Lluvia que cae, memoria que queda
En el sertón donde el tiempo se derrama,
la lluvia baila con ritmo lento,
moja la tierra, trae la llama
de la memoria, del sentimiento.
Cada gota es verso y recuerdo,
que el pasado no quiere perder,
en la voz de la tierra, el anhelo
de un mañana por renacer.
Entre manadas y vientos, escucho
el canto antiguo del suelo y del cielo,
en el soplo de la lluvia, el murmullo absoluto
de historias guardadas en su velo.
Chuva que desce, memória que fica
No sertão onde o tempo se derrama,
A chuva dança em ritmo lento,
Molha a terra, traz a chama
Da memória, do sentimento.
A chuva dança em ritmo lento,
Molha a terra, traz a chama
Da memória, do sentimento.
Cada gota é verso e lembrança,
Que o passado não quer perder,
Na voz da terra, a esperança,
De um amanhã a renascer.
Entre boiadas e ventos, escuto,
O canto antigo do chão e do céu,
No sopro da chuva, o murmúrio absoluto
De histórias guardadas no véu.
***
Trama por decir
Soy un hilo que no se ve,
bordando el revés del tiempo.
Tejedora de sombras calladas,
en las tramas del olvido lento.
Llevo letras que no hablan,
en pergaminos sin tinta.
Soy el eco de lo que no fue,
la palabra que nunca se pinta.
Mis pasos son pasos de brisa,
en la escalera hacia lo infinito.
Nadie sabe dónde empieza,
ni dónde me guardo en mí misma.
Hablo con voz de estrella muda,
traduzco el silencio en marea.
Soy brújula sin norte fijo,
soy el enigma de la propia fea.
Mi nombre es casi secreto,
hecho de luz deshilada.
Soy rompecabezas de espejos,
con la moldura inacabada.
Quien me lee, tal vez me invente.
Quien me toca, pierde la razón.
Soy un libro sin tapa ni dueño,
soy vestigio, velo, constelación.
Trama por decir —
soy hilo en manos ancestrales.
Si algún día me comprendes,
ya no me encontrarás jamás.
Si algún día me comprendes,
ya no me encontrarás jamás.
Sou um fio que não se vê,
bordando o avesso do tempo.
Tecelã de sombras caladas,
nas tramas do esquecimento.
Carrego letras que não falam,
em pergaminhos sem tinta.
Sou o eco do que não houve,
a palavra que nunca se pinta.
Meus passos são passos de brisa,
na escada que leva ao sem-fim.
Ninguém sabe onde começa,
nem onde me guardo em mim.
Falo com voz de estrela muda,
traduzo o silêncio em maré.
Sou bússola sem norte fixo,
sou o enigma da própria fé.
Meu nome é quase segredo,
feito de luz desfiada.
Sou quebra-cabeça de espelhos,
com moldura inacabada.
Quem me lê, talvez me invente.
Quem me toca, perde a razão.
Sou um livro sem capa nem dono,
sou vestígio, véu, constelação.
Tessitura por dizer —
sou linha em mãos ancestrais.
Se um dia me compreenderes,
não me encontrarás nunca mais.
***
El clamor de bailique
En Bailique, tierra amada, donde el río era tesoro,
hoy el agua, tan salada, trae tristeza y desespero.
Era dulce la corriente, cantaba en olas suaves,
pero el mar, sin ser clemente, invadió con sus llaves.
El Atlántico avanza fuerte; el río pierde su esencia,
el ribeirinho teme su suerte, sufre la dura consecuencia.
Llueve poco, la tierra se seca, la sal se adhiere al suelo,
la naturaleza se queja, asfixiada en su desvelo.
Los remos cortan las aguas, pero no hallan solución,
cada gota es una pena que desborda en soledad.
Si el progreso, tan ligero, arrasa sin compasión,
¿qué futuro es verdadero si matamos la ilusión?
Bailique clama auxilio, grita en olas de lamento,
¡que la justicia traiga abrigo y proteja este momento!
O clamor do Bailique
No Bailique, terra
amada, onde o rio era tesouro,
Hoje a água tão salgada. Traz tristeza e desencoro.
Era doce a correnteza. Cantava em ondas suaves,
Mas o mar, sem gentileza, invadiu com suas chaves.
O Atlântico avança forte; rio perde a sua essência,
Ribeirinho teme a sorte, Sofre a dura consequência.
Chove pouco, a terra seca, o sal gruda no chão,
Natureza já se queixa, sufocada em sua aflição.
Os remos cortam as águas, mas não acham solução,
Cada gota é uma mágoa; que transborda em solidão.
Se o progresso, tão ligeiro; desmata sem piedade,
Que futuro é verdadeiro; se matamos a saudade?
Bailique clama socorro; grita em ondas de lamento,
Que a justiça traga um forro; que proteja este momento!
Hoje a água tão salgada. Traz tristeza e desencoro.
Era doce a correnteza. Cantava em ondas suaves,
Mas o mar, sem gentileza, invadiu com suas chaves.
O Atlântico avança forte; rio perde a sua essência,
Ribeirinho teme a sorte, Sofre a dura consequência.
Chove pouco, a terra seca, o sal gruda no chão,
Natureza já se queixa, sufocada em sua aflição.
Os remos cortam as águas, mas não acham solução,
Cada gota é uma mágoa; que transborda em solidão.
Se o progresso, tão ligeiro; desmata sem piedade,
Que futuro é verdadeiro; se matamos a saudade?
Bailique clama socorro; grita em ondas de lamento,
Que a justiça traga um forro; que proteja este momento!
*Carmem Lucia Pereira Barros Cardoso Lopes, Maestranda en Letras, Literatura y Crítica Literaria – PUC-Goiás, becaria CAPES/FAPEG, licenciada en Letras – Español y sus respectivas literaturas, y en Pedagogía. Actúa como profesora de Educación Especial en el estado de Amapá. Sus líneas de investigación incluyen Literatura Regionalista, Crítica Literaria y Educación/Inclusión. Es miembro del grupo de investigación “Educación, Historia, Memoria y Culturas en Diferentes Espacios Sociales” (EHMCES), vinculado al HISTEDBR/CNPq/PROPE. Integra el proyecto "Mujeres Coralinas: Inclusión Social, Género, Cultura y Memoria en la ciudad de Goiás", que busca promover el diálogo entre literatura, identidad y representatividad. Su misión es transformar las prácticas pedagógicas y sociales, con un enfoque especial en la inclusión, ofreciendo oportunidades de aprendizaje más equitativas y significativas para todos, especialmente para personas con Necesidades Educativas Especiales (NEE). Además, es apasionada por la Literatura Regionalista, la Crítica Literaria, el Arte y la Inclusión, áreas que orientan su trayectoria académica y profesional.
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