poetas franceses “Collectif effraction” (2016) y del grupo internacional de poetas “Crue poétique” (Creciente Poética, 2018). Corresponsal del periódico cultural “Generación Abierta” y del periódico argentino “Desde Boedo”.


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